martes, 1 de marzo de 2011

Moisés y nuestras capacidades para sobrevivir.

Tema 6 El Antiguo Testamento y el arte de la resiliencia.
Miércoles 2 Marzo

Con el tiempo el alma adquiere el color
de tus pensamientos.
Marco Aurelio.

I. Introducción.

La Torá narra como Moisés lideró junto a su hermano Aarón la salida de los hebreos de Egipto y recibió la Torá de manos del Dios Yahvé en el monte Sinaí. La Torá comprende la historia de la vida de Moisés y de su pueblo hasta su muerte a la edad de 120 años.
Tras el nacimiento del niño fue escondido durante tres meses por su madre Iojebed. Cuando no pudo mantenerlo oculto durante más tiempo en lugar de entregarlo a los soldados egipcios lo colocó a la deriva del Nilo en una pequeña cesta embadurnada con barro en su interior y brea en el exterior, para hacerla impermeable. La hija del faraón, llamada Batía, descubrió al bebé, lo adoptó como su hijo, y lo llamó Moisés, que significa ‘salvado de las aguas”.
Cuando Moisés se hizo adulto, visitaba asiduamente a sus hermanos esclavos. Al ver cómo un capataz egipcio golpeaba brutalmente a un supervisor hebreo de nombre Datán, mató al egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio a dos hebreos peleando e intentó separarlos. Los dos hermanos, enojados por la intromisión de Moisés, lo delataron por asesinato haciendo que Moisés huya de Egipto.
Moisés se estableció en Madián. Allí trabajó para Jetro, que era sacerdote del lugar, con cuya hija Séfora se casó más tarde. Allí trabajó durante cuarenta años como pastor, tiempo durante el cual nació su hijo Jerson.
Leer libro de Éxodo.

II. Capacidades para sobrevivir en medio de la crisis.
1º Autorregularse: Solemos minusvalorar la influencia que podemos ejercer sobre nuestros estados de ánimo. Las personas resilientes pueden conducirse adecuadamente a pesar de conducirse en diferentes en diferentes estados de ánimos. Pueden animarse o tranquilizarse en dependencia de la situación que viven.
2º Automotivación/autoapaciguamiento: Es en medio de la euforia o la crisis que podemos saber que tipo de personas somos. Es frente al enfado, el desánimo, el mal humor que podemos reaccionar o dejarnos llevar por ellos.
3º. Autodisciplina/autocontrol: Todos sabemos que debemos autocontrolarnos, pero no todos los logramos. A veces nuestras palabras e impulsos son más fuertes que nuestras buenas intenciones. Cuando nos ejercitamos en el autocontrol lo que estamos diciendo es que podemos tener el control de nuestra manera de reaccionar ante los demás o las circunstancias de nuestra vida. No tengo porque repetir actitudes o conductas que he estado aprendiendo. Regular nuestros impulsos no es lo mismo que reprimirlos, sino manifestarlos en una manera más apropiada.
4º Autofortalecimiento/superación del estrés: Soportar el estrés se ha convertido en una capacidad para vivir en nuestro tiempo. Sólo las personas resilientes pueden hacerlo. Cuando el nivel de estrés es constante nuestro cuerpo sufre, nuestras emociones están sin control. Una persona resiliente busca de opciones para equilibrar la balanza. Se ejercita, se cuida, se quiere, no se da por vencida.

III. Preguntas que alguna vez has de hacerte.

1. ¿Pierdes con facilidad la calma?
2. ¿A qué tiendes más, a excitarte o a mantener la calma?
3. ¿Eres tenaz en las metas que te propones a largo plazo?
4. ¿Perseveras en un propósito aunque surjan obstáculos?
5. ¿Qué sueles hacer cuando estás de mal humor?
6. ¿Sueles encontrar las palabras adecuadas para expresar tus sentimientos?
7. ¿Reprimes tus emociones desagradables?

IV. Frase de la semana.

Haz primero lo necesario, luego lo posible y al final estarás haciendo lo imposible.

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