miércoles, 29 de octubre de 2014

Una boda y muchos funerales.


Uno de los capítulos menos conocidos de la Reforma Protestante se encuentra representado en la conformación del movimiento de los hugonotes, cuyos sucesores formaron en el siglo XX la Iglesia Reformada de Francia. Hacer un recuento de casi 500 años de historia de un movimiento en unas breves páginas corre el riesgo de dejar de lado aspectos importantes de esa historia. Sin embargo, dada la consigna de brevedad de este proyecto, ofrecemos una narración la más completa posible sobre los hugonotes desde sus orígenes hasta la conformación de la Iglesia Reformada de Francia en 1938.
Juan Calvino comenzó su adhesión a la Reforma Protestante entre los años 1532 a 1534, fecha en la que publicó su primer obra, la Psychopannychia el sueño del alma. Aunque ha sido el más influyente y prominente reformado francés, no fue el único en Francia en convertirse al protestantismo, pues muchos otros junto a él también lo hicieron.
El término hugonote es el nombre utilizado para designar a esos conversos calvinistas, reformados, franceses, quienes abrazaron el protestantismo en el siglo XVI. No se sabe muy bien cuál es el origen del término, pero existen al menos dos hipótesis importantes, entre muchas otras. Por un lado, se cree que proviene de una derivación del término alemán Eidgenossen, que significa confederado, y que era utilizado en Suiza para designar a quienes apoyaban la formación de ciudades-estado. Por otro lado, Roche cree que puede ser un neologismo proveniente de la mixtura entre flamenco y francés, pues en el norte de Flandes, situada entre Bélgica y Holanda, a los cristianos que se reunían a estudiar la Biblia en las casas se los denominada huis Genooten, es decir, compañeros de casa. Esta palabra adaptada al francés como hugonote puede ser el origen del nombre de esta rama del protestantismo.
Si bien existían conversos protestantes que se reunían en casas desde 1520, la primera comunidad hugonote que se fundó en Francia fue la de Meaux en 1546. Debido a la clara influencia calvinista, esta comunidad fue modelada tras la comunidad calvinista de Estrasburgo. Posteriormente, la primera iglesia hugonote en París fue fundada en 1555. Para 1561 existían más de 2.100 iglesias en toda Francia. Los hugonotes celebraron su primer sínodo en 1559, contando con la asistencia de 72 delegados representando a todo el territorio francés. Fruto de ese sínodo fue la confección de una confesión de fe, conocida como Confesión de La Rochelle, que exponía su doctrina basada en las ideas de Calvino. Esta declaración de fe provocó la conversión de más y más personas al protestantismo.
Tanto el Rey Francisco I de Francia como su hermana Margarita, de Navarra, fueron muy tolerantes con los Hugonotes, protegiéndolos constantemente de las medidas que el Parlamento quería tomar para su exterminio. Es más, Margarita hizo de Navarra un centro de humanistas con un claro pensamiento reformado. Esa protección comenzó a decaer con la aparición de afiches contra el Catolicismo Romano en las calles de París, Blois, Rouen, Tours y Orleáns el 17 de octubre de 1534.
Para 1540, el protestantismo calvinista se había extendido rápidamente por Francia, lo que provocó el inicio de persecuciones sin la protección de Francisco I. En un primer momento, los protestantes fueron perseguidos muy esporádicamente debido a sus férreas críticas a la iglesia católica romana y sus doctrinas. Estas persecuciones incluían la condena a cadena perpetua en las galeras, barcos impulsados por remos, para los varones, el encarcelamiento para las mujeres, el envío de niños y niñas a los conventos y la confiscación de todos los bienes como prácticas más comunes. Posteriormente, la muerte por espada, lanza, ahogamiento u hoguera fueron las prácticas en incremento hasta desembocar en las grandes matanzas.
Fue con el reinado de Enrique II (1547-1559) cuando se establecen cortes especiales para juzgar y sentenciar a los protestantes, a quienes se comenzó a denominar despectivamente “hugonotes”. Tras la sentencia de herejía, los fieles hugonotes eran generalmente quemados en la hoguera.
Las posteriores condenas de los hugonotes no hicieron nada más que extender el Protestantismo rápidamente, pues el martirio de los conversos atraía otros conversos al observar la fortaleza de su fe. Clanes nobles de gran poder adoptaron muy pronto esta nueva variante del Cristianismo, entre los que se encontraban los Borbones, encabezados por Antonio de Navarra.
En 1559 murió Enrique II y le sucedió Francisco II. La situación política comenzó a desintegrarse. Un intento hugonote extremista de secuestrar a Francisco II falló y empeoró las cosas. La familia principesca de los Guisas, una familia noble francesa que lideraba la Liga Católica, no toleraba ninguna contemplación respecto de los hugonotes. En 1560 en Poissy se celebró un coloquio entre católico-romanos y reformados, que culminó en un nuevo fracaso.
Los hugonotes, apoyados por donaciones de cada iglesia local, formaron batallones para repeler los ataques de las milicias católico-romanas. Estos batallones protegían cada una de las iglesias reformadas en Francia. Finalmente, los Guisas marcharon sobre París en 1562, como una reacción católico-romana a la propuesta de tolerancia limitada de los sectores mediadores del estamento político de Francia. Esto marcó el clímax de la situación y ocasionó el comienzo de las Guerras de religión que se extendieron entre 1562 y 1598 y donde se enfrentaron las fuerzas reales, hugonotes y católico-romanas.
Finalmente, luego de estos sucesos, estalló la IV Guerra de religión (1572-1573). En este suceso había tres partidos: los hugonotes, los católico-romanos militantes, y los políticos, que querían ante todo la restauración del orden. Lo religioso, mezclado con las ambiciones políticas, produjo un cóctel peligroso. Las intrigas políticas, los asesinatos por encargo y las matanzas en masa estaban a la orden del día en los tres sectores. Entre estas acciones se enmarca la matanza de San Bartolomé.
La trágica noche de San Bartolomé refiere a la matanza de hugonotes en París y otras ciudades francesas llevada a cabo la noche del 23 al 24 de agosto de 1572. Durante los días previos, la ciudad de París estaba repleta de hugonotes que habían venido acompañar a Enrique de Navarra , protestante, quien se desposaría con Margarita, católica-romana, hermana del rey Carlos IX de Francia. Carlos IX era nieto de Francisco I e hijo de Enrique de Valois y de Catalina de Médicis. Catalina era una católica-romana italiana y prima del Papa Clemente VII, también miembro de la familia de los Médicis. Catalina se había casado con Enrique tras una disputa entre los monarcas Habsburgo y los Valois debido a su relación familiar con el papado. En 1547 llegó a ser reina de Francia. Enviudó en 1559. Estuvo implicada en todas las políticas relacionadas con las Guerras de Religión, primero como Reina Madre y desde 1560 como regente de Francia. Catalina había convocado al Coloquio de Poissy y tendía a la tolerancia hacia los hugonotes. En 1568 abandonó su política de tolerancia, y por celos a Coligny, por su influencia en su hijo Carlos IX, tramó la matanza de San Bartolomé.
Está totalmente comprobado que la instigadora de la matanza fue Catalina de Médicis. Los hechos comenzaron con el atentado contra el Almirante Gaspard de Coligny (1519-1572), reconocido líder hugonote y estadista francés quien fuera el gran héroe de la primera generación de protestantes franceses. Coligny se convirtió al protestantismo entre 1555 y 1560. En Francia, como en Alemania y toda Europa, la conversión al catolicismo-romano o al protestantismo siempre representaba un quiebre del estatus quo tanto cuando era realizado por príncipes como por familias nobles, especialmente en términos de prestigio o de pérdida de recursos económicos por tal conversión, algo que Coligny debió también enfrentar. En 1570 fue Coligny quien concertó una precaria paz entre calvinistas y católico-romanos franceses.
Luchó junto a Guillermo de Orange en 1572 en las revueltas de los Países Bajos contra Felipe II de España quien había ordenado en 1566 la matanza de los protestantes holandeses para extirpar el protestantismo de esas tierras y en la cual murieron cerca de 18.000 protestantes. Luego de la lucha en compañía de Coligny, Guillermo de Orange se hizo protestante en 1573. Coligny había tratado de utilizar al ejército francés como un mecanismo de reconocimiento de los protestantes en Francia al declarar, junto a Guillermo de Orange, la guerra contra Felipe II de España luego de la Expedición de Flandes.
Fue ese mismo año, 1572, cuando Catalina de Médicis decidió la muerte de Coligny. Mandó al verdugo de Carlos IX, Mauveret, para que lo asesinara. Sin embargo, Mauveret no logró matar a Coligny sino sólo herirlo. El Rey Carlos IX, si bien sospechaba la autoría del complot de Catalina de Médicis, mandó realizar una investigación. Vista en la situación de ser descubierta públicamente, Catalina ordenó que el ejército diera muerte a Coligny y a todos los hugonotes.
El ejército organizó la matanza, dando muerte aproximadamente a 5.000 hugonotes, cuyos cuerpos fueron desnudados en las calles y luego enterrados en fosas comunes en las afueras de París. La matanza cobró mayor relieve debido a que los hugonotes muertos, muchos de ellos dirigentes, eran invitados asistentes a la boda de Margarita y Enrique.
Enrique de Navarra salvó su vida y luego se convirtió al catolicismo romano para acceder al trono, Su frase: París bien vale una misa, refleja seriamente la consideración de las ideas religiosas a la hora del poder político. Era el único heredero luego de la muerte de Enrique III, quien había sucedido en el trono a Carlos IX. En 1598 Enrique de Navarra se convirtió en rey de Francia. La matanza de San Bartolomé fue un episodio más en las denominadas Guerras de religión que culminaron, como ya hemos dicho, en 1598.
En 1598, Enrique de Navarra promulgó el Edicto de Nantes a través del que se concede a los hugonotes plena tolerancia, derechos civiles y derecho a tener ciudades fortificadas. Fue el reverendo Elie Benoist quien se convirtió en el historiador de este Edicto en su obra de tres volúmenes escrita entre 1693 y 1695. Durante el reinado de Enrique de Navarra (1598-1610), los hugonotes estuvieron seguros. Sin embargo, en 1610, cuando fue asesinado, la situación de los hugonotes volvió a ser inestable.
En 1610 ascendió al trono Luis XIII, quien reinó hasta 1643. Esto obligó a los hugonotes a enfrascarse en sus ciudades. Entre 1615 y 1625 —fechas de las revueltas de hugonotes militantes, perdieron sus ciudades. La situación empeoró con el reinado de Luis XIV (1643-1715), quien estaba decidido a convertir a Francia en la mayor potencia de Europa. Al igual que Constantino en el siglo IV, Luis XIV necesitaba un país que confesara una sola forma de cristianismo a fin de fortalecer su reinado. Por lo tanto promulgó la ley de dragonnantes o acuartelamiento de soldados en las casas de las familias hugonotes a fin de obligarlas a dejar Francia o convertirse al catolicismo-romano.
Luego vino la persecución y finalmente, en 1685, la revocación del Edicto de Nantes, con lo cual el calvinismo pasó a ser ilegal. Se produjo entonces el éxodo fuera de Francia de aproximadamente 200.000 hugonotes, sobre un total de aproximadamente 900.000 fieles, quienes emigraron hacia Suiza, Holanda, Gran Bretaña y Alemania.
Se quedaron los pobres, quienes fueron condenados a las galeras, a la horca y a otros tormentos. En 1702 se levantaron los campesinos de Cevennes, denominados camisardos, cuyas revueltas duraron hasta 1709 (Normam, 1989: 202). Cerca de 12.000 camisardos, liderados primero por Antoine Court y luego por Paul Rabaut,  fueron aniquilados en las revueltas. A la muerte de Luis XIV en 1715, una iglesia clandestina ya se había organizado.
Las ideas de la Ilustración de Voltaire y Kant, hicieron que la persecución por ideas religiosas se volviera anticuada. El protestantismo francés atravesó por una renovación y afianzamiento tanto teológico como institucional entre los años 1830-1852. Esto era fruto de un período de conquistas políticas muy importantes las cuales comenzaron en 1787 cuando los hugonotes ganaron derechos civiles limitados.
La Revolución Francesa llevada a cabo por los burgueses en 1789 logró la plena tolerancia y derechos civiles. Incluso, aun bajo el régimen napoleónico, se produjo una gran relación entre las religiones establecidas y el Estado. Fue en esa época donde se produjo la primera unión de una Iglesia Reformada Francesa.
Sin embargo, el romance entre religión y estado duró solo hasta 1905, fecha en que el liberalismo anticlerical puso fin a todos los lazos entre el Estado y los grupos religiosos. Esto produjo que los calvinistas se fragmentaran en tres iglesias distintas. Sin embargo, esa fue también una época a nivel mundial de búsqueda de la unidad de los cristianos, representada en algunos hitos del ecumenismo como la Conferencia Misionera Mundial de Edimburgo en 1910, el Congreso de Acción Cristiana de Panamá en 1916, la Conferencia Cristiana Universal de Vida y Obra de Estocolmo en 1925, la primera conferencia de Fe y Constitución de Lausana en 1927 y la Conferencia de Oxford de 1937.
Debido a esta influencia, el acercamiento de los distintos sectores reformados en Francia culminó en 1938 cuando dos de las iglesias calvinistas —reunidas en Sínodo en la Iglesia del Espíritu Santo en París, se unieron para formar L’Église Réformée de France. El Sínodo eligió a Marc Boegner, prominente líder del movimiento ecuménico, como Presidente del Consejo Nacional. Fue esta iglesia la que finalmente participó en la conformación del Consejo Mundial de Iglesias en su Primera Asamblea de Amsterdam en 1948. Sin embargo, la Iglesia Reformada de Francia y la Iglesia Evangélica Luterana de Francia se fusionaron para crear la Iglesia Unida Protestante de Francia en mayo de 2013 en el Sínodo reunido en Lyon. La nueva Iglesia consta de una membresía de 400.000 personas.


Hugo Córdova Quero.

viernes, 24 de octubre de 2014

Si Dios no hace acepción de personas, ¿lo puede hacer la iglesia?

Estudio bíblico Viernes 24/10  6.00 pm
Salón de las banderas

Apuntes para una lectura de Hechos 10: 34-48

Este trozo del libro de los Hechos narra un momento importantísimo en la vida de la Iglesia: cuando Pedro dirige el primer discurso evangelizador a los paganos (es muy significativo que sea Pedro, cabeza de la Iglesia, quien lo haga), y tiene lugar el llamado 'Pentecostés de los gentiles', es decir, la venida del Espíritu Santo sobre creyentes no judíos. Aquí comienzan a cumplirse lo anunciado por los profetas: que Dios sería luz de todas las naciones, no sólo del pueblo de Israel.

10, 34

Pedro tomó la palabra. Pedro asume su papel de líder de la Iglesia y hace lo que se espera de él: todos aguardan a que les hable, pues saben que el Señor lo ha enviado e inspira sus palabras.
Dios no hace acepción de personas. Significa no hace distinción, no discrimina a nadie. En Dt 10, 17 dice: Yahveh vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas"
Esta afirmación queda ampliamente confirmada en numerosas ocasiones, por ejemplo cuando Dios elige por rey a David, que es el más pequeño e insignificante de todos sus hermanos (ver 1Sam 16, 1-13).
Las palabras de Pedro expresan lo que ha venido reflexionando intensamente desde que tuvo esa visión en la azotea de su casa (ver Hch 10, 9-17), algo que como ya se ha comentado tiene una importancia decisiva en la vida de la Iglesia: que él reconozca públicamente que Dios quiere que Su mensaje llegue a todos los pueblos, sin distinción de personas. ¡Es un paso enorme para un judío como
Pedro, que toda su vida ha estado acostumbrado a pensar que la salvación está especialmente destinada a ese pueblo elegido!
Dios le pide a Pedro que dé un salto tremendo: pasar de ser cabeza de una Iglesia limitada a una cierta región formada sobre todo por judíos conversos, a ser cabeza de una Iglesia , es decir, universal, abierta a toda raza, lengua, pueblo y nación. ¡Da vértigo de sólo pensarlo! Señor te 'cambia la jugada' y te pide que modifiques los planes que creías que Él esperaba de ti y hagas algo completamente opuesto? ¿Te resistes?, ¿protestas? o aceptas de inmediato, como Pedro.
10:35
en cualquier nación. Pedro deja claro que a partir de este momento ya no se puede hablar de que haya un pueblo que pueda sentirse por encima de otro: cualquiera puede ser grato a los ojos de Dios.
el que le teme y practica la justicia. Recordemos que los judíos solían llamar 'temerosos de Dios' a los paganos que, sin estar circuncidados, es decir, sin pertenecer al pueblo judío, compartían su misma fe hacia Dios y también ciertas prácticas religiosas.
Pedro hace sentir a sus oyentes que ellos también son gratos a Dios (en reafirmación de lo que acaba de contar Cornelio respecto a que el ángel le dijo que sus oraciones y limosnas habían sido agradables a Dios, ver Hch 10, 31.
Esto trae a la mente lo que más tarde escribirá Pablo en Rom 1, 16; 3, 21ss.

10:36
Pedro explica la Palabra que al principio fue dirigida a los hijos de Israel, pero que Jesús es el Señor de todos.

Señor de todos. De todos los señores de la tierra, quienes muchas veces pretendieron el título de 'señor'. Estas palabras tuvieron que hacer que Cornelio y sus huéspedes romanos y gentiles reflexionaran acerca del supuesto 'señorío' del César.

10, 37
Vosotros sabéis. Pedro da por hecho que sus oyentes oyeron hablar de Jesús.
10, 38
Recordemos que en toda la obra de Lucas (tanto el Evangelio como el libro de los Hechos) el Espíritu Santo es quien está presente en los momentos cruciales para iluminar, inspirar, impulsar los acontecimientos en la historia de la salvación. Dios le ungió con el Espíritu Santo. Recordemos que el Espíritu Santo descendió sobre Jesús cuando fue bautizado (ver Lc 3,21-22), y que cuando inició Su ministerio público y predicó por primera vez en la sinagoga de Nazaret, abrió el pasaje de Isaías que dice: 'El Espíritu del Señor está sobre mí. (ver Is 61, 1-2) y dijo luego: 'Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy' (Lc 4, 21) Pedro afirma claramente que Jesús poseía el Espíritu Santo.
pasó haciendo el bien. Con esta frase corta pero llena de significado, Pedro resume todo el ministerio público de Jesús.
curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él. Comenta algo que seguramente impresiona a sus oyentes paganos, y añade la aclaración de que Dios estaba con Jesús quizá para cortar de raíz la posibilidad de que se suscite aquí esa idea equivocada de que Jesús expulsaba demonios por el poder de los demonios (ver Lc 11, 14-22). Se le muestra 'haciendo el bien' como Salvador del mundo oprimido por el poder del diablo. Se dirige la palabra al anhelo de salvación de un mundo doliente y angustiado. Sabemos que a los soberanos de aquel tiempo les gustaba hacerse llamar 'bienhechores'. También los llamaban 'salvadores'. Estos títulos arrogantes se han conservado en monedas e inscripciones. Querían ser dioses y se hicieron tributar honores divinos. El mundo romano aplicó también dichas prácticas a sus césares. Frente a ellos aparece Jesús de Nazaret como el verdadero bienhechor, el único Salvador.
10, 39
En este discurso, a diferencia de otros que ha pronunciado antes, Pedro no menciona las Escrituras, puesto que se dirige a oyentes paganos, sino el testimonio, que siempre y en todo lugar tiene un efecto poderoso, pues el que habla afirma que presenció lo que dice; deja claramente establecido que no habla 'de oídas', que no dice 'lo que le dijeron', sino lo que vio con sus propios ojos.
En las palabras de Pedro sobresalen la Muerte y la Resurrección de Jesús como los acontecimientos decisivos de la salvación.
Nuevamente queda claro que cuando Pedro y los apóstoles hablan de las apariciones del Resucitado se refieren a un hecho que sucedió en realidad, de manera tangible, no como ilusión, metáfora o símbolo. Cuando habla de que comieron y bebieron con Él no se está refiriendo a la Eucaristía, sino a compartir sencillamente un almuerzo como en varias ocasiones narra San Lucas.
10. 42
Pedro se refiere a lo que Jesús les pidió en Lc 24, 44ss y en Hch 1, 8;
Cuando Pedro habla de 'pueblo' delante de Cornelio, no parece que refiera esta palabra solamente a Israel, sino a todos los hombres.
Juez de vivos y muertos. Con las palabras sobre el futuro juicio, la Iglesia no quiere angustiar a los hombres, sino mostrarles el camino de la salvación para salir airosos antes este tribunal. La declaración sobre el juicio se convierte en predicación sobre el tema de la salvación cuando Pedro hable de la fuerza salvadora de la fe en Jesucristo.

10, 43
todos los profetas. Pedro hace referencia al modo como los cristianos interpretan la Escritura: a la luz de Jesús.
Así, queda claro que lo que anunciaban todos los profetas se refería a Jesús. Recordemos que cuando Jesús comparte el camino con los dos apóstoles que iban hacia Emaús, les explica cómo las Escrituras se referían a Él (ver Lc 24, 27)
todo el que cree en Él. Recordemos que no se trata de una fe puramente intelectual, que no baja de la cabeza al corazón. Cuando Pedro habla de 'creer' habla de adherirse a Cristo, de ser verdaderamente discípulo y vivir cristianamente.
10, 44
El mismo Dios corona el discurso de Su mensajero. Así como el Señor abrió el entendimiento de los apóstoles para que comprendieran Sus Palabras, así ahora envía Su Espíritu Santo para que ilumine a estos creyentes venidos del paganismo, que tienen ya el corazón dispuesto.
10, 45
fieles circuncisos. Se refiere tanto a judíos, que recibieron la circuncisión a los tres días de nacidos, como a paganos que se circuncidaron para pertenecer al pueblo judío y luego se hicieron cristianos, como a fieles que creyeron que para ser cristianos tenían que circuncidarse y lo hicieron, y ahora se sorprenden al ver que unos paganos incircunciso reciben el don del Espíritu Santo igual que ellos (¡de haber sabido!).
los oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Es el 'Pentecostés de los paganos', expresión clara de que Dios los ha incorporado a su Iglesia. La bajada del Espíritu Santo es una sorpresa y una absoluta iniciativa de Dios, que no espera que los catecúmenos sean bautizados, sino que se anticipa y manifiesta Su presencia con el mismo don de lenguas con el que favoreció a los discípulos reunidos en el cenáculo el día de Pentecostés."
El acontecimiento era estimulante para la primitiva iglesia aún muy restringida dentro de una manera judaica de concebir la salvación.
10, 47
Previendo las posibles objeciones que pudieran surgir de sus acompañantes circuncisos, Pedro plantea esta pregunta que no admite más que una respuesta: nadie puede atreverse a negar el Bautismo a estos hermanos a quienes Dios mismo ha enviado Su Espíritu Santo.
10, 48
Pedro manda que sean bautizados, lo cual también nos indica la seguridad y convicción que los apóstoles tenían de que el mandato de Cristo de bautizar a los creyentes continuaba siendo indispensable y válido, aun para aquellos que habían recibido la bajada del Espíritu Santo.
Ya en Hch se comentaba que se bautizaba a los creyentes 'en el nombre de Jesucristo.' Viene a la mente lo que escribirá Pablo en Gal 3, 26;

Para un judío era inaceptable quedarse unos días en casa de un pagano (simplemente entrar ahí lo hacía quedar en calidad de 'impuro'), pero Pedro, al igual que Jesús, da muestra clara de que el ser humano está por encima de los convencionalismos creados por los hombres para separar a unos de otros.

Pedro hace entrar en la Iglesia a un 'temeroso de Dios', a un extranjero, a un 'impuro'.Es éste un relato capital: se demuestra que ha sido el propio Pedro el que ha dado el paso decisivo en dirección a los paganos, bajo la moción del espíritu...no es necesario que se hagan judíos...esto es lo que le da al 'Pentecostés de Cesarea' su importancia decisiva en la historia de la Iglesia apostólica.

lunes, 20 de octubre de 2014

La validez del bautismo cristiano.

El acuerdo entre la Conferencia Episcopal Española de la Iglesia Católica y la Iglesia Española Reformada Episcopal sobre el reconocimiento mutuo del bautismo ha puesto este punto controvertido de la doctrina cristiana otra vez sobre la mesa. He de reconocer que no es un tema que me interese, como tampoco interesaba al apóstol Pablo (1 Co 1,14-17). La agenda de un cristiano, enviado a predicar y no a bautizar, es demasiado amplia para dedicar mucho tiempo y espacio a cuestiones rituales, y el bautismo es una de ellas. Es cierto que forma parte del corpus de la doctrina cristiana y, como tal, ha de ser tenido en cuenta, pero tiene poco que ver con la fe y el compromiso del creyente con Cristo.
El protestantismo histórico, siguiendo con ello a los reformadores, ha definido el bautismo como uno de los dos sacramentos que instituyó Cristo y, porque él lo hizo, lo seguimos practicando nosotros. La definición clásica de un sacramento en la doctrina protestante tradicional es: “signo visible de una gracia invisible”. El bautismo es, pues, un signo de la gracia de Dios que nos asegura del perdón de los pecados (Hch 2,38) y da testimonio de nuestra pertenencia al pueblo de Dios al ser integrados en el pacto de gracia que Dios ha establecido con su pueblo. Si en el Antiguo Testamento este signo o señal era la circuncisión (Ro 4,11), en el Nuevo Testamento es el bautismo (Col 2,11).

Como signo es irrepetible. El hecho de que se imparta mediante el rociamiento o el sumergimiento en agua hace que sea posible repetirlo tantas veces como se quiera, y en efecto hay personas que lo han recibido varias veces; pero si fuera –como en el caso de la circuncisión- una mutilación del cuerpo, evidentemente, sería imposible repetirlo.
Es por esto que, en el caso del bautismo, lo que no ocurre con la circuncisión, se presente el “problema” de su validez. Así lo hace el documento que comentamos y así consta en muchas declaraciones doctrinales de las iglesias cristianas. ¿Se puede hablar con propiedad de la validez del bautismo cristiano? ¿Han de cumplirse determinadas normas que lo hagan válido? Si el sacramento obrara “ex opere operato”, como lo interpreta normalmente la Iglesia Católica, entonces su recta administración, tanto por parte del oficiante como del candidato, sería de la máxima importancia. Pero si se trata de un signo actual y visible de una gracia invisible que siempre lo precede, el bautismo no es esencial ni tiene importancia salvífica. Se da en el mundo de las formas y es signo de pertenencia al pueblo de Dios.
El bautismo nos da entrada en la Iglesia, como pueblo de Dios, y nos identifica como cristianos. Lo recibimos como consecuencia de nuestra conversión, es decir, cuando por la fe aceptamos a Cristo como Señor y Salvador. Entramos a formar parte de la familia de Dios, que es una familia real en la que participamos –siempre que es posible- con nuestro pequeño grupo familiar. Por esto seguimos la práctica de los reformadores, que creemos era la de la iglesia primitiva, de bautizar a nuestros hijos, en la oración y la esperanza de que sean dignos del sobrenombre de cristiano que les imponemos. La iglesia no está formada solamente de adultos. Ha de ser una verdadera comunidad en la que todos los miembros de la familia tengan su lugar. Es una pena que la administración del bautismo de forma indiscriminada, fuera del ámbito eclesial, haya desvirtuado esta hermosa visión de pueblo de Dios. Pero las iglesias que también bautizamos niños nos resistimos a abandonar esta práctica que subraya la obra de Dios y el pacto de gracia que El ha hecho con su pueblo, porque “para vosotros es la promesa y para vuestros hijos” (Hch 2,39). Los hijos de los creyentes, incluso en el caso de que sólo uno lo sea, según el apóstol Pablo, “no son inmundos, sino que son santos”, es decir, miembros del pueblo de Dios. Es muy de respetar la práctica bautista, que tiene una larga tradición en el desarrollo de la doctrina cristiana. Tiene la ventaja de enfatizar el aspecto personal del seguimiento de Cristo y subraya la importancia de la conversión, pero no siempre expresa de forma clara el pacto de gracia de Dios con su pueblo ni la acción de Dios que precede toda decisión humana. Su punto más débil, en mi opinión, sin ninguna pretensión de pontificar, es distinguir entre un bautismo válido y otro que no lo es, pero esto no lo hacen solamente ellos, es muy habitual en la teoría de las iglesias cristianas.
Creo que el reconocimiento mutuo del bautismo entre anglicanos y católicos en España es importante, aunque no estemos del todo de acuerdo con el contenido teológico del documento que han publicado. Es un paso más en el acercamiento que todas las iglesias cristianas somos llamadas a realizar. La actitud anticatólica y de crítica acerba hacia Consejo Mundial de Iglesias que se da entre cristianos evangelicales no es de recibo. Fue comprensible en una época de obscurantismo teológico y de actitudes radicales, pero debería desaparecer de  nuestro entorno cristiano, donde debemos respetarnos unos a otros y admitir que ninguno de nosotros tiene todas las respuestas y que la diversidad es, no sólo aceptable, sino también provechosa. El modelo de unidad cristiana que prevalece en la actualidad no tiende a crear una gran iglesia cristiana mediante la fusión o la integración de todos en una sola institución, sino que pretende llegar a una comunión entre todos, lo que se llama “una diversidad reconciliada”. Somos lo que somos y todos pretendemos ser fieles al testimonio bíblico. Aceptémonos en nuestra diversidad y atrevámonos a sentarnos juntos a la mesa que el Señor ha preparado y a la que nos invita.  En esto consiste una actitud auténticamente ecuménica.
Enric Capó

sábado, 18 de octubre de 2014

El día que le abrimos las puertas a los paganos.

Apuntes para hablar de Hechos 10: 1-33

En este texto vemos el tercero -y más largo- de los relatos sobre Pedro que nos ha presentado Lucas. Lo peculiar de este relato consiste en que la misión cristiana de Pedro encuentra por primera vez a un no judío y por medio de él se lleva a cabo la primera admisión de un pagano en la Iglesia.

En este relato vemos algo que sucede con frecuencia: ciertos principios de la ley se habían  convertido en algo tan arraigado en la manera de ser de los judíos, que cuando se convertían al cristianismo no lograban superarlos. Dios mismo "tuvo que intervenir para mostrar a la Iglesia la salida de esta obstrucción y para superar con la orden que da a Pedro las rígidas ideas de pureza e impureza.
Lo que se narra en este pasaje es tan trascendental como lo de la conversión de Saulo: son dos acontecimientos que verdaderamente alteran el curso que habrá de seguir la Iglesia en el mundo.

10, 1

Recordamos que fue un centurión el que reconoció que Jesús era Hijo de Dios (ver Mc15,39) y un hombre justo (ver Lc 23, 47); recordamos también que Jesús elogió la fe de un centurión que se conformaba con que Jesús curara a su siervo a distancia (ver Lc 7, 2ss). No sabemos si se trata del mismo hombre -Lucas no lo aclara- pero sí podemos pensar que se trataba de un romano pagano, pues
a continuación se le describe como hombre de fe en Dios.

10,2

piadoso y temeroso de Dios: Como siempre, Lucas echa por delante los títulos que el mundo aprecia (como que este hombre era centurión) y después da la información verdaderamente valiosa a los ojos de la fe: que era un hombre piadoso y temeroso de Dios, es decir, que amaba a Dios y este amor iluminaba su vida. No era un prosélito judío, circuncidado, sino que pertenecía, con toda su familia, a los llamados 'temerosos de Dios' es decir, a los paganos que simpatizaban con la religión judía y su monoteísmo. Éstos no pasaban oficialmente al judaísmo, pero veneraban al Dios único, frecuentaban los actos religiosos judíos, se conformaban a determinados preceptos, observaban los tiempos de oración prescritos a los judíos e iban en calidad de peregrinos a Jerusalén.

daba muchas limosnas: Al igual que Tabitá, se trata de alguien caritativo, que ejerce el amor en forma práctica, haciendo bien a la gente y esto lo hace rico a los ojos de Dios (ver Lc 12,33).

continuamente oraba a Dios: Lucas no deja pasar la oportunidad de recalcar la importancia de la oración. Y en este caso nos hace ver que no sólo los judíos o los cristianos oraban, también este hombre que por ahora no pertenece 'oficialmente' a ninguna de ambas comunidades.

10, 3

hora nona: Para los judíos es la 'hora de la oración'. Se ve que el centurión se acomodaba a este horario. Para los cristianos es la hora en que Jesús murió, la hora de la 'misericordia divina', la hora en que la salvación le fue regalada al mundo entero.

el Ángel de Dios: El Señor le hace llegar a Su mensajero. No tenemos derecho ni posibilidad de interpretar con más precisión este modo empleado por Dios para llamar a un hombre...es una revelación de la divina voluntad y de la divina conducción.

y le decía: 'Cornelio: Mediante un mensajero de Dios, Cornelio se descubre llamado por Dios, por un Dios que nos conoce y nos llama por nuestro nombre...

10, 4

miró fijamente: Lucas nos relata la reacción natural: quedarse mirando y seguramente preguntándose si está viendo visiones o qué pasa.

lleno de espanto: Percibir con toda claridad la presencia, la acción, la intervención de Dios en nuestras vidas siempre produce temor. Nos percatamos de nuestra pequeñez, nos sentimos vulnerables.
Se le hace saber que a Dios no le ha pasado desapercibido nada de lo que ha hecho: ni su oración, ni sus limosnas. Cornelio no es como el fariseo que alardeaba de sus buenas obras (ver Lc 18, 10-12), y precisamente esto ha hecho que brillen todavía más a los ojos de Aquel a quien se conquista con un
corazón humilde.

10, 5-6

El Señor le da indicaciones precisas que nos son conocidas porque las leímos en Hch 9,43;

10, 7

Es curioso el comentario de que llamó a dos criados y a un soldado piadoso: no escogió a cualquiera para contarle lo que había vivido, pues probablemente lo hubieran considerado un loco. En cambio personas de fe como él, sí comprenderían y creerían lo que les contara y no se irían riendo de él sino tomando muy en serio su encomienda.

10, 9

iban de camino: De nuevo la Palabra de Dios está en camino. Éste es un rasgo peculiar de los escritos de Lucas. La Palabra de Dios recorre su camino de una ciudad a otra. Siempre bajo las órdenes y la dirección del Espíritu. Si esto fuera una película, pasaríamos de una escena a otra: por una parte veríamos a los caminantes que se aproximan y por otra a Pedro orando. Y coordinándolo todo, Dios, que en Su infinita sabiduría prepara este encuentro que rendirá abundantes buenos frutos para Su Iglesia.

subió Pedro...para hacer oración: Pedro todavía es judío en sus juicios y en sus acciones. Está ligado a las leyes religiosas del judaísmo con toda la pureza y fidelidad de que es capaz su alma...Sube a la terraza a orar de acuerdo con la costumbre judía...observa estrictamente la ley.

10, 10

Dios siempre aprovecha el mejor momento para hacer llegar Su mensaje. El hambre de Pedro le da el pretexto perfecto para darle una enseñanza importantísima.

Y le sobrevino un éxtasis: No hay que pensar que esto le sucedió por el hambre que tenía. Esto que va a experimentar es algo que le manda Dios.

10, 11

Lucas nos da a entender que en ese lienzo estaban representados muchos animales que los judíos no solían comer jamás por considerarlos 'impuros' (ver Lv 11)

10, 13 Se le ordena que haga algo impensable: que mate y coma esos animales que hasta ahora ha considerado despreciables. Como siempre, Pedro replica lo primero que le pasa por la cabeza: decir que no.

10, 14

Pedro se resiste a obedecer lo que se le pide. Probablemente no lo ha tomado en serio, cree que es una especie de tentación o prueba y se defiende mencionando que él jamás ha caído en lo que se le propone (quizá también hay cierta nota de autocomplacencia: 'jamás he caído en semejante cosa no recuerda Pedro a dónde conduce la arrogancia. Pedro ciertamente ha tenido noticia de la instrucción dada por Jesús acerca de que 'nada hay externo al hombre que pueda contaminarlo' (Mc 7, 15) ha escuchado los severos juicios de Jesús sobre lo exterior del culto (ver Lc 11, 39ss)...y sin embargo le resulta difícil desprenderse clara y libremente de las maneras tradicionales de la ley judía. El mismo Dios tiene que intervenir de nuevo y señalar los caminos que abren a la Iglesia la posibilidad de avanzar por todo el mundo con el mensaje de salvación.

10, 15

La voz le hace ver que Dios no comparte su punto de vista acerca de lo que es puro e impuro. Y esto no sólo se refiere a los animales. Los judíos también consideraban 'impuros' a los paganos, a los no judíos. El Señor está invitando a Pedro a abrir sus horizontes, a sufrir una verdadera conversión.

10, 16

Parece que a Pedro hay que darle todo ¡por triplicado! Desde aquella triple negación y luego aquella triple afirmación que le pidió el Señor Resucitado a la orilla del lago. Recordemos que el tres significa plenitud, totalidad, así que esto se repite tres veces para que a Pedro le quede claro que así lo pide el Señor. De dónde provenía, para que no le quepa duda a Pedro de que aquello se lo había enviado el Señor. Como en aquel primer encuentro con Jesús, cuando le pidió bogar mar adentro y lanzar las redes y Simón lo hizo, aunque no le sonaba lógico pues habían pasado la noche tratando de pescar y había sido en vano (ver Lc 5, 1-11), ahora el Señor le vuelve a mostrar a Pedro que lo que le pide es algo que por ahora no comprende, que entra en el ámbito de lo divino, de lo que está más allá de lo que él puede pretender penetrar con su inteligencia y su lógica.

10, 17-18

Oportunamente como sólo las cosas de Dios pueden darse, llegan los hombres a buscar a Pedro. Se ve que siguieron las indicaciones (preguntar por la casa del curtidor y por Pedro), es decir, que creyeron en lo que el centurión les platicó.

10, 19-20

Lucas nos muestra cómo el hombre que vive en oración, que vive abierto al soplo del Espíritu, verdaderamente recibe de Él luz y guía.

10, 21

Pedro obedece lo que le pide la voz: baja y se presenta ante esos hombres. Pero como la voz no le dio mayor detalle, aprovecha para preguntar por qué han venido.

10, 22

Los enviados de Cornelio cumplen bien su misión: comienzan por referirse a él en los términos más elogiosos para que a Pedro le quede claro que se trata de un hombre de fe que ha hecho tanto bien que hasta el pueblo judío reconoce.

escuchar lo que tú digas: Ante esta frase Pedro se siente llamado a dar a conocer la Palabra: 'lo que Dios ha declarado puro, tú no lo llames profano': estas palabras ahora cruzan por la mente de Pedro.

10, 23

Para no tomar el camino en la noche, Pedro los invita a quedarse, les ofrece su hospitalidad. Fue un paso audaz acoger a los paganos, y una decisión trascendental acudir a los paganos con los mensajeros.

se levantó: Lucas usa un verbo que generalmente se emplea para hablar de resurrección, de levantarse de la muerte. Es interesante que haya dicho que Pedro se levanta, es decir, que Aquel a quien el Resucitado puso al frente de la naciente iglesia, se levanta para ir a anunciar al Resucitado, para ir a llevar a los paganos la buena noticia de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida.

se fue con ellos: Pedro cumple de inmediato lo que se le ha pedido de irse con  esos hombres que han venido a buscarle. Le acompañan algunos hermanos de la comunidad de Joppe, quizá sorprendidos por lo repentino del viaje, quizá temerosos de que estos hombres tengan malas intenciones y quieran hacerle
algún daño a Pedro cuando estén lejos de la ciudad (recordemos que los apóstoles han estado enfrentando oposición y hostilidad por predicar en el nombre de Jesús). Algunos autores comentan que quizá estos acompañantes de Pedro representan a la Iglesia que recorre con Pedro el camino de la apertura hacia los paganos. Son también testigos de lo que habrá de acontecer en casa de Cornelio.

10, 25
Resulta especialmente impresionante el gran deseo que tenía Cornelio de obtener la salvación. Espera la venida de Pedro. Todo el paganismo, podríamos decir, espera en la persona de Cornelio el mensaje y la dádiva de la salvación. Lucas nos muestra a este 'pagano' que desde antes de recibir la predicación de Pedro ya está convertido en alguien que convoca a otros, que invita a otros a participar de lo que él anticipa será un mensaje especial de Dios del que quiere que sus gentes también participen.

10, 25-26

Pedro entraba...salió Cornelio a su encuentro: Momento histórico. Hasta ahora, la naciente iglesia se ha dedicado principalmente a predicar la Buena Nueva en ambientes predominantemente judíos. A partir de este encuentro entre Pedro, a quien el Señor puso al frente de la Iglesia, y Cornelio, a quien el Señor está invitando a formar parte de la Iglesia.

cayó postrado a sus pies: A pesar de que Cornelio cree en Dios, no hay que olvidar que ha sido educado y ha vivido en el paganismo (donde se adora a dioses con apariencia humana), así que no es extraño que se postre ante Pedro como si éste fuera un dios o un ángel. La escena nos recuerda la de Ap 19, 10;

10, 27-28

Como ya se ha comentado, la primera comunidad cristiana, surgida del judaísmo, tiene muy arraigadas las normas y costumbres judías, una de las cuales declaraba que quien entraba a casa de un 'incircunciso' incurría en impureza legal. Los que se habían congregado conocían la reserva de los judíos ante los extranjeros. Ante la posibilidad de que alguno de los presentes se escandalice al ver que Pedro, que es judío, entre en casa de un pagano, éste de inmediato aclara la razón de su visita.

me ha mostrado Dios: Pedro tiene claro que la visión que tuvo se la inspiró Dios mismo, y por lo visto comienza a comprender el sentido que tiene.

no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre: Como se comentó anteriormente, la visión que Pedro tuvo no solamente tenía que ver con considerar 'puros' los alimentos, sino también a quienes acostumbraban comerlos. Los judíos consideraban que si alguien comía un alimento 'impuro' era un 'impuro': Pedro afirma que los alimentos no son impuros y los seres humanos tampoco. Para Pedro ya no existe la distinción judía entre puro e impuro. Ha caído la barrera que impedía dar el paso para acercarse a los paganos.

10, 29
Pedro da a entender la importancia que concede a este encuentro al que Dios lo ha lanzado. Recordemos que a Pedro no se le ha explicado la razón de haber sido invitado por Cornelio.

10, 30-33

Cornelio repite fielmente la historia que ya nos ha contado Lucas en Hch 10, 1-8;

todos nosotros: En ese 'todos' parece Cornelio querer englobar no sólo a sus amigos y parientes ahí presentes, sino a todos los paganos, a todos los que, como él, están ávidos de formar parte de la gran familia del Padre.

en la presencia de Dios: Se nota una alegre disposición...para recibir el mensaje del Evangelio que va al encuentro de Cornelio y de la comunidad que se ha reunido con él. Es una auténtica comunidad, congregada 'en presencia de Dios'. Este dato la eleva por encima del nivel de todas las demás colectividades, por encima de la vida cotidiana y profana. Cornelio deja claramente establecida la importancia de este encuentro, al manifestar que sucede ante la presencia de Dios y que lo que va a oír a continuación ha sido 'ordenado por el Seño

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Nos vamos de boda?

Mateo 22: 1-10

Jesús nuevamente enseña con el lenguaje del pueblo y para el pueblo. Esta parábola para hoy tiene su paralelo en el Evangelio de Lucas 14:15-24. La parábola nos habla de un rey que prepara la fiesta de bodas para su hijo. No nos da detalles del hijo: no aparece su nombre; tampoco aparece el nombre de la novia; pero sí da la información de que había invitados. La otra información importante que aparece es que los invitados, a la hora de la fiesta, no estaban presentes: cada uno de ellos tenía una propia razón para justificar su ausencia. Pero la mesa ya estaba servida. La mesa estaba pronta esperando que los invitados, junto al novio, pudieran disfrutar de un tiempo de camaradería.
¿Y ahora qué? ¿Qué hacer? Tanta expectativa, tanta preparación, tanta comida (seguramente en un tiempo en el que la comida faltaba para muchos y era muy abundante para unos pocos)... Pero los que habían sido invitados a la fiesta, ellos/as, probablemente en sus casas la tenían en abundancia. El rey manda a sus servidores en dos momentos diferentes a buscar a los invitados. Pero la reacción de ellos fue diversa, mas ninguno aceptó...hasta inclusive ese envío generó enojo y venganza de algunos invitados, matando a los servidores del rey. Todo lo que debía ser alegría y celebración se transforma en tensión, ira, muerte y destrucción. El rey insiste, con todo, que esa fiesta no se debe suspender. Ello hace que la fiesta se transforme en un banquete de inclusión de los que, socialmente hasta ese momento, habían sido rechazados.
 ¿Dónde ha puesto el rey el valor central? Lo ha puesto en el banquete de bodas que ha preparado en honor a su hijo. Por lo tanto, la invitación que había sido extendida no debería haber sido rechazada por nadie. Sin embargo, el rechazo de los primeros invitados generó una oportunidad de vida para participar de la fiesta de Dios. El rey simboliza a Dios y el banquete, la vida nueva que trae su Reino para la humanidad.
 ¿Dónde nos colocamos nosotros cuando somos invitados/as a la fiesta de Dios? ¿Debemos resolver primeramente nuestros propios negocios y necesidades, u ocuparnos de maltratar a otros/as? ¿O debemos dejarnos sorprender por Dios cuando nos llama e invita a ser parte de su Reino?
 El anuncio de Dios entonces es la recuperación de una vida digna para aquellos/as que no tienen oportunidades de alimentarse adecuadamente. El Reino de Dios, desde esta mirada, invierte los valores que como sociedad nos creamos, porque promueve la acción para cambiar, transformarnos y convertirnos. Por lo tanto, palabra y acción van juntas. Una curación, una comida compartida, un encuentro particular, pueden ser la ocasión para experimentar un cambio de perspectiva y de conversión personal. Cambiar a la luz del Reino de Dios significa encontrar un nuevo sentido para la vida y, por lo tanto, para el testimonio que podemos dar. Ello nos ayuda a redescubrir a nuestros prójimos, derribando prejuicios y preconceptos estereotipados que están arraigados en nuestras mentes y corazones. A partir de este relato estamos invitados/as a ampliar enfáticamente nuestro círculo de contactos y relacionamientos para con las personas que son diferentes de uno/a, y que son nuestros prójimos. Porque "prójimo" implica una relación de compromiso y reciprocidad, desde el momento en que Dios está en el medio y produce el encuentro. Si logramos esto es que estamos tomando la invitación que nos hace Dios de ser parte del Reino en serio.
La gracia de Dios es un regalo para todos y todas: no hay excepción de personas aunque ‘las vestimentas para la fiesta' no sean las adecuadas. En el v. 10 tenemos el primer final de la parábola, el cual corresponde al tiempo de la gracia abierta para el encuentro festivo de todos/as los que se quieran sumar, "malos y buenos". La nueva invitación del rey, por lo tanto, es la superación de aquel primer exclusivismo o "gueto" de los invitados originales, a fin de ampliar la convocatoria a toda persona que, en principio, no reunía los requisitos ni estaba preparada para la fiesta, o no tenía el perfil adecuado esperable de un invitado digno del rey.

sábado, 4 de octubre de 2014

Después de la tempestad llega la calma

Apuntes para leer Hechos 9: 26-33


Saulo permanece un tiempo largo en Damasco y luego va a Jerusalén. No ha necesitado ir antes a ver a los discípulos para aprender de ellos, pues el Señor Jesús le ha concedido un don muy especial, le ha revelado de manera extraordinaria todo lo que necesita saber para poder ser Su apóstol y predicar
9, 26 LLEGÓ A JERUSALÉN E INTENTABA JUNTARSE CON LOS DISCÍPULOS; PERO TODOS LE TENÍAN MIEDO, NO CREYENDO QUE FUESE DISCÍPULO.
Pobrecito, nos recuerda a un niño al que todos los demás le hacen el feo en el recreo y no quieren jugar con él, pero es que hay que tomar en cuenta que Saulo salió de Jerusalén llevando cartas para arrestar y llevar atados a los cristianos que encontrara en Damasco, y ahora regresa a la ciudad convertido en cristiano. Es natural que la comunidad cristiana sospeche de las buenas intenciones de Saulo. La gente que conoce su celo por combatir a los cristianos no se 'traga' tan fácilmente eso de que ya se convirtió al cristianismo. Piensan que es el 'viejo truco' para lograr que la gente confíe en él y le informe acerca de los lugares donde se reúnen, para poder caerles ahí y llevárselos atados a Jerusalén, como era su propósito, por todos conocido.
Ahora que se ha convertido en un apóstol del cristianismo, busca estar en comunión con aquel que es la cabeza de la Iglesia.
El cristiano está llamado a proceder siempre en armonía con la comunidad. A pesar de las fricciones o malentendidos que puedan suscitarse, a pesar de cualquier dificultad, no hay que olvidar que todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre, y que Jesús oró para que todos fuéramos uno.
9, 27 ENTONCES BERNABÉ LE TOMÓ Y LE PRESENTÓ A LOS APÓSTOLES Y LES CONTÓ CÓMO HABÍA VISTO AL SEÑOR EN EL CAMINO Y QUE LE HABÍA HABLADO Y CÓMO HABÍA PREDICADO CON VALENTÍA EN DAMASCO EN EL NOMBRE DE JESÚS.
Bernabé.-
Ya San Lucas nos ha hablado antes de Bernabé: ver Hch 4, 36-37; se trata de un cristiano originario de Chipre, obviamente conocido y respetado dentro de la comunidad. Su aval de Saulo da el resultado esperado. Logra presentárselo a los apóstoles y él mismo se encarga de contarles la extraordinaria conversión de Saulo.
9,28 ANDABA CON ELLOS POR JERUSALÉN, PREDICANDO VALIENTEMENTE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
Las entrevistas con Pedro fueron sin duda una fuente informativa precisa y abundante sobre la vida de Jesús, con el que tan familiarmente había tratado aquél. Sin duda que Pablo, acompañado de Pedro, recorrió los parajes de Jerusalén donde el Maestro había predicado, y seguramente también donde realizó la Última Cena; donde fue crucificado, donde murió y resucitó).Fue sin duda la conversación de los dos apóstoles un Evangelio a la vez denso y detallado, una transmisión de la doctrina del Señor Jesús y una comprobación, a través del mejor testigo, de aquellas realidades del banquete eucarístico, de la Pasión y Resurrección del Maestro. Fue, en una palabra, la entrega de una tradición de la que Pablo después se mostraba enteramente seguro (ver 1 Cor 11,23)
andaba con ellos por Jerusalén.-
Saulo da pruebas de la autenticidad de su conversión. Él, que hasta ahora ha sido un fariseo muy celoso de su religión y muy conocido y respetado en Jerusalén, se atreve a presentarse ahí en público acompañado nada menos que de los apóstoles, sabiendo bien lo que piensan de ello los miembros del Sanedrín y otros judíos que hasta ahora habían sido sus amigos o cuando menos sus aliados en su persecución de cristianos.
predicando valientemente.-
Saulo conoce los castigos y amenazas de que han sido objeto los apóstoles por predicar a Jesucristo. Atreverse a predicar con ellos requiere gran valor y él lo tiene: el Señor lo ha fortalecido para esta misión.
9, 29 HABLABA TAMBIÉN Y DISCUTÍA CON LOS HELENISTAS; PERO ÉSTOS
INTENTABAN MATARLE.
Los 'helenistas' eran judíos que no vivían en Palestina, sino en regiones con influencia griega. Este versículo se refiere a los que no se han convertido al cristianismo y que son 'los que reaccionan con mayor violencia contra la propaganda cristiana. Son los mismos que se opusieron a Esteban y lo hicieron lapidar (ver Hch 6, 9).
No hay que confundirlos con los otros 'helenistas' que se han mencionado antes, que son cristianos venidos de regiones con influencia griega, de entre los cuales se eligió a los siete diáconos para el servicio de las comunidades (ver Hch 6, 1-6).
De nuevo Saulo se ve en peligro de muerte por su defensa -seguramente apasionada- del cristianismo.
9, 30 LOS HERMANOS, AL SABERLO, LE LLEVARON A CESAREA Y LE HICIERON MARCHAR A TARSO.
Pasando por el puerto marítimo de Cesárea, se encamina a Tarso, su ciudad natal. Por segunda ocasión experimenta Saulo la ayuda de esa comunidad que verdaderamente lo ha acogido como un hermano. Le salvan la vida. Lo hacen huir a donde estará a salvo.
9, 31 LAS IGLESIAS POR ENTONCES GOZABAN DE PAZ EN TODA JUDEA, GALILEA Y SAMARIA;
Es la primera vez que Lucas menciona a la Iglesia como una unidad que está esparcida por Judea y Samaria, y también la primera mención de Galilea como espacio de difusión de la nueva doctrina. Encontramos perfectamente lógico que en la comarca y tierras donde Jesús había permanecido más tiempo y que habían sido objeto de Su apostolado personal, se encontrasen muchos fieles que añadiesen a los recuerdos de Jesús la fe en el Mesías resucitado que predicaban los apóstoles.
Con la conversión de Saulo, alma de la persecución, y con su partida de Palestina, alborea para la Iglesia un período de paz, que durará hasta cuando suba al trono el rey Herodes Agripa I (en el año 39 o 41).
En el interior de las iglesias hay paz y armonía. Ya nos lo ha dicho San Lucas en repetidas ocasiones: sus miembros se esfuerzan por vivir cristianamente, por compartirlo todo, por mantenerse unidos.
SE EDIFICABAN Y PROGRESABAN EN EL TEMOR DEL SEÑOR
temor del Señor.-
Recordemos que 'temor del Señor' no significa 'miedo'. Es un don del Espíritu Santo que hace que el creyente sienta temor de apartarse del Señor, temor de defraudarlo, de corresponder mal al infinito amor que Él le ha dado. Es un don que ayuda a mantenerse lejos del pecado, porque la sola idea de traicionar, lastimar o decepcionar al Señor da temor, duele demasiado.
Y ESTABAN LLENAS DE LA CONSOLACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.
Como lluvia que refresca se derraman los dones y frutos del Espíritu Santo sobre los miembros de esas iglesias que viven realmente dispuestos a caminar a la luz del Señor. Jesús prometió enviar al 'Consolador' y aquí San Lucas hace patente que efectivamente lo que reciben estas comunidades de parte del Espíritu Santo es un gran consuelo, que les permite seguir adelante a pesar de cualquier cosa que puedan enfrentar.
En todos los esfuerzos humanos de que nos informan los Hechos de los Apóstoles, siempre es el Espíritu Santo el que llena y dirige a la Iglesia.