lunes, 31 de mayo de 2010

¿Qué piensa Jesús del Antiguo Testamento?

Mt. 5:17-20

Jesús le dice a sus seguidores que no ha venido a abrogar la ley y los profetas. O sea, no había venido para decirles que no leyeran el AT o alguna de sus partes. Jesús había comenzado su ministerio hacía muy poco tiempo y sus seguidores querían saber que pensaba el del AT, que pensaba de guardar el sábado. Pero el problema real era otro. ¿Cuál era la autoridad de Jesús? o mejor dicho: ¿Quién tenía más autoridad Jesús o el AT? Estas última pregunta nos la seguimos haciendo nosotros veinte siglos después. Y la respuesta de Jesús sigue siendo la misma: he venido a cumplirlos, refiriéndose a la ley y a los profetas. Y esto hemos de entenderlo como que la misión de Jesús era culminar, llenar, ampliar los mandamientos anteriores.

¿Qué encontramos en el AT? Doctrinas, profecías y preceptos. Es en el AT donde están las principales columnas de nuestra fe. Allí está la revelación de Dios. Pero esta revelación es parcial. Jesús la complementa. Es en el AT donde escuchamos hablar del Mesías que vendría a salvar a los hombres. Pero es Jesús quién nos dice que es Él el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Es en el AT donde encontramos la moral de Dios y su ética, pero la mayoría de las veces estos preceptos fueron mal interpretados o desobedecidos. Es Jesús quien los obedece y confirma.

Cuando el apóstol Pablo escribe que el fin de la ley es Cristo, no crean que estaba haciendo un llamado a la libertad para desobedecer la Ley de Dios. Más bien es todo lo contrario. Estaba diciendo que la aceptación que hace Dios de nosotros no sólo se obtiene por la obediencia a la ley sino mediante la fe en Cristo.

Así que tenemos una ironía delante de nosotros. La palabra de Dios es eterna, pero nuestras teologías y eclesiología se acabarán. Las leyes de Dios son perdurables como el Universo. Nosotros finitos.

Pero entonces, ¿Cómo formar parte del Reino de Dios? Los vv.19 al 20 podrán darnos un poco de claridad. La justicia de Dios se expresa en el cumplimento de su ley. ¿Pero de que tipo de justicia está hablando Jesús en el Sermón de la Montaña? ¿De la de Dios o de la nuestra? Jesús habla a sus seguidores.

El éxito del cristiano no está en guardar 9 mandamientos, mientras que los fariseos solo podían guardar 8. No, la diferencia entre estas justicia no esta en la cantidad, sino en la profundidad. El problema es de nuestro corazón. Mientras los fariseos se conformaban con el cumplimiento externo y rígido de la Ley, Jesús llama a la justicia interior. Pero para tener acceso a ella hay que nacer de nuevo. ¿Hay alguien aquí que haya nacido de nuevo?
Si hacemos una película de la biografía de Cristo tendremos que hacerle decir oraciones y versículos del AT. Jesús inicia su ministerio en el desierto recordándole al Diablo pasajes de las Escrituras. No le dice nada más. Solo le echa en cara fragmentos del AT. Eso me hace pensar que Jesús no contradijo la Ley de Moisés. Más bien eran los fariseos quienes la habían desvirtuado. Los que la habían hecho perder su verdadero significado.

En el Sermón de la Montaña Jesús no es un nuevo legislador, no. Es más bien el que explica la ley antigua con fidelidad y cordura. Para Calvino, Jesucristo es el restaurador de la Ley.

El problema del lenguaje teológico.

Curso de ecumenismo.
Tema 31.

Curso de Ecumenismo
Tema 31: El problema del lenguaje teológico.

1. Provisionalidad del lenguaje teológico.

A. La desigualdad entre la palabra y lo que se intenta decir.

Todas las palabras son inadecuadas. Pero son necesarias. Nuestro lenguaje es provisional, pero sin él no podríamos comunicarnos. Nunca existirá una perfecta correlación entre lo que intentamos decir y lo que la otra persona ha escuchado. Esta dificultad es propia de nuestra condición humana e intrínseca de la constitución del lenguaje como modo de comunicarnos. Pero una cosa hemos de asumir, tanto la palabra como el lenguaje nos son muy necesarias.

Lo que yo quiero decir y lo que digo coinciden pocas veces; y no se trata de que intente mentir, sino por la pobreza de mi palabra. Y es que nuestras palabras aunque necesarias son frágiles.

¿Cuándo yo digo “comunión” qué entiende un católico? ¿Cuándo un ortodoxo habla de “comunión” qué escuchó yo?

B. La desigualdad entre la palabra sobre Dios y Dios mismo.

Si hablar de las cosas de todos los días, de las relaciones entre personas, de categorías filosóficas, de literatura, de arte, de política, ya de por sí es arduo, el hablar sobre Dios multiplica las dificultades.

Y es que cuando hablamos sobre Dios expresamos ideas abstractas, de manera sublime, poéticas. Y es que no hablamos sobre un objeto, sino sobre un sujeto sublime, abstracto, poético. Una entidad ante la cual el creyente se siente pequeño, frágil e inmaduro. Cuando hablamos sobre Dios es como un balbuceo. Como el lenguaje de un niño. Pero también pude ser un hablar dialéctico. Un tanteo. Donde cada palabra pronunciada puede ser corregida de manera inmediata por otra palabra. No podemos hablar sobre Dios desde la prepotencia, sino desde la humildad. Y es que nuestras palabras sobre Dios son escasas y con lagunas.

Desde cada iglesia, desde cada tradición cristiana se ha intentado crear un lenguaje propio, una expresividad teológica que choca con la expresividad teológica de las otras iglesias. Esta barrera hemos de sumarlas a las ya existentes.

¿Pero deberíamos sacrificar el lenguaje teológico para superar las divisiones?

2. Y a pesar de todo, la necesidad del lenguaje.

1. Que una cosa sea difícil no implica que debamos estar en silencio.
Ante lo desconocido guardamos silencio. Igual nos pasa ante Dios. Una teología que guarda silencio ante los excesos de tanta palabrería desde los púlpitos es una teología inteligente. Es sabia.

La palabrería no sirve de mucho en la oración ni para hacer teología. Tampoco las iglesias se erigen sobre la palabrería.

Una cosa es guardar silencio ante Dios y otra muy diferente es callarse la boca cuando debemos hablar, cuando debemos proclamar, cuando debemos confesar. El cristianismo se ha de conocer cuando proclama su fe.

¿De qué predicas tú? Si te mantienes callado cuando esperan que hables de tu fe, tu silencio sería como el de los sepulcros.


2. Una cita sustancial sobre la necesidad de la teología.

Escribía Heinz Zahrnt “Todas las nuevas formas de hablar sobre Dios no son más que tanteos. Pero aunque la teología consigue responder de un modo nuevo a las preguntas de nuestro tiempo sobre Dios, eso sería una mera respuesta provisional. Pues sólo el Evangelio es eterno, en cambio la teología es temporal, ha de estar siempre traduciendo el Evangelio para cada época... Por eso las catedrales que construyen los teólogos no estarán nunca acabadas si es que realmente han de ser una catedral en las que se predique y se ore a Dios…

Aunque la teología fallé en el intento de explicar a Dios, no debemos renunciar a ella.


3. Preguntas difíciles.

a. ¿Cuándo digo Iglesia que quiero decir? ¿Qué oyen los demás?

b. ¿Cuándo grito que la salvación es sólo por fe qué escuchan los que me oyen?

La ira como escollo.

Las emociones y yo
Tema 11.

I. Introducción

7 Guarda silencio ante el Señor;
espera con paciencia a que él te ayude.
No te irrites a causa del que triunfa en la vida,
del que hace planes malvados.
8 Deja el enojo, abandona el furor;
no te irrites, porque eso empeora las cosas.
Salmo 37

La ira es una emoción que se expresa con rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardiaco, presión sanguínea y niveles de adrenalina y noradrenalina. Algunos ven la ira como parte de la respuesta cerebral de atacar o huir a una amenaza o daño percibidos. La ira se vuelve el sentimiento predominante en el comportamiento, cognitivamente, y fisiológicamente cuando una persona hace la decisión consciente de tomar acción para detener inmediatamente el comportamiento amenazante de otra fuerza externa. La ira puede tener muchas consecuencias físicas y mentales.
El lidiar con la ira ha sido tratado en los escritos de los más tempranos escritores hasta los tiempos modernos. Los psicólogos modernos, en contraste a los más tempranos, han también señalado los posibles efectos dañinos de la supresión de la ira.
II. Tipo de ira.
Ira pasiva:
Comportamiento reservado: Guardas comentarios/criticas que son expresados a las espaldas de la gente, dando la ley del hielo o susurrando, evitando el contacto visual, despreciando a la gente, chismeando, quejándose anónimamente, robando, y estafando.
Manipulación mental: Como provocar la gente a la agresión y, a continuación ser condescendiente con ellos, provocando la agresión, pero quedándose al margen, chantaje emocional, falsa tristeza, fingiendo la enfermedad, el sabotaje de las relaciones, mediante la provocación sexual, utilizando a un tercero para transmitir sentimientos negativos, la retención de dinero o recursos.
Auto-culparse: Como disculpándose muy seguido, siendo demasiado critico, invitando a la crítica.
Auto-sacrificio: Segunda intención, silenciosamente haciendo señas de largo sufrimiento pero negándose a que le ayuden, o mendigando agradecimiento.
Ineficacia: Como el establecimiento de sí mismo y a otros al fracaso, la elección de personas poco confiables a depender, al ser propensos a los accidentes, bajo rendimiento, impotencia sexual, la frustración que expresan por cosas insignificantes, pero haciendo caso omiso de las serias.
Desapasionamiento: tales como dar el hombro frío o sonrisas falsas, mirando impasible, sentado en la valla, mientras que otros ordenan las cosas, humedeciendo sus sentimientos con el abuso de sustancias, comer en exceso, dormir demasiado, no responder a la ira de otro, la frigidez, caer en las prácticas sexuales que deprimen la espontaneidad y haciéndose objetos de participación, dando enormes cantidades de tiempo a las máquinas, objetos o actividades intelectuales, hablando de frustraciones pero sin mostrar sentimientos.
Comportamiento obsesivo, como la necesidad de ser limpio y ordenado, haciendo un hábito de constante control de las cosas, excesivas dietas o comer excesivamente, exigiendo que todos los trabajos sean hechos a la perfección.
Evasividad: Como dar la espalda en una crisis, evitar los conflictos, no responder a las discusiones, llegando a ser fóbico.
III. Dejar la ira.
A veces resulta difícil no enojarse cuando hemos sido lastimados o maltratados. ¿Pero por qué en los Salmos se nos invita a abandonar la ira? ¿Qué tiene de malo sentir ira? La respuesta es simple, pero la olvidamos con frecuencia, la ira nos lleva a males mayores.
Parece que el camino de la autodisciplina pasa por no dar riendas sueltas a nuestras emociones y dejarnos gobernar por ellas, sino guardar silencio, como si estuviéramos delante de Dios y esperar a que sea El quien haga algo. Si es que hay que hacer algo.
No nos toca a nosotros airarnos, no es a nosotros quien nos toca devolver el mal que nos han hecho con más mal. No tenemos porque devolver con la misma moneda con que nos han pagado.
Ser diferente pasa por domesticar los sentimientos. Ser diferente es ser manso. Ser diferente es tener la fe que sólo el amor tendrá la última palabra. La última.

miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Qué creemos los reformados del Espíritu Santo?

Jn 20:19-23.
Domingo 30.05.2010

Hay muchos cristianos reformados, que como los de Efeso , expresan que nunca han oído hablar del ES. Pero quizás esto no es del todo cierto. Quién ha oído la voz de Juan el Bautista, algo habrá oído del ES . Lo que la mayoría de los cristianos reformados no ha tenido la ocasión de advertir es que el ES está a nuestra disposición y que puede hacer diferentes cosas en nuestra vida.

En nuestras comunidades en referencia al ES asumimos dos posiciones: 1º Hemos oído hablar de El pero eso es un asunto muy complicado, o 2º No es un tema para nosotros, eso es para los pentecostales y carismáticos. O sea, el ES está fuera de nuestra cotidianeidad.

El cristianismo que conocemos y del que participamos consiste en asistir a los cultos dominicales, mantenernos fiel a nuestras tradiciones de creer en Dios y recordar la vida y la muerte de Jesús entre la Navidad y la Semana Santa, y hacer las cosas lo mejor posible delante de los hombres. De hecho, muy poca gente se atreve a mencionar la palabra “ES” en sus oraciones. Más bien al ES se le otorga la posibilidad de habitar solo en las Escrituras. Allí está en un lugar seguro y no en el ajetreo de nuestra vida.

A principios del s.XX no había pentecostales. Hoy en día son más de veinte millones por todo el mundo y son las iglesias con más índice de crecimiento anual. Incluso dentro de la IEE son las iglesias con más miembros. ¿Cuál es el énfasis del movimiento pentecostal? La sanidad, los exorcismos, las lenguas, las profecías quizás sean sólo la parte visible del iceberg. Pero me temo que en el corazón de estas iglesias esta el deseo de comunión y de amor y de fe como lo hay en nuestros corazones.

¿Entonces que diremos del ES en nuestra fe? ¿Qué haremos con el ES en nuestros cultos? ¿Qué lugar ha de tener en nuestra vida? Primeramente he de sugerir la idea de que somos hombres y mujeres intentando entender los misterios de Dios. Intentando hablar de Dios, al cual nunca le hemos visto. Podemos hablar de Dios solamente cuando su Espíritu tenga la amabilidad de revelarse a si mismo. De hecho sin el Espíritu no podemos decir nada de nuestro Dios ni de lo que Jesús hizo por nosotros .

¿Cuando nuestra iglesia conmemora el Domingo de Pentecostés que está celebrando? Algunas personas dicen que la iglesia nació en Pentecostés, que la manifestación del ES comenzó ese día y aún no ha concluido. Pero hay otra verdad merodeando esta celebración. Y es que los reformados somos trinitarios y esto hace que todo este conectado y vinculado a nuestra vida de fe. Incluso lo que conocemos de Dios.

Nuestra fe tiene una base experiencial. Nuestro catecumenado es acumulativo. Llevamos veinte siglos de escuela dominical. Así que lo que decimos y proclamamos está basada en la fe que experimentaron los que creyeron antes que nosotros. Ellos creyeron que Dios era uno y a la vez singular. Ellos creyeron que Dios estaba presente en Jesús. Y después de Pentecostés creyeron que lo que habían experimentado sobre Dios en su vida era la presencia real de Jesús en medio de ellos.

Alguien podría pensar que Dios se manifiesta en nuestra vida en dependencia de nuestras necesidades. Eso se llama modalismo. Pero me temo que no es así en realidad. Lo que sabemos de Jesús y de su ministerio público contradice esta teoría. Fue engendrado por el poder del ES, dice la Biblia. Fue bautizado por el ES, dice la Biblia. Y cuando sabe que tiene que marcharse le promete el ES a sus seguidores. Jesús se creía Hijo de Dios. Cuando muere en la cruz encomienda su espíritu del Padre. Está interrelación entre las manifestaciones trinitarias invalidan cualquier teoría sobre la operatividad de la Trinidad en diferentes momentos de la historia de la salvación.

Cuando en la declamación del Credo decimos Creo en el Espíritu Santo estoy diciendo entre otras cosas que es el ES quien me inicia en mi vida cristiana, que es el ES quien nos afirma mediante los sacramentos, que es el ES quien nos dice donde estamos y que señales hemos de seguir, es el ES quien nos atribuye de dones.

Cuando decimos Creo en el Espíritu Santo estoy proclamando entre otras cosas que es el ES quien me da libertad, que es el ES quien me da poder, que es el ES quien busca la semejanza en mi con Cristo, que es el ES quien me ilumina en la toma de decisiones, que es el ES quien hace que mi oración sea válida.

Cuando repetimos Creo en el Espíritu Santo es porque entre otras cosas creemos que es el ES quien trae reconciliación a la Iglesia, porque es el ES quien crea la comunión, porque es el ES quien nos da las herramientas para la adoración individual o colectiva, porque es el ES quien nos inspira cuando leemos las Escrituras, porque es el ES quien nos habla a través del predicador, porque es el ES quien da vida al deseo de hacer misión, porque es el ES quien ha sostenido a nuestra comunidad todos estos años.

Augusto G. Milián

Audición musical

Curso de Ecumenismo.
"La Música sacra en los Siglos de la Reforma y la Contrarreforma".
Piezas de Okenghem, Jacobus de Kerle, Morales, Palestrina, Lasso, Vitoria, Robledo, etc.

PROGRAMA

01 Ite Missa est-Deo Gratias Misa de Nôtre Dâme S. XIV
02 Dixit Dominus.- Anónimo Princ. S. XVI
03 Ockeghem. Deo Gratias (+1497)
04 Rey a quien reyes adoran
05 Circumdederunt me- Morales (1500-1553)
06 Kyrie Pro defunctis-Morales
07 Responsorium-jacobus de Kerle (1531 - 1591)
08 Palestrina Kyrie Missa Papa Marcello (1525-1594)
09 Orlando di lasso- Gloria (1532 - 1594)
10 Orlando de Lasso- Sanctus Pro Defunctis
11 Palestrina- Agnus Dei
12 Melchor Robledo - Hoc Corpus (1510 - 1586)
13 Melchor Robledo - Beati Omnes
14 Melchor Robledo - Tulerunt Dominum
15 Melchor Robledo Kyrie y Gloria
16 Hernando Franco - Surrexit Dominus (1532 - 1585)
17 Palestrina - Jesu Rex admirabilis
18 Ave María de T.L. de Vitoria.(1548 -1611)
19 O magnum mysterium T.L. Vitoria
20 Guerrero- O venturoso día (1529-1610)
21 Byrd - Ave Verum Corpus (1540 -1623)
22 Lourenço Rebelo - Nisi Dominus (1610 - 1662)
23 Schütz - Lob und Preis (1585 - 1672)
24 Bergés - María, rosa candida (+1707)
25 Tibi Christe -

Iglesia San Miguel
Miércoles 26 8.00 pm

martes, 25 de mayo de 2010

Concierto Coro Gospel Zaragoza


Sábado 29 de mayo
a las 20:30 h
Iglesia Bautista
c/ Pablo Neruda nº 32
Actur
ENTRADA LIBRE

lunes, 24 de mayo de 2010

Cuando las raíces estan enfermas. Parte 2.

I. El tronco.

Cuando las personas tienen la vergüenza enraizadas, más temprano que tarde, estos hábitos y pensamientos fluirán hacia el resto del organismo. Las personas con este tipo de ideas suele decir: hay tantas cosas malas en mí que es mejor que me ponga una careta. Y es que muchos de nosotros nos pasamos la vida luchando por convertirnos en algo que no somos, en impresionar a todos, y al final, sólo al final, nos damos cuenta que estamos perdidos y sin identidad.

Y es que nuestra verdadera identidad la queremos esconder. Tal como somos, tal como Dios nos ha conocido es algo de lo que a veces nos avergonzamos. Y por temor a ser rechazado o hacer el ridículo es que pasamos muchos años de nuestra vida intentando ser lo que los demás esperan de nosotros. Y es en este intento de ser algo diferente a lo que somos que descubrimos nuestra infelicidad y desdicha.

A medida que nuestros miedos ascienden hacia arriba, comenzamos a reprimir nuestros sentimientos, a congelar nuestras emociones. Y no es que seamos gentes frías o racionales, no, no se trata de eso; la realidad es que no mostramos emociones porque nos resulta doloroso hacerlo.

La mayoría de los hombres que conozco rehúsan mostrar vulnerabilidad, ternura, sensibilidad, y no porque sean malas personas; sencillamente no quieren aparentar debilidad. La debilidad es algo típico de los niños y las mujeres.

¿Dónde está el remedio? Me temo que tendremos que dejar que el Espíritu Santo tome cartas en el asunto. Que nos diga quienes somos. Nos hable de nuestra identidad y de nuestra condición de amados por Dios.

II. Donde habitan nuestros sentimientos.

Dice Efesios 3.17:

y que Cristo viva en vuestro corazón por la fe. Así, firmes y profundamente enraizados en el amor…

Cada uno de nosotros nace con un corazón. Cuando este falta tenemos un problema. Pero desde el momento de nuestro nacimiento necesitamos recibir amor y cariño. Esta necesidad será mientras tengamos un aliento de vida.

En un lugar importante de nuestras creencias está la idea de que hemos sido creados para estar contentos con nosotros mismos. No tenemos que estar sufriendo constantemente para merecernos el cielo. No tenemos que recibir heridas cada día para merecernos estar cerca de Dios. El sentirnos mal por nuestros errores y faltas no nos garantiza la permanencia en el Reino de Dios. Creo que necesitamos otras cosas. La mayoría de las personas buscamos fuera lo que no tenemos dentro. O buscamos a Dios en las capillas e iglesias cuando donde realmente lo hemos perdido es en nuestro corazón.

Y esta búsqueda cotidiana, no es sólo propia de los no creyentes, no, también los cristianos que al no saberse portadores de una identidad propia o de un amor que les reclama se limitan a seguir las rutinas y las tradiciones. La buena noticia de Jesús es que no importa lo que nos haya sucedido en el pasado, de que no importa de que no nos dieron en nuestra juventud, ahora tenemos la opción de sentirnos amados. De que nada nos falte.

III. Tienes que amarte. Aquí y ahora.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo…Mateo 19:19

Las personas con las que más me relaciono suelen ser dadivosas. Suelen ser solidarias, pero también tienen algo en común: tienen poca estima por sí mismas. Cuando se miran en el espejo suelen verse feas. Y esto es un problema de ellas, no de los espejos. Y esta manera de tratarse a sí mismas ha sido tan diaria y costumbrista que no se dan cuenta el poco amor que se tienen.

Es bueno hacer inventarios una vez al año en casa y sacar lo que ya no nos sirve. Pero también urge hacer un inventario de nuestra persona. ¿Tenemos algo que ya no nos sirve? ¿Necesitamos tirar algún sentimiento o idea? ¿Cómo se relaciona Ud. consigo mismo?

No importa cuan lejos llegue profesionalmente, no importa cuantas posesiones llegues a tener, cada día tienes que enfrentarte a ti mismo. Podrás viajar lejos de donde te trataron mal, podrás huir constantemente de la gente mala; pero allí donde vayas llevaras a tu yo.

Cuando Jesús pidió a sus discípulos que amarán a sus prójimos como a sí mismos es que consideraba que era muy importante amarse a uno mismo. Pero me temo que el amor a uno mismo para por el caerse bien a uno mismo.

Y para ello tendremos que diferencias lo que hacemos de lo que somos. No siempre haremos las cosas bien, pero eso no excluye que sea hijo de Dios y que El no me ame. Si Ud. no se cae bien a si mismo, se lo está poniendo muy difícil a los demás.

Los frutos que ofrecemos a los demás son los nuestros. Los que seamos capaces de cosechar.

lunes, 17 de mayo de 2010

Cuando las raíces están enfermas. Parte 1.

Las emociones y yo.
Tema 10.

I. Introducción

Los que saben algo de jardinería conocen que una raíz amarga produce frutos amargos. Si tú tienes problemas de actitud, de comportamiento y en tus relaciones personales, lo más seguro es que estas cosas solo sean síntomas de un problema más profundo.

La mayoría de las personas que han sufrido maltrato en su infancia o juventud acaban saliendo de los lugares de orígenes creyendo que los malos recuerdos y la desdicha se quedan allí, que ya no les afectará en el presente. Pero la realidad es que hay acciones y palabras que se enraízan en nuestro interior.

II. Somos criaturas nuevas, pero con raíces viejas.

Siempre que estoy tentado a sentir lástima por mí recuerdo el texto de 2º Corintios 5:17

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora todas son hechas nuevas

Hay personas que sobre su pasado no solo echan un tupido velo, sino la alfombra y la cerradura. No quieren escuchar nada al respecto. Creen que este ya no les afecta. Pero no debemos quedarnos con lo que Pablo dice en este fragmento de carta sino con su significado también. Cuando seguimos a Cristo, Dios nos ofrece una oportunidad nueva de servir y hacer. De llevar frutos; pero nuestros frutos están estrechamente vinculados a que tipo de raíces tenemos. Si nuestras raíces son amargas, nuestros frutos también lo serán.

III. El árbol con raíces malas.

Tenemos que conocernos antes de intentar conocer a los demás. Debemos intentar sanarnos a nosotros mismos antes de sanar a los demás. Esta es una regla urgente si quieres acompañar a alguien. Escuchemos lo que dice Lucas, capítulo 6:

44 Cada árbol se conoce por su fruto: no se recogen higos de los espinos ni se vendimian uvas de las zarzas. 45 El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que rebosa su corazón, habla su boca.

¿Qué está diciendo Jesús aquí? Pues que hay diferencias en el comportamiento y en las relaciones de las personas en dependencia de cómo está su corazón. Una persona emocionalmente desequilibrada mostrará vergüenza, culpa, negatividad, maltrato, violencia y vergüenza. Una persona equilibrada emocionalmente mostrará otras emociones.

Cuando mostramos frutos amargos es que tenemos algo enraizado con los patrones de pensamiento. Quizás Ud. sea el producto de lo que sus padres u otras personas proyectaron. Lo que quiero decir es que nuestro sufrimiento presente puede estar originado en nuestro pasado.

Cuando una persona oye constantemente que es malo, que no sirve para nada, puede llegar a creérselo. Se ha comprobado que cuando una persona cree firmemente algo acerca de si mismo, comenzará a comportarse de la manera en que se percibe.

IV. La vergüenza.

Dice el Salmo 44:15:

Cada día la vergüenza está delante de mí y la confusión de mi rostro me cubre.

Hay dos tipos de vergüenza: la normal y la enraizada. Por ejemplo: si derramo una copa de agua en un restaurante siento vergüenza, pero asumo lo sucedido y sigo con la comida como si nada hubiera pasado. Este incidente no marga mi vida.

Cuando cometemos un error y caemos en el pecado, nos sentimos mal por un tiempo hasta que nos arrepentimos y recibimos el perdón. Entonces podemos dejar el asunto en el pasado y seguir sin que el daño sea permanente.

Pero cuando la vergüenza está fijada a las raíces ésta afecta a todos los aspectos de su vida. Las personas que han sido maltratadas en su infancia de manera continua sufren una transformación emocional que las hace avergonzarse no sólo de lo ocurrido sino de ellas mismas.

Cuando alguien nos trata mal, nuestra reacción inmediata es a pagarle con la misma moneda. Pero si el maltrato es constante podremos llegar a pensar que no valemos nada, que no servimos para nada, y que merecemos que nos traten así.

Una vergüenza enraizada comienza a subir hacia nuestro corazón a través del tronco.

(Continuará)

jueves, 13 de mayo de 2010

No es lo mismo un iceberg que un cuadrito de hielo.

Mt. 5.13-16

Nuestra vida está llena de diferencias. No todos somos iguales. La naturaleza nos muestra la riqueza de las diferencias. La metáfora de la sal y de la luz que Jesús ha venido explicando hasta ahora tiene alguna referencia práctica para nuestro mundo y para nuestra responsabilidad cristiana. Veamos tres de estas anotaciones:

1. Hay una diferencia notable entre los cristianos y los no cristianos. Entre la iglesia y el mundo.

Ya conocemos de las intenciones de algunos no cristianos en adoptar apariencias de la cultura cristiana. En nuestra tierra tenemos por ejemplo: las bodas, los bautizos y las comuniones o la Navidad y las festividades de la Semana Santa. Aunque estas son celebraciones cristianas en su esencia, los no cristianos se valen de ellas. Por otro lado tenemos cristianos profesantes que no se diferencian en sus comportamientos ni palabras de los no cristianos. Y aunque esto es así, hay una diferencia esencial que permanece. Y son tan distinguibles como el yeso y el queso. Jesús dijo que eran tan diferentes como la luz de las tinieblas o la sal de la corrupción. No estamos haciendo ningún trabajo por nosotros mismos, ni por Dios, ni por la gente de nuestro tiempo cuando tratamos de minimizar estas diferencias.

El ser diferente es uno de los temas básicos del sermón de la montaña. Y Jesús lo pronuncia bajo el supuesto que sus seguidores son diferentes y nos envía a ser diferentes sin avergonzarnos en ello. Quizás la mayor tragedia de la iglesia durante su larga y variopinta historia a sido su tendencia a acomodarse con la cultura imperante en vez de desarrollar una alternancia cultural.

2. Tenemos que darnos permiso para aceptar esta responsabilidad de ser diferentes.

Si creemos en las metáforas de la sal y de la luz y las ponemos en práctica entonces nuestra idiosincrasia no la podemos esconder. Cuando Jesús hace su discurso después del pronombre “vosotros” sois la sal de la tierra o la luz del mundo, pone una condición lógica “por lo tanto” no podemos hacer las cosas como si no fuéramos responsables de nuestra identidad. Y es que tenemos que ser lo que somos. Somos la sal y tenemos que hacer lo posible por dar sabor o evitar que las cosas se corrompan. Somos la luz y no podemos dejar de dar luz por más que el miedo o la pereza toquen a nuestras puertas.

¿Qué palabras tenemos para las personas que se sientes pérdidas y abandonadas por el mundo? ¿Qué podemos hacer contra la frustración, la alienación y el individualismo? Algunos suelen decir que están cansados, que son viejos, que somos pocos. Pero la realidad es que como creyentes en Dios hemos perdido la confianza en el poder del evangelio de Cristo.

Pero la realidad es que no estamos impotentes. Y es que tenemos a Jesús, sus buenas noticias, sus ideales, su poder.

3. Nuestra responsabilidad es doble.

¿Qué tienen en común la sal y la luz? Las dos se dan y se gastan. Pero esto es lo opuesto a los sistemas religiosos o de fe contemporáneos que está centrado en el individuo. La sal tiene una función negativa impide que una cosa se deteriore. La luz tiene una función positiva ilumina las tinieblas.

Así que los discípulos de Jesús han de tener una doble finalidad en el mundo: impedir que las cosas se deterioren e iluminar la oscuridad. Algunas personas han visto en el uso de estas metáforas la doble acción de la misión de la iglesia: la evangelización y la acción social.

Dios nos destinó para penetrar en el mundo, para frotarnos con el. Para evitar su enfermedad y corrupción, no para quedarnos en nuestros cómodos saleritos eclesiásticos. Ya sé que es fácil condenar y criticar al mundo y las cosas males que hace. De hecho la iglesia se ha especializado en nombrar las cosas malas que hay fuera. ¿Pero donde estábamos cuando las cosas comenzaron a ir mal? ¿Podemos echarle la culpa al bacalao de su deterioro sino lo salamos?

¿Qué significa en la práctica ser la sal de la tierra? Pues podría decir en primer lugar que significa ser valiente y sinceros a la hora de condenar el mal. Si queremos ser referenciales, ser una opción de fe, si deseamos ayudar a las personas entonces tendremos que frotar sus heridas hasta que duela, decir lo que están haciendo mal, denunciar lo que no está bien. Ser diferentes en el trato que le da el mundo.

Y es que no es lo mismo chocar con un iceberg que con un cubito de hielo.

martes, 11 de mayo de 2010

El maltrato emocional. Parte II

Las emociones y yo
Tema 9

I. Introducción

En las Escrituras podemos encontrar muchas cosas que nos den aliento o nos desanimen. Podemos encontrar por ejemplo la idea de que Dios tiene un plan para la vida de cada uno de nosotros. Pero no siempre ese plan ha podido realizarse sin tropiezos ni escollos. Muchas de nuestras biografías están llenas de ejemplos de cómo esto ha sido así. Les invito a mirar en la epístola a los Efesios, capítulo 2, versículo 10, antes de continuar:

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Aunque Dios tenía un plan de antemano, hemos acabado sufriendo maltratos o hemos hecho sufrir a alguien. Pero esta, no es la voluntad de Dios, de ninguna manera y es algo que debemos comprender ahora. Dios no se complace en el sufrimiento. Dios no necesita nuestro sufrimiento. El sufrimiento es ajeno a la idea que tenemos de Dios. ¡Pero estamos dañados! ¿Qué podemos hacer?

La intención de este estudio es dar las herramientas para aceptar la idea de que sólo El tiene el poder para restaurarnos. Para ver lo que habíamos perdido ya fuera por nuestra culpa o por culpa ajena.

II. Regrese al punto de partida.

Hay veces en que nuestra memoria está completamente bloqueada por los acontecimientos que nos pasan. Cuando esto ocurre, es posible que tengamos que regresar y resolver la situación que hemos dejado atrás. Para caminar hacia delante nuestro pasado no nos debe pesar. También puede existir el caso de que no somos capaces de recordar cosas que nos han acontecido. Eso no nos debe molestar. Hay ciertas cosas que es mejor no rememorar ni recordar. Y es que hay días en que Dios nos bendice con la habilidad de poder dejar ciertas cosas en el olvido.

Hay personas que han buscado, o siguen haciéndolo, sanidad emocional sumergiéndose en el subconsciente y sacando a la luz todos los recuerdos hirientes de su vida. Esto puede ser un ejercicio peligroso. La línea que separa la vida de gratitud de la de la amargura suele ser muy delgada.

III. El mal encaminado hacia el bien.

Dios no puede cambiar lo que nos ha sucedido; pero si puede cambiar las consecuencias de nuestras experiencias. La historia de José, puede ser una buena imagen de ello. José toca este tema cuando habla con sus hermanos en Génesis 50:
20 Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente.

Tenemos que dejar ir las cenizas de nuestro pasado. No debemos mantenerlas cerca para tenerlas a la hora de llorar. Hoy es un nuevo día. No hay tiempo para seguir lamentándose. El pasado no tiene futuro.

IV. El equilibrio y la estabilidad emocional.

Cuando somos equilibrados emocionalmente estamos en el camino de la sanidad. Cuando hemos sido maltratados, cuando hemos sufrido pérdidas, cuando nos hemos sentido minusválidos, cuando nos sentimos culpables, cuando hemos experimentado el fracaso no sólo nuestra mente está afectada, sino que lo están por igual nuestras emociones.

¿Murió Jesús para sanar nuestras emociones? ¿O esto es un trabajo nuestro? ¿Qué tu crees?

jueves, 6 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

El maltrato emocional. Parte 1

Las emociones y yo
Tema 9:

I. Introducción

Hasta el día de hoy hemos estado reflexionando sobre el porque no dejarnos dominar por las emociones y como hallar sanidad para las heridas emocionales. Hoy quizás necesitamos avanzar un poco en el tema de la restauración. Y cuando hablo de restauración estoy hablando de mente, voluntad y de emociones.

Durante siglos se ha utilizado el salmo 23 para confortar. Y la palabra confortar entre otras definiciones significa dar fuerzas. Leamos unos versos:

1 El Señor es mi pastor;
nada me falta.
2 Me hace descansar en verdes pastos,
me guía a arroyos de tranquilas aguas,
3 me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos
haciendo honor a su nombre

Aquí se nos declaran algunas cosas que con el trajín cotidiano acabamos por olvidarnos. Es Dios quien nos guía, quien nos da de comer, quien nos hace descansar y quien nos da el reposo.

Es por medio del alma que el cuerpo se comunica con el mundo exterior. Es por medio del espíritu que nos comunicamos con Dios. Basta una rotura o una herida en estos elementos y nuestra apreciación del mundo o de Dios será deformada.

II. Lo que sabemos del maltrato emocional

Es aquel conjunto de manifestaciones crónicas, persistentes y muy destructivas que amenazan el normal desarrollo psicológico del niño o el adulto. Estas conductas comprenden insultos, desprecios, rechazos, indiferencia, confinamientos, amenazas, en fin, toda clase de hostilidad verbal hacia una persona. Este tipo de maltrato, ocasiona que en los primeros años de vida, ésta no pueda desarrollar adecuadamente el apego, y en los años posteriores se sienta excluido del ambiente familiar y social, afectando su autoestima y sus habilidades sociales.

III. Tipos de maltrato emocional

a) Rechazo. Ocurre cuando se niega a reconocer la presencia o valor de una persona. Esto se logra comunicándole a la persona que el o ella es inferior y devaluando sus pensamientos y sentimientos. Por ejemplo tratando a un hijo/a y/o esposo(a) de manera indiferente que al resto de sus familiares de alguna manera injusta o que denote desagrado por el hijo(a) y/o esposo(a) en cuestión.
b) Degradación. Esto ocurre cuando se utiliza un comportamiento ofensivo, como ridiculizar, apodar, imitar e infantilizar a la persona en cuestión. Su propósito es disminuir la dignidad y valor de la persona y afecta su sentido de identidad en una manera desfavorable. Algunos ejemplos son: gritar, usar palabras obscenas, humillar públicamente o etiquetar a la persona como estúpida, imitar alguna discapacidad o tratar a la persona como si fuera menor de lo que es y no dejarlos tomar decisiones normales para alguien de su edad.
c) Intimidación y atemorizar. Se evoca un miedo extremo en la persona, por medio de la intimidación. Puede incluir poner o amenazar con poner a la persona en un ambiente peligroso o incomodo. Algunos ejemplos: hacer a un niño ver violencia perpetrada en personas a las que el niño quiere o alguna mascota, amenazar con abandonar o matar a un niño, amenazar con dañar las pertenencias de alguien, perseguir. Tiene importancia desde el punto de vista psicopatológico en lo que se denomina estrés postraumático
d) Reclusión. La reclusión se refiere a limitar la libertad de una persona para desenvolverse en una relación normal con otros. Puede incluir un confinamiento físico.
e) Corrupción y explotación. La corrupción se basa en entrenar a una persona para aceptar ideas o un comportamiento que no es legal o que va en contra del contexto cultural. La explotación se basa en usar a una persona para ganar algo. Algunos ejemplos: abuso sexual infantil, permitir que un niño vea pornografía, permitir que un niño use alcohol o drogas, involucrar a una persona en el comercio sexual.
f) Indiferencia emocional. Esto supone no proveer cuidados de una manera sensible y se manifiesta mostrándose no involucrado e indiferente para con la víctima, interactuando solamente cuando es necesario e ignorando las necesidades mentales y emocionales de la persona. Algunos ejemplos: Ignorar los intentos de un niño por interactuar, no demostrar cariño hacia un hijo, tratar a alguien como si fuera un objeto o un trabajo por terminar.

Continuará…