martes, 30 de junio de 2015

¿Por qué el fundamentalismo?

En primer lugar, habría en mi opinión que distinguir entre un fundamentalismo como mero posicionamiento teológico y un fundamentalismo como fenómeno sociológico con implicaciones religiosas y políticas, refiriéndonos, como ya he comentado, siempre al fundamentalismo cristiano, y sobre todo el que se produce dentro del ámbito protestante. El fundamentalismo como posicionamiento teológico fue una reacción a principios del s. XX en Estados Unidos frente a los posicionamientos teológicos liberales. Desde entonces se producirá un enfrentamiento dicotómico entre fundamentalismo y liberalismo, parece que no hay lugar para la disidencia en ninguno de los dos bandos, automáticamente o eres liberal o eres fundamentalista. Aunque en realidad entre esos dos extremos hay una amplia gradación de posicionamientos teológicos. 
En cualquier caso, el fundamentalismo hace referencia a lo que se considera “lo fundamental”. De hecho el término se adopta cuando en Estados Unidos se publican una serie de artículos en la que se expresan “los fundamentos de la fe cristiana”. Estos fundamentos se definieron en cinco puntos, a saber: 
• La Biblia es literalmente la verdad e inerrante. 
• La concepción virginal y la deidad de Cristo, en su doble naturaleza divina y humana. 
• La expiación sustitutiva de Jesucristo en la cruz. 
• La resurrección corporal de Jesús.
• La autenticidad de los milagros de Jesús tal y como se registran en las Escrituras, y la literal segunda venida de Cristo. 
Como podemos apreciar el fundamentalismo como posicionamiento teológico viene a ser un reduccionismo, en realidad como toda orientación teológica, sobre aquello que se considera “lo fundamental” de la fe cristiana. La razón por la que se señalan estos fundamentos y no otros es porque estos eran los temas candentes a principios de s. XX en el panorama teológico norteamericano y europeo, debido a los planteamientos de la teología liberal. Ahora bien, lo que me gustaría señalar es que el fundamentalismo como posicionamiento teológico me parece posible, legítimo y respetable. 
Es tarea importante de la teología comprender la fe y explicitar lo que es importante y por qué lo es, en esto no veo ningún problema, ni considero que tuviera que haberlo, siempre y cuándo se acepte, al menos como posibilidad, que haya otras aproximaciones teológicas, igualmente posibles, legítimas y respetables. Fundamentalismo como fenómeno sociológico Sin embargo, el fundamentalismo teológico se trasmuta en un fenómeno sociológico. Aquí ya no nos encontramos con argumentos teológicos y bíblicos que pueden ser discutidos, opinables, pensados, estudiados y rebatidos, sino con un fenómeno sociológico que como tal crea una identidad que sirve para definir grupos, congregaciones e incluso amplios sectores de la sociedad. ¿Qué ocurre entonces? Que los principios teológicos se convierten en elementos de identidad y por tanto de exclusión o de inclusión al grupo al que adscriben. 
La teología se pone al servicio de la política en el sentido más restrictivo de la palabra, es decir, de lo partidista. En este sentido lo teológico se seculariza y fundamentalista o liberal ya no definen solo pensamientos teológicos, sino que catalogan personas a las que se acepta o se rechaza por el mero hecho de llevar una etiqueta. He distinguido entre un fundamentalismo teológico y un fundamentalismo sociológico porque considero que el segundo es potencialmente peligroso, mientras que el primero es solo potencialmente debatible. ¿Cómo se produce entonces el paso de un fundamentalismo teológico a uno sociológico? Básicamente pienso que el fundamentalismo puede definirse como aquella parte del pensamiento cristiano al que se le ha indigestado la modernidad. Y esto no pretende ser ni un chiste ni una caricatura sino una expresión gráfica de lo que esencialmente está detrás del fundamentalismo. Desde el s. XIX, cuando el conocimiento científico comienza a aumentar y tener altas cotas de popularización, así como influido por las corrientes filosóficas imperantes en el contexto que surge de la Ilustración, hacen que la comprensión de la fe cristiana necesite ser repensada. Esto es lo que la teología liberal intenta hacer con mayor o menor acierto, según pueda opinarse, sin embargo, hay un componente conservador dentro del pensamiento cristiano que se opone a cualquier cambio en la comprensión de la fe cristiana. 
Este cristianismo al que se le indigesta la modernidad deviene en fundamentalismo. Como el fundamentalismo rechaza la modernidad acríticamente, el fundamentalismo también rechaza la sociedad que surge de la modernidad. Pero como la sociedad a principios del s. XX es ya mayoritariamente moderna lo que hace es distinguirse de ella, creando una identidad socio-cultural propia basada en principios teológicos. Como no gusta la realidad de la sociedad que se observa y en la que se vive se crea una realidad paralela. Por eso el fundamentalismo como fenómeno sociológico crea una realidad paralela al conjunto de la sociedad. Si en las universidades se enseña, se desarrolla y se produce un conocimiento científico y filosófico con el que no se está ideológicamente de acuerdo, se crean unas universidades propias a las que además se califican como “cristianas”. Del mismo modo se crean colegios e institutos también cristianos, todos ellos impulsados por la agenda fundamentalista. De igual manera se crean parques temáticos dedicados a las tesis creacionistas. Al mismo tiempo se crea toda una industria de cultura y ocio “cristiana”, con películas, música, libros todos ellos “cristianos” para distinguirse del resto de la sociedad liberal y secularizada. 
Sin embargo, como ya apuntamos anteriormente el fundamentalismo con su literalismo bíblico le debe mucho más a la modernidad de la Ilustración de lo que en principio asume. El igualar verdad con veracidad histórica, solo lo que es históricamente comprobable es cierto, así como un sentido positivista de la verdad, solo aquello que es científicamente comprobable es cierto, son partes inherentes de las tesis fundamentalistas.
Y esto evidentemente se debe al paso por la modernidad, porque lo queramos o no nuestra sociedad y nuestro pensamiento están configurados por la misma, otra cosa es que tengamos capacidad crítica con ello, pero ése es otro tema.  Esta incoherencia en el pensamiento fundamentalista, una reacción contra la modernidad desde patrones modernos que no son asumidos conscientemente, puede explicarse desde un modelo sociológico que se llama disonancia cognitiva, vamos a tratarlo brevemente. Se produce una disonancia cognitiva cuando dos elementos dentro de un sistema de pensamiento o de creencias se revelan como incompatibles. Pongamos un ejemplo, si partimos de la premisa de que solo lo que es histórica y científicamente cierto es verdadero y la ciencia descubre que el universo no tiene 6500 años, como una supuesta cronología bíblica pareciera establecer, sino 13700 millones de años, una de dos, o la Biblia se equivoca o se equivoca la ciencia. Así vemos como en el pensamiento del fundamentalista se produce esta disonancia cognitiva, da relevancia tanto a la ciencia como a la Biblia pero según la comprensión que tiene de ambas se produce un conflicto, así que esta tensión debe resolverse de alguna manera. Evidentemente la disonancia cognitiva no es algo que se produzca solo en aquellos que se reconocen como fundamentalistas, solo estamos usando este modelo para intentar explicar cómo es posible que en las tesis fundamentalistas convivan elementos que en principio son antagónicos. 
Como hemos dicho, la tensión que se produce en un sistema de pensamiento cuando dos o más elementos entran en contradicción debe resolverse, porque de lo contrario la coherencia de todo el sistema se ve amenazada. La estrategia más habitual para resolver cualquier disonancia cognitiva es adquirir y ampliar nuevos conocimientos que hagan modificar uno o los dos elementos que han entrado en conflicto. Si parece que hay una contradicción entre Biblia y ciencia, tal contradicción podría resolverse si los conocimientos acerca de la Biblia se amplían y se modifican, que es lo que ha hecho los estudios histórico-críticos durante más de dos. La disonancia cognitiva y los creacionistas estadounidenses, siglos, o si adquirimos nuevos conocimientos científicos, que es propio de la ciencia a medida que ésta avanza, esto debería ser suficiente para resolver cualquier contradicción entre ambas. 
Sin embargo, esto no es posible para el fundamentalista porque la Biblia es un conjunto de conocimientos estable y cerrado cuya comprensión no puede alterarse. Y todo lo que dice la ciencia debe concordar con lo dicho previamente por la Biblia cuyo estatus, por ser de inspiración divina, es superior. ¿Cómo resuelve el fundamentalista su disonancia cognitiva? Quitándole la etiqueta de científico a aquello a lo que quiere desacreditar y tildándolo de ideológico o de religioso. Así manifiestan que el evolucionismo no es ciencia sino mero posicionamientos ideológico que raya en lo religioso, y sin embargo, por el contrario, la construcción argumental que usan para apoyar las tesis creacionistas son calificadas como verdadera ciencia. Así se resuelve la disonancia cognitiva, parte de la ciencia que se practica en las universidades “no cristianas” es pseudociencia cuando no es “mera filosofía”, con toda la carga peyorativa que tendría la designación (vuélvase a observar lo dicho, lo filosófico se rechaza porque no concuerda con un sentido positivista de la ciencia), mientras que la ciencia practicada en las universidades “cristianas” en concordancia con lo que dice la Biblia es verdadera ciencia. Y de esta manera hemos creado una realidad paralela en la que solo tienen cabida aquellos con premisas fundamentalistas. 
¿Es peligroso el fundamentalismo? El fundamentalismo teológico cuando se convierte en fenómeno sociológico contiene en sí mismo elementos que lo pueden hacer potencialmente peligroso. El elemento que hace problemático al fundamentalismo es su carácter excluyente. El fundamentalismo por ser un conjunto cerrado de conocimientos no admite un factor de autocorrección que sí está presente en cualquier disciplina académica-científica. Las premisas fundamentalistas no pueden admitir que ninguna de sus premisas sea falsa o errónea porque sus presupuestos están alineados completamente con la revelación divina, sin hacer ningún tipo de distinción entre interpretación y Escrituras, o entre éstas y la Palabra de Dios. 
Cuando este carácter excluyente sin dar cabida a elementos de equilibrio se instala en un entorno social con capacidad económica y política, capaz de llevar a realización práctica las consecuencias de sus presupuestos ideológicos, la exclusión de aquellos que no están identificados adecuadamente está servida. Ahí radica la potencialidad peligrosa de todo fundamentalismo. 
¿Por qué se hace alguien fundamentalista? Evidentemente no hay pretensión de dar explicación de todos los elementos que podrían responder a una pregunta como ésta, pero básicamente lo que pretendemos analizar es cómo es posible que algunas personas admitan un sistema de pensamiento que no les permite salirse de él en ningún momento. Como dijo Max Weber “el hombre es un animal que está suspendido en redes de significación que él mismo ha tejido . Aquellos que podrían identificarse como fundamentalistas en muchas ocasiones no se identificarán como tales, ya que en muchas ocasiones las etiquetas son asignadas desde afuera, pero al construir un sistema cerrado de pensamiento lo que se pretende es blindarlo de posibles ataques externos. Es decir, el fundamentalista busca por encima de todo, seguridad psicológica. Frente a un mundo social en constante cambio en el que las certezas tradicionales parecen que se tambalean, en el que es difícil sustituir las antiguas fidelidades por otras nuevas, o en el que las identidades habituales están constantemente en entredicho, se busca un sistema de pensamiento que ofrece por encima de cualquier otra consideración seguridad. 
En el pensamiento fundamentalista está claro lo que hay que creer y pensar, está claro quién es el enemigo, lo liberal, y está claro contra lo que hay que reaccionar, aquella modernidad que se pretende combatir. El problema es que la vida diaria no está compuesta exclusivamente de ideas o de patrones de pensamiento, sino que la vida del día a día está compuesta principalmente por personas, también en la vida de las iglesias. Dado que en las filas fundamentalistas no existe la disidencia, lo que en definitiva está en juego es qué  personas son admitidas y cuáles son excluidas; puede ser en el ámbito de la iglesia o de la sociedad, pero al final quienes sufren son personas de carne y hueso. Las ideas no lloran, solo las personas. 

Sergio Simino Serrano

lunes, 29 de junio de 2015

Esos pequeños templos nuestros de plata

Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 19: 21-40

Comienza la quinta y última parte del libro de los Hechos, donde se narra el fin de las misiones y el encarcelamiento de Pablo.
En el pasaje que aquí nos ocupa, Lucas nos cuenta una de tantas revueltas provocadas por la ambición de algunos y el temor de que el cristianismo los obligara a cambiar de vida y a perder las jugosas ganancias que obtenían engañando a otros.

19, 21 DESPUÉS DE ESTOS SUCESOS, PABLO TOMÓ LA DECISIÓN DE IR A JERUSALÉN PASANDO POR MACEDONIA Y ACAYA. Y DECÍA: 'DESPUÉS DE ESTAR ALLÍ HE DE VISITAR TAMBIÉN ROMA.'
Todavía no ha terminado Pablo su tarea en Éfeso, y ya se ocupa con nuevos planes. Ante sus ojos se extiende un imponente arco desde Éfeso, por Macedonia, Grecia y Jerusalén hasta Roma. No era sólo la solicitud pastoral lo que le movía a emprender el viaje a Macedonia y Grecia, sino también un asunto muy concreto, a saber, el interés en hacer una colecta para los hermanos de Jerusalén. En 1Cor 16, 1-4; y sobre todo en 2Cor 8-9 se habla de ello apremiantemente..

19, 22 ENVIÓ A MACEDONIA A DOS DE SUS AUXILIARES, TIMOTEO Y ERASTO, MIENTRAS ÉL SE QUEDABA ALGÚN TIEMPO EN ASIA.
Pablo sabe delegar, y cuenta ya con creyentes bien preparados a los que puede enviar, con toda confianza, a continuar su tarea evangelizadora.

19, 23 POR ENTONCES SE PRODUJO UN TUMULTO NO PEQUEÑO CON MOTIVO DEL CAMINO.
Como Jesús lo anunció, los que quieran ser Sus discípulos e ir por el mundo en Su nombre, enfrentan dificultades y franca oposición.

19, 24 CIERTO PLATERO, LLAMADO DEMETRIO, QUE LABRABA EN PLATA TEMPLETES DE ARTEMISA Y PROPORCIONABA NO POCAS GANANCIAS A LOS ARTÍFICES,
Los testimonios de la literatura y de la arqueología confirman el extenso culto de la Ártemis de los efesios, su imponente templo, el Artemision, celebrado como una de las siete maravillas del mundo, y su célebre efigie. La diosa Artémide de Efesio no era la misma Artémide griega (Diana para los romanos), con la que sólo tiene en común el nombre. Se trataba de una diosa oriental de la fecundidad. El ídolo representa a la diosa con muchos senos y con la cabeza coronada de torres (lo que la da a conocer como diosa de la ciudad); detrás de la cabeza un disco señala que se trata de una divinidad lunar. Cabeza, manos y pies estaban talladas en madera de ébano.
El templo  era una gigantesca y sólida construcción de 133 metros de largo por 69 de ancho; el techo descansaba sobre 128 columnas de 19 metros de altura.

19, 25 REUNIÓ A ÉSTOS Y TAMBIÉN A LOS OBREROS DE ESTE RAMO Y LES DIJO: 'COMPAÑEROS, VOSOTROS SABÉIS QUE A ESTA INDUSTRIA DEBEMOS EL BIENESTAR; 19, 26 PERO ESTÁIS VIENDO Y OYENDO DECIR QUE NO SOLAMENTE EN ÉFESO, SINO EN CASI  TODA EL ASIA, ESE PABLO PERSUADE Y APARTA A MUCHA GENTE, DICIENDO QUE NO SON DIOSES LOS QUE SE FABRICAN CON LAS MANOS.
En Éfeso se había instalado una industria de objetos piadosos para ofrecer a los peregrinos la oportunidad de procurarse recuerdos de la peregrinación con una reproducción reducida del Artemision y de la efigie de la diosa. Esto se comprende sin necesidad de dar explicaciones. También es humanamente comprensible que al disminuir la demanda, se reuniera en una manifestación de protesta el gremio que se sentía perjudicado.
El razonamiento de Demetrio prueba que sabe muy bien que lo que fabrican sus manos no son dioses, pero se hace el indignado, el ofendido, la víctima, anticipando la rebelión que provocará con su causa.

19, 27 Y ESTO NO SOLAMENTE TRAE EL PELIGRO DE QUE NUESTRA PROFESIÓN CAIGA EN DESCRÉDITO, SINO TAMBIÉN DE QUE EL TEMPLO DE LA GRAN DIOSA ARTEMISA SEA TENIDO EN NADA Y VENGA A SER DESPOJADA DE SU GRANDEZA AQUELLA A QUIEN ADORA TODA EL ASIA Y TODA LA TIERRA.'
Lo más fácil para hacer que una multitud se levante y actúe de inmediato es instigar odio en ella. Hallar una causa común -en este caso la fe en Artemisa- y advertir que alguien quiere acabar con ella. Eso basta para encender la mecha.

19, 28 AL OÍR ESTO, LLENOS DE FUROR SE PUSIERON A GRITAR: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Los ahí presentes, la mayoría auténticos creyentes en Artemisa se sienten furiosos ante la posibilidad de que alguien atente contra la diosa que adoran.

19, 29 LA CIUDAD SE LLENÓ DE CONFUSIÓN. TODOS A UNA SE PRECIPITARON EN EL TEATRO ARRASTRANDO CONSIGO A GAYO Y A ARISTARCO, MACEDONIOS COMPAÑEROS DE VIAJE DE PABLO.
En el teatro "se convocaban las asambleas populares. Las ruinas de este teatro fueron descubiertas recientemente. En sus 66 hileras de asientos daba cabida a 24, 500 espectadores.
Una vez más sucede que al no hallar a Pablo, los enardecidos pobladores apresan a sus allegados.
19, 30 PABLO QUISO ENTRAR Y PRESENTARSE AL PUEBLO, PERO SE LO IMPIDIERON LOS DISCÍPULOS. 19, 31 INCLUSO ALGUNOS ASIARCAS, QUE ERAN AMIGOS SUYOS, LE ENVIARON A ROGAR QUE NO SE ARRIESGASE A IR AL TEATRO.
Como ya se sabe, una masa enardecida es peligrosísima. En segundos lincha, aplasta, arrasa sin control. Los discípulos y amigos de Pablo hacen bien en evitar que se ponga en riesgo de que lo mate la turba.
asiarca. Era el sumo sacerdote de la provincia de Asia. Le competía presidir la asamblea de la provincia, velar por el culto del emperador y por los juegos públicos. Su cargo tenía duración de un año, pero como conservaba el título aun después de cesar en sus funciones, era factible que hubiera varios 'asiarcas'.

19, 32 UNOS GRITABAN UNA COSA Y OTROS OTRA. HABÍA GRAN CONFUSIÓN EN LA ASAMBLEA Y LA MAYORÍA NO SABÍA POR QUÉ SE HABÍAN REUNIDO.
Lucas nos hace ver que en esta revuelta hay mucha gente que ha sido prácticamente 'acarreada' y que no tiene ni idea de qué hace ahí.

19, 33 ALGUNOS DE ENTRE LA GENTE ALECCIONARON A ALEJANDRO A QUIEN LOS JUDÍOS HABÍAN EMPUJADO HACIA DELANTE. ALEJANDRO PIDIÓ SILENCIO CON LA MANO Y QUERÍA DAR EXPLICACIONES AL PUEBLO. 19, 34 PERO AL CONOCER QUE ERA JUDÍO, TODOS A UNA VOZ SE PUSIERON A GRITAR DURANTE CASI DOS HORAS: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Tal parece que "el judío Alejandro intentó hablar en favor de los de su raza y explicar que Pablo no formaba parte de la comunidad judía; creía necesario hacer esta aclaración, para evitar que el motín fuese a parar en una persecución abierta contra los judíos. Pero la multitud exaltada que lo reconoce como judío, le impide hablar.

19, 35 CUANDO EL MAGISTRADO LOGRÓ CALMAR A LA GENTE, DIJO: 'EFESIOS, ¿QUIÉN HAY QUE NO SEPA QUE LA CIUDAD DE LOS EFESIOES ES LA GUARDIANA DEL TEMPLO DE LA GRAN ARTEMISA Y DE SU ESTATUA CAÍDA DEL CIELO? 19, 36 SIENDO, PUES, ESTO INDISCUTIBLE, CONVIENE QUE OS CALMÉIS Y NO HAGÁIS NADA INCONSIDERADAMENTE.
Astutamente el magistrado comienza dándoles la razón a los seguidores de Artemisa. Eso calma los ánimos (además de por sí deben haber estado cansadísimos y roncos tras gritar ¡dos horas seguidas!).

19, 37 HABÉIS TRAÍDO ACÁ A ESTOS HOMBRES QUE NO SON SACRÍLEGOS NI BLASFEMAN
CONTRA NUESTRA DIOSA.
Ya con la multitud más serena, les hace ver que ni Gayo ni Aristarco han hecho nada malo. Puede uno imaginarse la cara de los ahí presentes, mirándose unos a otros y dándose cuenta de que todo ese alboroto ha sido por nada pues en efecto ninguno los ha oído blasfemar contra su diosa Artemisa.

19, 38 SI DEMETRIO Y LOS ARTÍFICES QUE LE ACOMPAÑAN TIENEN QUEJAS CONTRA ALGUNO, AUDIENCIAS Y PROCÓNSULES HAY; QUE PRESENTEN SUS RECLAMACIONES, 19, 39 Y SI TENÉIS ALGÚN OTRO ASUNTO, SE RESOLVERÁ EN LA ASAMBLEA LEGAL. 19, 40 PORQUE, ADEMÁS, CORREMOS PELIGRO DE SER ACUSADOS DE SEDICIÓN POR LO DE HOY, NO EXISTIENDO MOTIVO ALGUNO QUE NOS PERMITA JUSTIFICAR ESTE TUMULTO. DICHO ESTO DISOLVIÓ LA ASAMBLEA.

El magistrado propone que las cosas se resuelvan por la vía legal, pero como no hay caso en realidad, todo queda en nada. Claro que el susto que pasaron los pobres de Gayo, Aristarco, Alejandro y el propio Pablo ha de haber sido mayúsculo, pero con la confianza en Dios que los caracteriza, seguirán adelante.

miércoles, 24 de junio de 2015

La traducción de la Biblia: clave para la misión cristiana

Los estudiosos de la misión cristiana señalan al siglo veinte como el tiempo en el cual la Iglesia habría alcanzado un grado de universalidad mayor que nunca antes en su historia. Hoy se puede afirmar que el Cristianismo ha llegado a ser una realidad global, esparcida por todas las regiones del planeta, y al mismo tiempo arraigada en una inmensa variedad de culturas. Una manera de medir el grado de globalidad alcanzado, al mismo tiempo que el arraigo de la fe cristiana en las culturas a las que ha llegado, es la consideración del número de lenguas a las cuales ha sido traducida la Biblia, el libro cristiano por excelencia. El impulso hacia la traducción de la Biblia acompaña el impulso misionero por compartir el Evangelio y la traducción busca que la buena noticia del Evangelio sea escuchada y leída en la lengua propia de sus destinatarios, lo cual permitirá el arraigo de la fe en la cultura de éstos. 
Según el informe más reciente ofrecido por las Sociedades Bíblicas Unidas en el año 2015, la Biblia completa está traducida a más de 500 idiomas, el Nuevo Testamento a otros 1300. Hay un total de 2,650 lenguas en las cuales hay alguna parte de la Biblia o toda ella traducida. Ningún libro o autor han alcanzado ese grado de universalidad. Cada año el número de traducciones aumenta y se estima que hay unos setecientos proyectos de traducción en marcha, lo mismo que revisiones y actualizaciones, especialmente en lenguas como el castellano o inglés, que van cambiando rápidamente. 
La misión cristiana Los cristianos viven dentro de la tensión de una paradoja al dar cuenta de la vida y obra de Jesucristo, la persona que es el centro de su fe y su mensaje. Los Evangelios, libros que se ocupan de la práctica y el mensaje de Jesús tienen abundancia de detalles que nos permiten ubicarlo en una cultura, un tiempo y espacio determinados. Jesús es un judío de la ciudad de Nazaret que muere crucificado fuera de Jerusalén, bajo el poder del gobernador romano Poncio Pilato, en el siglo primero de nuestra era. Por otra parte según los Evangelios Jesús mismo enseña que su mensaje es de alcance universal, y comisiona a sus seguidores a proclamar dicho mensaje, en un itinerario que va desde Jerusalén hasta los confines del mundo. Las iglesias han vivido esta tensión entre la intensa particularidad de su arraigo en una cultura y por otro lado la vocación de universalidad que es esencial a su mensaje. Esta tensión es como un principio dinámico que mueve la misión cristiana. Y consideramos que nosotros, cristianos del siglo veintiuno, arraigados en nuestra cultura ibérica, latinoamericana, africana o coreana, por ejemplo, somos deudores a ese movimiento transcultural propio de la misión cristiana que lleva veinte siglos recorriendo el planeta. 
El término “misión” puede ser entendido en varios sentidos. En un sentido amplio misión tiene que ver con la presencia y testimonio (marturia) de la Iglesia en una sociedad, la forma en que la Iglesia es una comunidad cuyos miembros encarnan un estilo de vida solidario, según el ejemplo de Jesucristo (koinonia), el culto que la comunidad rinde públicamente a Dios (leitourgia), el servicio a las necesidades humanas que la comunidad emprende (diaconia), la función profética de confrontar a las fuerzas del mal que destruyen a las personas y las sociedades (profeteia). Todo ello cabe dentro de la misión de la Iglesia. 
En sentido más específico, misión hace referencia al impulso de la Iglesia cristiana a llevar el mensaje de Jesucristo (kerygma) hacia los cuatro puntos cardinales. La Iglesia toma plena conciencia de que ha sido formada y enviada al mundo con un propósito. La palabra misión deriva de la raiz latina mittere que significa "enviar". En las tres últimas décadas del siglo veinte entre los cristianos se dio un debate sobre el concepto de misión determinado por la nueva situación misionera en el mundo. El crecimiento de las iglesias en el hemisferio sur y su declinación en Europa, antes baluarte del cristianismo, llevó a una crítica del concepto que reducía la misión a la actividad apostólica cristiana en territorios distantes, donde la iglesia todavía no había llegado. 
Se ha dado un cambio de paradigma. Las iglesias recuperan su vocación misionera no sólo en tierras lejanas sino en todo el mundo, comenzando en su propio medio ambiente, y dentro de esa vocación recupera un sentido de la importancia de la evangelización. En el protestantismo ecuménico que había ido ampliando el sentido del término misión casi hasta el punto de dejar de lado la evangelización hay un regreso a ésta. En el protestantismo evangélico a su vez, en el cual había predominado el referente evangelizador, lo que hacía falta era recuperar la dimensión integral u holística, lo cual sucedió con el movimiento de Lausana (1974). Así pues se ha redescubierto el sentido de "presencia" y "servicio" en el mundo que han de caracterizar a la misión cristiana, y se ha redescubierto también el particular sentido de anuncio del Evangelio del amor de Dios revelado en Jesucristo cuya muerte y resurrección abren el camino de los seres humanos a la comunión con Dios. Ese es el Evangelio, cuyo anuncio es componente ineludible de la misión. Ese es el Evangelio que cambia vidas y les da sentido, el instrumento que Dios usa para alcanzar a “todas las familias de la tierra” según su propósito. 
Naturaleza misionera transcultural de la verdad cristiana Desde su inicio a partir de Jerusalén, las fronteras geográficas que tendrán que cruzar los apóstoles en la misión están explícitas en el mandato misionero del Maestro, como círculos concéntricos de alcance universal: Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra (Hch 1:8). En la segunda generación misionera que representa el apóstol Pablo se mantiene esta visión global. Escribiendo a los Romanos el apóstol afirma que habiendo predicado en toda la región oriental del Imperio, "desde Jerusalén y por todas partes hasta la región de Iliria" (Rom 15:19), se propone entonces llegar hasta "lo último de la tierra", la distante España donde el continente se acaba. Además, el apóstol afirma también la universalidad de su llamado con referencia a la multiplicidad de culturas de su mundo, cuyas fronteras atraviesa: es deudor a cultos e incultos, instruidos e ignorantes, judíos y gentiles (Rom. 1:13-15). La razón de este constante movimiento es que la naturaleza misma de la fe cristiana la hace misionera. Pablo dice que "la fe resulta de oir el mensaje, y el mensaje llega por la palabra de Cristo" (Rom 10:17). La verdad que salva y da sentido a la vida no es una verdad que cada ser humano trae al mundo, como una chispa que puede avivarse por la práctica religiosa o el conocimiento filosófico. La verdad que salva es siempre una palabra que otro ser humano, un testigo, nos transmite. Quien alcanza salvación al recibir el testimonio está en la obligación de encarnar esa palabra, de reflejar la luz recibida, llegando también a ser luz y compartir la buena noticia. 
La historia de la misión cristiana es la historia de las peripecias de viaje en el cruce de fronteras geográficas. Es también la historia de la aventura de cruzar de una cultura a otra, luchando contra el etnocentrismo y el racismo innatos al corazón humano. Es la historia del continuo y asombrado descubrimiento de "el otro". El judío descubre al "gentil", más allá de Jerusalén; el griego bien educado al "bárbaro" más allá de la frontera del imperio romano, el español al "moro" más allá de la frontera de la cristiandad medieval, el europeo al "indio" y al "asiático" más allá del océano. En sus mejores momentos la misión cristiana parte de esa nueva experiencia de un pueblo nuevo en el cual las viejas fronteras se acaban, porque "Ya no tiene importancia el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús todos sois uno solo." (Gál. 3:28).1 Los que pertenecen a ese pueblo pueden decir auténticamente "Así que nosotros ya no pensamos de nadie según los criterios de este mundo." (2 Cor 5:16). 
El Evangelio: un mensaje que se puede traducir.
La encarnación del Verbo, "Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros" (Jn 1: 14), es un hecho fundamental de la obra salvadora de Dios. Así entendemos que la Palabra se traduce en realidad visible que nuestros ojos pueden ver. El mensaje de esta palabra encarnada puede traducirse a todas las lenguas humanas: ha sido dado y revelado para ser comunicado. Cuando se escribieron los documentos básicos que son los Evangelios se trataba ya de una traducción, puesto que no los tenemos en la lengua aramea que habló Jesús sino en el griego popular, la lengua más difundida en el primer siglo. Esta "traductibilidad" del Evangelio muestra que se trata de un mensaje capaz de alcanzar un grado máximo de universalidad, es decir se trata de un mensaje hecho para ser traducido y compartido. Así el dinamismo del Espíritu que empuja a la Iglesia hacia el cumplimiento de su misión lleva también al pueblo de Dios a un constante proceso de contextualización. El texto va pasando de contexto en contexto. 
De las dos partes de la Biblia cristiana, como se ha dicho, la Biblia judía que los cristianos llaman Antiguo Testamento originalmente fue escrita en hebreo y arameo, y la parte llamada Nuevo Testamento fue escrita en griego. Con frecuencia el Nuevo Testamento cita al Antiguo utilizando una temprana traducción de éste al griego anterior a Jesucristo, llamada Septuaginta. Es materia de debate entre estudiosos la cuestión de si el judaísmo tuvo en algún momento el mismo sentido de misión que el cristianismo. El hecho es, sin embargo, que el exilio judío hizo surgir la necesidad de la traducción. Cuando vinieron nuevas generaciones de judíos exilados que desconocían la lengua hebrea, fue necesario traducir los libros que constituían la memoria e identidad del pueblo de Israel al griego, la lengua vernácula en cuyo ámbito esas nuevas generaciones vivían. Subsistir como pueblo de Dios denotaba ya un sentido de misión y para ello la palabra era fundamental. 
Cuando llegamos al cristianismo es evidente la importancia que se atribuye a la lengua vernácula. Precisamente al ser traducido de manera dinámica a otras lenguas el mensaje alcanza resonancia en un contexto cultural diferente y se da lo que hoy llamamos “contextualización”, término que la antropología cultural ha tomado de la tradición científica de traducción bíblica. Y así comprobamos un hecho irrefutable. Toda lengua y toda cultura son un buen vehículo para el mensaje de la Biblia. No hay alguna lengua, por así decirlo, mas “sagrada” que las demás. No hay nada inefable en el mensaje bíblico, que sólo pueda ser expresado en determinada lengua sagrada. Desde ese punto de vista la historia de la traducción bíblica ha jugado un doble papel, porque como veremos a continuación, opera con dos presuposiciones básicas. 
El impacto cultural de la traducción de la Biblia 
El proceso misionero asociado a la traducción de la Biblia ha relativizado a toda cultura al no privilegiar a ninguna como lengua sagrada para la expresión de su mensaje divino. Así la lengua y la cultura de los primeros misioneros que anunciaron el Evangelio no fueron absolutizadas sino relativizadas, y la misión cristiana se lleva a cabo en un estilo que pone a todas las culturas al mismo nivel a los ojos de Dios. Al mismo tiempo se ha dignificado a toda cultura al considerar que toda lengua puede ser vehículo de dicho mensaje divino. Esto explica el tremendo impacto cultural del mensaje bíblico, ya que la traductibilidad del mensaje también ha dignificado a todas las culturas que ha tocado. De esta manera, un cashibo o un aguaruna de la selva del Perú, puede decir "Dios habla mi lengua", como también lo decimos quienes leemos la Biblia en castellano, inglés, catalán o francés. Esta relativización y dignificación de las lenguas nos permite observar el efecto positivo de la traducción bíblica que enriquece la dignidad humana. 
Sin embargo, hay una tendencia muy humana a absolutizar la propia cultura y considerarla como normativa. Muchas personas que han viajado y vivido en otras culturas diferentes a la suya propia llegan a reconocer, con el tiempo, que esa experiencia les ha enriquecido y también les ha ayudado a ver mejor los valores de la propia cultura. La desabsolutización de la propia cultura es una experiencia por la que tiene que pasar el misionero cristiano, si es que su misión se va a realizar según el modelo de Jesús. Es el proceso de encarnación ejemplificado por el Maestro. Hoy se hace referencia al mismo con el término inculturación. Es el proceso del que escribía el apóstol Pablo “A todos traté de adaptarme totalmente para conseguir, cueste lo que cueste, salvar a algunos.” (1 Cor. 9: 22 La Palabra).La traducción bíblica obliga a ese proceso. Significa la inmersión de una persona en la cultura de otra para aprender su lengua y eso requiere un espíritu de servicio y entrega, y también plantea algunos desafíos. 
Las dificultades de la traducción 
La comunicación de un mensaje aun dentro de una misma lengua no es asunto sencillo puesto que el emisor del mensaje opera desde cierto contexto y el receptor puede vivir en otro contexto. La dificultad aumenta mucho más cuando se pasa de un idioma a otro mediante un proceso de traducción. Cualquiera que esté familiarizado con ese proceso sabe que toda traducción es sólo aproximada, y sin embargo ello no impide que haya comunicación entre los seres humanos. La dificultad no ha paralizado el proceso de comunicación humana y ello nos da esperanza. Ahora bien, imaginemos la dificultad de la traducción de la Biblia al intentar comunicar en sociedades contemporáneas de ámbitos geográficos y culturales muy diversos un mensaje de un texto proveniente de varios siglos anteriores a la llegada de Cristo y del primer siglo posterior al nacimiento de Cristo. 
Si prestamos atención a la historia de la traducción bíblica nos vamos a encontrar con un cuadro que contradice lo que una mirada crítica superficial haría pensar. El período más intenso de traducción de la Biblia ha acompañado la obra misionera protestante. En la historia de los dos siglos más recientes, en los que se desarrolló el movimiento de las Sociedades Bíblicas, puede ubicarse la traducción de la Biblia en el contexto de la expansión comercial y colonial desde el mundo protestante, en particular Gran Bretaña. Por esta asociación entre expansión británica y misiones protestantes, se podría haber visto la traducción bíblica como parte de un proceso de sometimiento de otros seres humanos a la dominación imperialista. Paradójicamente sucedió lo contrario. 
Para poder escuchar al otro cuya lengua es diferente a la mía he de conocer su lengua y su cultura. La traducción bíblica ha representado ante todo eso, una inmersión disciplinada y respetuosa en el mundo del otro, cuya lengua es la expresión más rica de su cultura. Esta inmersión permite al traductor no sólo conocer el vocabulario y la sintaxis del idioma sino el universo de conceptos, actitudes imágenes y figuras que son el mundo del otro, para poder trasladar el mensaje de la Biblia de manera que realmente sea entendido por el otro. 
Este punto lo ilustra bien el caso de Guillermo Carey (1781-1864) un misionero inglés que fue en 1792 a la India. Aunque no tenía educación universitaria, Carey aprendió los idiomas sánscrito y bengalí. Su esfuerzo por aprender estas lenguas lo llevó a otros campos como el de la botánica o el de la literatura en sánscrito. De esa manera Carey no fue solamente un traductor del texto bíblico a estas lenguas sino que tradujo el poema épico Ramayana al inglés para hacerlo conocer en Europa, y escribió trabajos de botánica por medio de los cuales difundió la variedad y riqueza de las plantas de la India desconocidas hasta entonces en Europa. Además contribuyó a un renacimiento de la literatura bengalí en prosa. Carey aprendió un total de dieciséis lenguas que se hablaban en la India y trabajó en la preparación de diccionarios de algunas de estas lenguas. Así pues Carey es un caso típico de lo que pasó y sigue pasando con traductores bíblicos que contribuyen al encuentro entre culturas, al proceso de interculturalidad. 
En otros casos el traductor bíblico ha tenido que reducir a signos escritos los sonidos de una lengua que hasta entonces no tenía escritura, a fin de crearle un alfabeto. Así el alfabeto conocido como cirílico que se usa en las lenguas eslavas como el ruso, es resultado de ese trabajo pionero del siglo noveno que llevaron a cabo Cirilo y Metodio, traductores de textos bíblicos y sagrados a la lengua vernácula de la región morava en el centro de Europa. El resultado es que muchas lenguas en las Américas, Asia y África, han podido librarse de su extinción gracias al trabajo de los traductores de la Biblia. 
En el ámbito de las Sociedades Bíblicas una de las personas que reflexionó creativamente sobre el proceso de traducción de la Biblia fue el Doctor Eugenio Nida, quien unía a su conocimiento magistral de las lenguas bíblicas una formación rigurosa como lingüista y antropólogo. Trabajó en unos 80 países ayudando a traductores de la Biblia y escribió más de treinta libros en los que desarrolló toda una “teoría de la comunicación” para ayudar a traductores y misioneros. En un libro que es una excelente introducción al tema Nida y su colega William D. Rayburn escriben: “…comprender un mensaje es mucho más que simplemente disponer de cierta información. El mensaje tiene sentido sólo a la luz de determinadas estructuras englobantes de pensamiento, las cuales comprenden ante todo las presuposiciones básicas y las creencias de la cultura o subcultura receptora. Sin embargo estos factores no pueden ser considerados hasta tanto no se examine un poco más de cerca el marco del acto comunicativo.” 
Los traductores modernos de la Biblia además de conocer las lenguas bíblicas se preparan para conocer las culturas a cuyas lenguas van a traducirla y para ello les resultan muy útiles ciencias como la Lingüística, la Antropología o la Etnología. Sobre la base de su práctica en la traducción bíblica, personas como el ya mencionado Nida han hecho contribuciones valiosas al desarrollo de las ciencias sociales. Además, gracias a ellos sabemos mucho más hoy acerca del mundo en que se escribió la Biblia y la cultura de sus primeros lectores, lo cual nos ayuda a entender mejor su mensaje para hoy. Traducción de la Biblia y revitalización cultural 
La traducción bíblica ha producido en muchos casos no sólo la dignificación de culturas en diferentes rincones del planeta, sino también una revitalización de las culturas. En la propia Europa se puede advertir ese impacto cultural. Hoy que se estudia tanto los orígenes de la cultura europea se tiene que reconocer que la traducción de la Biblia influyó en la formación de las lenguas nacionales de varios países europeos. Alemania es un caso que sirve de ejemplo. La traducción de la Biblia al alemán que llevó a cabo Martín Lutero y se publicó en 1534, contribuyó a que esa lengua tomara forma definitiva. El pueblo no solamente la habló sino que también la leyó, dado que el reformador alemán insistía en el deber de todo cristiano de leer y estudiar la Biblia y no dejarla en manos de los expertos. Como dice uno de sus biógrafos, “todo alemán ha sido criado con la Biblia de Lutero.” 
Lo mismo esta sucediendo hoy, por ejemplo, con los traductores de la Biblia al idioma de las comunidades nativas de la Amazonia boliviana, peruana y ecuatoriana. Están también creando diccionarios y a veces recolectando el folklore, las leyendas, la literatura que de otro .  modo se perderían. Se conservan como un aporte a la cultura universal gracias a este trabajo que acompaña a la traducción bíblica y que va dignificando cada cultura, al mismo tiempo que difunde el mensaje de Cristo. Este impacto se nota en particular por el contexto de dominación cultural al que están sometidos las minorías indígenas. La traducción de la Biblia les ha permitido adquirir un sentido renovado de identidad y dignidad. Esto ha sucedido entre pueblos tan diversos como los Nagas de la India y los Quichuas de Ecuador. 
En el marco de las misiones cristianas de los siglos diecinueve y veinte, fue en las escuelas misioneras donde los nativos aprendieron a leer la Biblia en su propia lengua, dignificando su cultura. En ellas se formaron los líderes nativos de iglesias autóctonas en las cuales se practicaba formas de relación horizontal conducentes a la democracia. En esas escuelas misioneras se formaron también los líderes políticos que iban a conducir a sus pueblos a la libertad del yugo imperial europeo. Es que la traducción es labor fundamental en la tarea de la convivencia. Eso lo aprendieron los traductores de la Biblia. Sólo prestando atención al otro, aprendiendo a escuchar la expresión de su humanidad en su propia lengua y creyendo que un mensaje de dimensión universal como el bíblico podía ser expresado en la lengua nativa, era posible practicar la traducción fiel y la comunicación completa. 
Cooperación misionera en la traducción de la Biblia 
El énfasis en la traducción bíblica ha sido una nota distintiva de la práctica misionera del protestantismo. Las grandes misiones de origen protestante florecieron especialmente en los siglos diecinueve y veinte. Un componente fundamental de su práctica fue la traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas de las tierras en las cuales los misioneros plantaban iglesias. En lugares como Filipinas o Latinoamérica los misioneros católicos en el siglo dieciséis estudiaron las lenguas indígenas, compilaron diccionarios y tradujeron catecismos a dichas lenguas, pero no tradujeron la Biblia. Sólo tres siglos más tarde se traduce la Biblia a las lenguas nativas del pueblo en esos lugares, cuando llegan los misioneros protestantes en el siglo diecinueve. Y sólo a la llegada de éstos empezó también una amplia difusión del texto bíblico en castellano entre el pueblo. 
Una convicción teológica evangélica fundamental es que la continuidad de la Iglesia en la relación con Cristo no se basa en una continuidad institucional, sino en una continuidad en la verdad hecha posible por la Palabra de Dios como texto escrito, y una continuidad en la vida por la presencia del Espíritu Santo. El efecto de esta convicción en la misión es que se supone que quienes escuchan el mensaje de Cristo por primera vez deben tener la posibilidad de leer la Biblia en su propio idioma. La traducción de la Biblia también fue considerada indispensable para la formación de un pastorado nativo, como paso inmediato luego de la evangelización. Esta práctica tuvo también un efecto cultural inmediato.  La lectura de la Biblia es fundamental, por consiguiente, las escuelas primarias y la alfabetización eran también una necesidad lógica porque si el pueblo cristiano debe nutrirse de la Palabra de Dios, necesita estar en condiciones de leerla. Todo esto refleja las convicciones evangélicas de que la Palabra de Dios es la autoridad para la fe y la práctica de la Iglesia, y de que todos somos sacerdotes en el pueblo de Dios. 
En el Concilio Vaticano Segundo la Iglesia Católica Romana recuperó la práctica de que la liturgia, la catequesis y toda la vida del pueblo de Dios se realizaran en la lengua vernácula de los fieles. Al mismo tiempo hay una revalorización del uso de la Biblia. Todo ello ha hecho posible que hoy en día se puedan dar proyectos inter-confesionales de traducción de la Biblia. En años recientes ha habido proyectos de traducción en los cuales cooperaron misioneros católicos y protestantes en lugares tan diferentes como Togo en el África, Albania en la nueva Europa y Paraguay en América Latina. 
La traducción de la Biblia ha sido un factor de importancia capital en la misión cristiana. No podía ser de otra manera dada la universalidad del mensaje bíblico. Este es un mensaje que atinge a toda la humanidad. La Biblia es una historia de toda la humanidad. No comienza con Abraham el primer judío sino con Adán el primer ser humano. Comienza con la creación y la historia de Adán, nombre que significa simplemente hombre. Los hijos de la tierra son una familia y tienen un antepasado que es padre de todos. Por naturaleza no hay nada semejante a castas o clases, ni diferenciación alguna por la sangre o la descendencia. De aquí el hecho de la igualdad humana: el linaje de todos es el mismo. El tema central de la Biblia es Jesucristo, palabra de Dios hecha ser humano, acto divino de traducción dirigido a todos los seres humanos. 

Samuel Escobar 

domingo, 21 de junio de 2015

Jesús, el indiferente.

Marcos 4: 35-40

Creemos que sabemos todo sobre el Sr. Dios; pero no es así. El agua juega un papel muy importante en la historia bíblica, no albergo la menor duda. Y al Sr. Dios le encanta jugar con agua. ¿Lo dudas?

No es extraño, por lo tanto, encontrarnos a Jesús y sus discípulos metidos en las aguas en el evangelio de esta mañana. El relato que ocurre en el lago llamado Mar de Galilea comienza dándonos información, Jesús había estado enseñando a una gran multitud de hombres y mujeres en la orilla de este mar de agua dulce a través de una serie de parábolas, y estaba agotado cuando dijo a sus discípulos: Vayamos hacia el otro lado.

Al menos cuatro de esos discípulos eran pescadores y con experiencia en este mar, porque habían pasado muchas horas en la pesca para ganarse la vida. Así que al parecer en un primer momento del relato no están demasiados sorprendido cuando una tormenta repentina comienza a zarandear barco de lado a lado. Sabían que las tormentas en el lago eran posible.

Pero pronto se hace evidente que no se trataba de una simple tormenta. Rápidamente creció en intensidad hasta que el barco comenzó a llenarse con agua. Así que los discípulos se convencieron de que el barco estaba a punto de hundirse.

Cuando un relato como este aparece en Mateo, en Marcos y en Lucas, en forma casi idéntica lo tomamos como una señal de que la iglesia primitiva consideraba esta historia entre los más importantes para que fuera útil en la confesión de la fe. Nosotros deberíamos tomar alguna nota de este pasaje. Pero nadie está obligado.

Lo primero que nos preocupa es ese hombre profundamente dormido en medio de una tormenta. Indiferente. A nosotros nos despierta un simple aguacero. Pero él está dormido en la popa de la embarcación. Quizás se necesita mucha fatiga para mantener a un hombre en esta situación profundamente dormido. Quizás,  se necesita mucha confiada en la protección divina para dormir en medio de una tormenta. Quizás.

Eso nos lleva a la segunda observación. El resto de navegantes no muestra señal de confianza. Más bien todo lo contrario. Si alguien debe permanecer relativamente en calma sería estos pescadores que estaban familiarizados con las tormentas en este mar. Pero no es así. Por esta vez harán alarde de todo lo contrario. Están asustados.  Y cuando estamos asustados queremos buscar un culpable. Así que se acercan a  Jesús, el indiferente y le despierta con gritos, ¿No te importa que nos ahoguemos? En una pregunta trampa. Los discípulos no le dijeron: Estamos en serios problemas y debes saberlo, Rabí. Tampoco le dicen: El barco está dando signos de hundirse. A Jesús, al indiferente le despertaron con gritos de pánico. Quería que participara de su temor. Que fuera solidario. Que mostrara desesperanza.

La tercera apreciación del relato que podemos hacer, si es que nos atrevemos a tanto, es que no hay señales en esta narración de que los discípulos despertaron a Jesús porque creían que él podía ayudar. Lo despiertan por miedo, no por fe.

En este punto de la mañana y de la exposición de la Palabra nos daremos permiso para vernos a nosotros mismos. ¿Con qué frecuencia nuestras oraciones son una aleación de miedo con fe?  Tal vez demasiadas.

Pero hay una última cosa que debemos decir en este día ante que salgamos a la vida nuestra de cada día, la más obvia y, sin duda, lo central de la creencia de los primeros cristianos: la autoridad con que Jesús se dirige a los vientos y las olas. Él les reprende. ¿Qué nos están contando? ¿Qué Jesús, el indiferente, le dice al mar, ¡Paz! Estad quietos!? Como quien habla con un niño enojado. El Dios que aletea sobre las aguas no sólo es el Señor de la danza sino que aquí y ahora se manifiesta como el Señor de las tormentas.

Pero no seáis muy severos con los discípulos. No somos llamados a la severidad. El problema de los discípulos en la barca en medio de la tormenta es nuestro problema diario: creemos que los sabemos todo sobre el Sr. Dios, pero no es así.


      

viernes, 19 de junio de 2015

Cuando la historia se repite es que no hemos aprendido las lecciones

Reflexionando en voz alta sobre Hechos 19: 8-20

19, 8 ENTRÓ EN LA SINAGOGA
Es conmovedor ver cómo Pablo ama tanto a su pueblo que por más que amenaza con abandonar a los judíos y dedicarse exclusivamente a los gentiles (ver Hch 13, 46; 18, 6) no se hace el ánimo y vuelve a darles otra oportunidad. Los ama con un amor como el que describirá en la 1Cor 13, que 'disculpa sin límites confía sin límites, espera sin límites

Y DURANTE TRES MESES HABLABA CON VALENTÍA,
Lucas deja claro que Pablo realmente dedicó tiempo y esfuerzo a tratar de evangelizar a los asistentes a la sinagoga.
valentía. Una vez más vemos cómo se cumplió con creces lo que los discípulos pidieron al Señor en aquella oración (ver Hch 4, 29).

DISCUTIENDO ACERCA DEL REINO DE DIOS
Lo primero que hizo Jesús cuando inició su ministerio público fue pedir a la gente que se convirtiera, y anunciar que había llegado el Reino de Dios (ver Mc 1,15). En el período entre su resurrección y Ascensión también estuvo hablándoles del Reino (ver Hch 1,3). De ahí que una parte fundamental de la predicación de Pablo y los apóstoles se refiere al Reino de Dios.
Sin embargo, es éste un tema muy difícil para los judíos, pues ellos entienden lo del Reino de Dios en un sentido terrenal, político; creen que el Reino se refiere a que Dios va a aplastar a sus enemigos, va a derrotar a los extranjeros que los oprimen y va a reinar con Su pueblo, Israel. En cambio cuando Jesús habla del Reino lo hace en parábolas para expresar que no es una realidad que se pueda medir o juzgar con criterios humanos, que se trata de algo que siempre nos supera, que no podemos abarcar con nuestra mente limitada, porque escapa a nuestra cabal comprensión. Es como semilla de mostaza, como un poco de levadura, como el banquete de un rey, como un patrón increíblemente generoso que paga a todos lo mismo, como un rey que reparte talentos, en fin, que como lo dice Él mismo ante Pilato: Su Reino no es de este mundo (ver Jn 18, 36). Es el Reino del amor, de la justicia, del perdón, de la paz, de la fraternidad.

E INTENTANDO CONVENCERLES.
Qué difícil labor la de Pablo, tratar de convencer a personas que no están abiertas a lo que tenga que decirles.

19, 9 PERO COMO ALGUNOS, OBSTINADOS E INCRÉDULOS, HABLABAN MAL DEL
CAMINO ANTE LA GENTE,
También en Éfeso Pablo acaba por chocar con una resistencia pertinaz, que se traduce en blasfemias contra el mensaje y la doctrina cristiana. Lucas, siempre tan comedido para hablar de los demás, expresa claramente que estas personas no eran incrédulos de buena fe, sino que más bien se obstinaban en no creer, y no sólo eso, sino que hablaban mal del camino, es decir, que atacaban el cristianismo y, por lo tanto, a Cristo. Y recordemos lo que Él mismo dijo: Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a Mí, rechaza al que me ha enviado(Lc 10, 16).

ROMPIÓ CON ELLOS Y FORMÓ GRUPO APARTE CON LOS DISCÍPULOS;
A tal punto llegan las cosas, que no le queda otro camino que renunciar a seguir trabajando en ese ambiente. Se retira de la sinagoga llevando consigo a los que quieren seguirlo, judíos y 'temerosos de Dios' y constituye con ellos una comunidad aparte.
Luego de tres meses de agotarse hablando y discutiendo con los judíos a ver si lograba convencerlos, Pablo se sigue enfrentando a un muro de necedad y, peor aún, de mala voluntad y de  mentira. No le dejan salida. Con el corazón seguramente roto, rompe con ellos y forma un grupo con quienes sí siguen a Cristo.

Y DIARIAMENTE LES HABLABA EN LA ESCUELA DE TIRANO.
Tirano.- Personaje del cual no tenemos más datos, pero que debía ser un maestro de retórica o de
filosofía. La Biblia de Jerusalén comenta que en el texto occidental se precisa que 'enseñaba allí desde las 11 de la mañana hasta las 4 de la tarde. Esto significa que Pablo había elegido deliberadamente las horas en que, por razón el calor, había una pausa en el trabajo y en los negocios, para sí y para sus oyentes.

19, 10 ESTO DURÓ DOS AÑOS,
Largo tiempo dedicó Pablo a difundir la fe en Éfeso. Pero no creamos que se quedó ahí inmóvil todo el tiempo, por lo que dice Lucas a continuación, queda claro que Pablo se mantuvo viajando y evangelizando las regiones cercanas. Más adelante se menciona que dura más de dos años, más bien alrededor de tres la estancia de Pablo en Éfeso.
Durante esta estancia escribió Pablo la primera carta a los Corintios, la carta a los Gálatas y, con alguna probabilidad, la carta a los Filipenses

DE FORMA QUE PUDIERON OÍR LA PALABRA DEL SEÑOR TODOS LOS HABITANTES DE ASIA, TANTO JUDÍOS COMO GRIEGOS.
No toda el Asia proconsular (parte occidental del Asia Menor), sino la región cuyo centro es Éfeso, con las siete ciudades que se mencionan en Ap 1,11 (Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea). Pablo había confiado a Epafras, un colosense, el cuidado de evangelizar a Colosas. Éste extendió su apostolado a Laodicea y Hierápolis. A Pablo lo seguían ayudando Timoteo y Erasto, Gayo y Aristarco, Tito y otros. Lucas atribuye a Pablo el trabajo del equipo que éste dirigía.
Gracias a Pablo, judíos y griegos de Asia escuchan la Palabra.

19, 11 DIOS OBRABA POR MEDIO DE PABLO MILAGROS NO COMUNES,
Dios obraba.- No hay que olvidar algo muy importante: en todo milagro es Dios el que obra, el que lo realiza.
no comunes.- Recordemos cómo a lo largo de la Sagrada Escritura se nos han presentado personajes que podían realizar prodigios (recordemos esos magos que se enfrentan a Moisés y tratan de duplicar los prodigios que éste realiza). En este caso Lucas nos aclara que los milagros que Dios obraba por medio de Pablo no eran comunes, no era algo que cualquiera pudiera llevar a cabo.

19, 12 DE FORMA QUE BASTABA APLICAR A LOS ENFERMOS LOS PAÑUELOS O MANDILES QUE HABIA USADO Y SE ALEJABAN DE ELLOS LAS ENFERMEDADES Y SALÍAN LOS ESPÍRITUS MALOS.
Jesús había anunciado que Sus discípulos harían grandes prodigios (ver Jn 14, 12-13). Recordemos que de Jesús brotaba una fuerza curativa extraordinaria (ver Lc 6, 19); bastaba tocarlo para quedar curado (ver Mt 14, 36; Lc 8, 44 - 48). Con los apóstoles Pedro y Pablo sucede algo notable. La sombra de Pedro bastaba para que la gente quedara sana (ver Hch 5,15) y ahora nos cuenta Lucas que cuando la gente aplicaba alguna prenda que hubiera usado Pablo, también sanaba y quedaba libre de espíritus malos.
pañuelos y mandiles.- Se suele entender que esto se refiere a los paños con que se envolvía la cabeza (sudaria) y los delantales o blusas o ceñidores de trabajo.
espíritus malos.-Lucas se refiere explícitamente a demonios. Hay algunos teólogos modernos que interpretan que cuando en los Evangelios se menciona a los 'espíritus malos' se está hablando de una persona enferma o epiléptica oponérsele. Dice: "el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios.
Como se ve, no considera la Iglesia que lo de 'espíritus malos' sea una manera de hablar para referirse al mal que hay en el corazón del hombre, sino una clara referencia a los demonios.
Respecto al poder de Pablo, Pedro y los apóstoles de expulsar demonios en su nombre, esto es algo que el propio Jesús les concedió (ver Lc 9,1).

19, 13 ALGUNOS EXORCISTAS JUDÍOS AMBULANTES INTENTARON TAMBIÉN INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS SOBRE LOS QUE TENÍAN ESPÍRITUS MALOS,
Unos exorcistas judíos ven el poder que tiene el nombre de Jesús, pero esto no los mueve a conversión, sino a tratar de aprovechar dicho poder para sus propios fines: seguramente iban por ahí
ofreciendo sus servicios de 'exorcistas ambulantes' ,el equivalente a los vendedores ambulantes de hoy, por una cantidad de dinero. Creyeron haber encontrado la fórmula perfecta para enriquecerse.

Y DECÍAN: 'OS CONJURO POR JESÚS A QUIEN PREDICA PABLO.'
Para no errarle no sólo mencionan a Jesús, sino a Pablo. Se nota que no diferencian uno de otro,
que para ellos todo es cuestión de mencionar nombres, como si se tratara de conjuros mágicos.

19, 14 ERAN SIETE HIJOS DE UN TAL ESCEVA, SUMO SACERDOTE JUDÍO, LOS QUE
HACÍAN ESTO.
Lucas da una referencia precisa, sin embargo la mayoría de eruditos coincide en que no se encuentran registros del tal Esceva en el templo de Jerusalén, por lo cual lo más probable es que estos siete hombres inventaran ser hijos de un sumo sacerdote para que les tuvieran respeto y les creyeran.

19, 15 PERO EL ESPÍRITU MALO LES RESPONDIÓ: 'A JESÚS LE CONOZCO Y SÉ QUIÉN ES PABLO; PERO VOSOTROS, ¿QUIÉNES SOIS?'
Como quien dice: ¿con qué derecho, con qué autoridad quieren expulsarme?. Recordemos que el demonio es el 'fuerte' al que sólo puede vencer 'el más fuerte' (ver Lc 11, 21-22).

19, 16 Y ARROJÁNDOSE SOBRE ELLOS EL HOMBRE POSEÍDO DEL MAL ESPÍRITU, DOMINÓ A UNOS Y OTROS Y PUDO CON ELLOS DE FORMA QUE TUVIERON QUE HUIR DE AQUELLA CASA DESNUDOS Y CUBIERTOS DE HERIDAS.
El demonio los desnuda y hiere. Dos acciones típicas suyas. La desnudez representa esclavitud, indignidad; las heridas, la debilidad, el preámbulo de la muerte. El demonio busca siempre esclavizar con promesas atractivas, halagar con mentiras, guiar a la persona engañosamente hacia su destrucción.

19, 17 LLEGARON A ENTERARSE DE ESTO TODOS LOS HABITANTES DE ÉFESO, TANTO JUDÍOS COMO GRIEGOS.
Lucas nos muestra cómo esta acción tiene resonancias tanto entre judíos como entre paganos.

EL TEMOR SE APODERÓ DE TODOS ELLOS Y FUE GLORIFICADO EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS.
El temor ante el poder del Señor, ante Su acción poderosa suscita admiración y conversiones.

19, 18 MUCHOS DE LOS QUE HABÍAN CREÍDO VENÍAN A CONFESAR Y DECLARAR SUS PRÁCTICAS.
Recordemos que en Éfeso abundaban los magos y hechiceros. Al comprender que el verdadero poder proviene de Dios, muchos deciden abandonar sus antiguas prácticas y para mostrar su conversión se confiesan ante el apóstol.

19, 19 BASTANTES DE LOS QUE HABÍAN PRACTICADO LA MAGIA REUNIERON LOS LIBROS Y LOS QUEMARON DELANTE DE TODOS. CALCULARON EL PRECIO DE LOS LIBROS Y HALLARON QUE SUBÍA A CINCUENTA MIL MONEDAS DE PLATA.
La costumbre de escribir papiros o pergaminos con palabras, a las que se atribuían poderes mágicos para cuidar o preservar de males, es muy antigua y se encuentra difundida en extensas áreas religiosas.
De las escrituras efesinas, las Efesia grammata, como se las llamaba, sabemos que contenían fórmulas mágicas, frecuentemente ininteligibles, que se las suponía caídas del cielo y que se les atribuía virtudes curativas contra la gota y la parálisis, contra el mal de ojo y las brujas y que atraían buena suerte a sus poseedores.
Todos estos papeles e conjuros mágicos y amuletos, unidos a un buen número de libros de ciencias ocultas, fueron objeto de un auto de fe llevado voluntariamente a cabo por los efesios.  No bastaba tirarlos a la basura y arriesgarse a que alguien más los leyera. Deciden quemarlos.

19, 20 DE ESTA FORMA LA PALABRA DEL SEÑOR CRECÍA Y SE ROBUSTECÍA PODEROSAMENTE.

Debe haber sido impresionante aquella pira de libros ardiendo en medio de la plaza. Esa conversión masiva de tantos que apenas ayer practicaban toda clase de sortilegios y hoy están ahí, contritos, conversos, dispuestos a emprender otro tipo de vida porque han descubierto a Jesús y quieren seguirlo.

lunes, 15 de junio de 2015

La botánica explicada a las ovejas.


Reflexionando en voz alta sobre Marcos 4: 26-34

Queremos crecer como comunidad, pero no tenemos paciencia con las personas. El texto de hoy está relacionado con la siembra y la cosecha y la mayoría de nosotros tenemos alguna noción acerca de esto. Pero hay otra realidad viviendo entre nosotros y es que no tenemos paciencia con el crecimiento de las personas que viven a nuestro alrededor.
Para este domingo tenemos dos parábolas de Jesús sobre la botánica, parábolas a las que le dedicamos poca atención porque no dedica mucho espacio a hablar del pecado de los demás que tanto nos gusta. Pero parábolas que hablan de la idea que tenía Jesús del Reino. Si la primera trata el asunto del crecimiento la segunda parábola habla de la mostaza. Y sospecho en esta mañana que nadie quiere tener un árbol mostaza en su jardín.  Nadie quiere tener el jardín lleno de pájaros.
Tal vez la idea de Marcos al narrar estas parábolas es que dejarán de ser problemáticas o misteriosas y que nosotros, junto a los oyentes originales pudiéramos captar su significado.
Una posible interpretación a que somos llamados es a evitar las tácticas agresivas tan promovidas desde círculos empresariales y de iglecrecimiento. Pero Jesús no parece defender esta tesis, más bien se coloca en frente de quienes quieren obtener resultados rápidos. Espectaculares. Los que usan la violencia y la palabra para conquistar.
Ya sé que en la jardinería y la agricultura nos gusta exagerar. Queremos calabacines gigantes, frutas y flores vistosas. ¡Y las queremos ahora! Así que usamos un mucha agua y una gran cantidad de fertilizantes para acelerar las cosas. Pero es posible que sólo logremos aniquilar las plantas.
Jesús recomienda que actuemos con sabiduría en nuestras relaciones humanas. Entre sus propios seguidores habían violentos, desesperados, gente sin paciencia, gente que decía algo así como: ¡Hemos estado esperando este reinado demasiado tiempo y queremos imponerlo ya! Algunos creen que esta es la razón por la que Pedro llevaba una espada, porque quería que los cambios fueran pronto. ¿Por qué Judas traicionó a Jesús, y por qué Santiago y Juan eran conocidos en privado como hijos del trueno? Su comprensión del Reino de Dios puede haber sido en gran medida política; en cualquier caso, no eran hombres con mucha paciencia y la recomendación que hacían es que Jesús tomara medidas urgentemente. Que cambiara las cosas radicalmente. 
De los cristianos se esperan muchas cosas. Se espera por ejemplo que posean paciencia. Pero no siempre cumplimos las expectativas de nuestros familiares y amigos. Si escuchamos bien, Jesús está hablando en sus parábolas sobre el reino y aquí el Espíritu de Dios tiene mucho que enseñarnos. Es en la forma de vivir y actuar lo que nos hace ser llamados pueblo de Dios, no las veces que repetimos la paga del pecado es la muerte.
Jesús es un fans de las parábolas. Dice mediante ellas que el reino de Dios es como una semilla que un hombre siembra, que es como un pastor que sale a busca la oveja perdida, que es como una mujer que busca una moneda perdida, que es como un padre que espera un hijo perdido. ¿Qué tienen estas personas en común? Nos ofrecen tiempo. Nos invitan a no desesperarnos.
En todas estas historias hay algo de paciencia. Aunque sea una pizca. Cuando, por ejemplo, el hermano mayor en la historia de los dos hermanos y el padre, no quiere entrar en casa y participar de la fiesta por el regreso de su hermano menor, el padre no lo golpeó ni le echó en cara pasajes de las Escrituras. Por eso el padre de esta historia es el prototipo de Dios, no hace lo que nosotros hacemos. El padre de nuestra historia espera. Pero a nosotros esta historia nos molesta un poco y es que todavía estamos esperando, porque nunca supimos si el hermano mayor entró para dar la bienvenida a un pecador arrepentido o se quedó amargado formando parte de una iglesia. A nosotros nos gustan los finales felices, pero muchas veces no tenemos paciencia para verlos.
No nos gusta esperar porque sencillamente la espera nos da tiempo para pensar acerca de nosotros mismos. Y esto nos asusta. El reino de Dios tiene que ver más con las relaciones entre personas que con el cumplimiento de determinados reglas morales o religiosas. El reino de Dios tiene que ver con las personas que son capaces de perdonar una ofensa, tiene que ver con el ayudar a un persona que ha sido golpeada y dejada en la cuneta de un camino, tiene que ver con el deseo de un hombre rico tratando de hacerse más ricos y perderlo todo, tiene que ver con una viuda que no se cansa de insistir y obtiene una respuestas, tiene que ver con un hombre arrogante que piensa que es mejor que los demás y no es nada bueno en absoluto. Y sale del templo como entró: vacío.
En la cruz, Jesús nos está ofreciendo otra manera de entender nuestras vidas y nuestras circunstancias, nos dice que no tenemos que utilizar los enfoques ofensivos en la fe cristiana para obtener frutos o resultados. No tenemos que copiar las actuaciones de los demás hombres y mujeres que se creen que lo pueden todo, Incluso el tomar el cielo por asalto. Lo que los líderes religiosos de Jerusalén y el poder romano hicieron a Jesús es lo que estamos acostumbrados a hacernos los uno a los otros cuando descubrimos nuestras diferencias. Nuestras disidencias. Nuestras heterodoxias. 
Pero la buena noticia es que somos llamados a perdonarnos y a sanarnos entre nosotros. Tenemos permiso del Espíritu Santo para perdonarnos. Tenemos permiso para sanarnos.
Aunque ahora vivimos días de dolor y tristeza. Días de injusticia y atropellos. Días sin fiestas y sin bailes. Esto no siempre será así. Un día llegará el tiempo de Dios. Habremos crecido. Y aquellos de nosotros que tengamos la paciencia para esperar, vamos a ser capaces de mirar hacia atrás y decir: ¡Todo ha pasado! Ahora podemos levantarnos y bailar. Ahora ha pasado la seguía y llega la lluvia. ¡Espíritu Santo queremos bailar bajo la lluvia!

A. Gil

sábado, 13 de junio de 2015

¿Qué es eso del Espíritu Santo?

Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 19: 1-7


En el segundo viaje de Pablo, el Espíritu le impidió ir a Asia (y por lo tanto a Éfeso). Cuando pasó por Éfeso de camino a Antioquía, los judíos le rogaron que se quedara, pero él no accedió y les dijo que volvería a esa ciudad si Dios quería (ver Hch 18, 21). No quiso aprovechar su 'escala' para evangelizar donde antes el Señor se lo había impedido. Ahora en cambio las cosas son diferentes. Sin duda alguna ahora Pablo se da cuenta de que es voluntad del Señor que se dirija a Éfeso y así lo hace. Permanecerá ahí durante aproximadamente tres años, tomándola como 'centro de operaciones, del cual parte y al cual regresa en diferentes ocasiones, el inquieto Pablo no sabe estarse quieto en un solo lugar mucho tiempo. Aquí va a ser escrita la Primera carta a los Corintos y la carta a los Gálatas.

19,1 MIENTRAS APOLO ESTABA EN CORINTO,
Evidentemente se trata del mismo Apolo del que nos acaba de hablar Lucas en los versículos anteriores: "un judío, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras...y con fervor de espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan (Hch 18, 24-25). Recordamos que lo último que comentó Lucas respecto a él fue que se dirigió a Acaya, región cuya capital era Corinto.

PABLO ATRAVESÓ LAS REGIONES ALTAS Y LLEGÓ A ÉFESO
Pablo había dicho que, si era la voluntad de Dios, volvería a Éfeso (ver Hch 18, 21). Debe haber sido con gran gozo que pudo regresar, tal como se lo habían pedido los judíos de la sinagoga (ver Hch 18, 20). Recordemos que una de sus más hondas esperanzas es lograr la conversión de su pueblo.

DONDE ENCONTRÓ ALGUNOS DISCÍPULOS; 19, 2 LES PREGUNTÓ: '¿RECIBISTEIS EL ESPÍRITU SANTO CUANDO ABRAZASTEIS LA FE?'
Ya hemos visto cómo el Espíritu Santo descendió, primero sobre los discípulos (ver Hch 2, 1-4) y más adelante también sobre Cornelio y los paganos (ver Hch 10, 44-45). Por eso es natural que Pablo quiera saber si estos discípulos también lo han recibido.

ELLOS CONTESTARON: 'PERO SI NOSOTROS NO HEMOS OÍDO DECIR SIQUIERA QUE EXISTA EL ESPÍRITU SANTO.
Difícilmente se explica que no supieran nada el Espíritu Santo. como discípulos el bautista e incluso como judíos que seguramente eran, debían tener alguna noticia del Espíritu de Dios, aunque fuera en el sentido que tiene esta expresión en el Antiguo Testamento. La respuesta no puede tener otro sentido que éste: nosotros no hemos oído decir que el Espíritu Santo, prometido por los profetas y por el propio Bautista como don del Mesías, haya venido aún, es decir, haya sido dado ya a los fieles.

Se pone de manifiesto algo que a Pablo le debe haber preocupado mucho: que existieran discípulos de buena voluntad, deseosos de seguir a Cristo, pero que carecían de preparación, que no habían recibido una adecuada enseñanza, que ignoraban muchas cosas esenciales.

19,3 ÉL REPLICÓ: '¿PUES QUÉ BAUTISMO HABÉIS RECIBIDO?'
Lucas nos plantea claramente el diálogo para deslindar, a los ojos de los lectores, el bautismo de Juan del Bautismo de los cristianos.

EL BAUTISMO DE JUAN', RESPONDIERON.
Ya se había comentado hace poco, que el bautismo de Juan era sencillamente un bautismo de purificación, para expresar conversión y deseos de cambiar de vida. El Bautismo de los cristianos, en cambio, es un Sacramento por medio del cual se recibe el Espíritu Santo y se comienza a formar parte de la familia de Dios.

19, 4 PABLO AÑADIÓ. 'JUAN BAUTIZÓ CON UN BAUTISMO DE CONVERSIÓN, DICIENDO AL PUEBLO QUE CREYESEN EN EL QUE HABÍA DE VENIR DESPUÉS DE ÉL, O SEA EN JESÚS.
Pablo se da cuenta de que estos hombres son discípulos de Juan, por lo cual se apresura a comunicarles lo que el propio Juan decía respecto a Jesús; sin duda considera que al enterarse de esto comprenderán que a quien deben seguir es a Jesucristo.  Esto recuerda lo de Hch 13, 24-25;

19, 5 CUANDO OYERON ESTO, FUERON BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS.
Lo que dice Pablo surte efecto y seguramente estos hombres piden de inmediato recibir el bautismo cristiano. Acogen con fe la enseñanza de Pablo sobre Jesús y se hacen bautizar en s nombre.

19, 6 Y, HABIÉNDOLES PABLO IMPUESTO LAS MANOS, VINO SOBRE ELLOS EL ESPÍRITU SANTO
Se cumple lo anunciado en Hch 1,5; y lo que Pedro recomendó en Hch 2, 38;
Sucede lo mismo que en Hch 8, 15-17; menciona que el Espíritu Santo vino sobre ellos luego de que Pablo les impuso las manos, para significar que recibieron ahora los carismas necesarios que los capacitarían para ser no sólo discípulos sino apóstoles que vayan por todo el mundo anunciando la Buena Nueva (ver, por ej. 1Tm 4,14).

Y SE PUSIERON A HABLAR EN LENGUAS Y A PROFETIZAR.
Pentecostés sigue sucediendo. El Espíritu Santo sigue derramándose sobre quienes están abiertos a recibirlo y deseosos de ser por Él capacitados para ir en Su nombre a compartir con los hermanos el gozo de la fe.

19, 7 ERAN EN TOTAL UNOS DOCE HOMBRES.

No es casualidad que se mencione esta cifra. Doce tribus de Israel. Doce apóstoles. Doce nuevos conversos. El Espíritu va empujando, impulsando este nuevo pueblo de Dios, nacido del agua y del Espíritu. (ver Jn 3,5)