lunes, 29 de junio de 2015

Esos pequeños templos nuestros de plata

Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 19: 21-40

Comienza la quinta y última parte del libro de los Hechos, donde se narra el fin de las misiones y el encarcelamiento de Pablo.
En el pasaje que aquí nos ocupa, Lucas nos cuenta una de tantas revueltas provocadas por la ambición de algunos y el temor de que el cristianismo los obligara a cambiar de vida y a perder las jugosas ganancias que obtenían engañando a otros.

19, 21 DESPUÉS DE ESTOS SUCESOS, PABLO TOMÓ LA DECISIÓN DE IR A JERUSALÉN PASANDO POR MACEDONIA Y ACAYA. Y DECÍA: 'DESPUÉS DE ESTAR ALLÍ HE DE VISITAR TAMBIÉN ROMA.'
Todavía no ha terminado Pablo su tarea en Éfeso, y ya se ocupa con nuevos planes. Ante sus ojos se extiende un imponente arco desde Éfeso, por Macedonia, Grecia y Jerusalén hasta Roma. No era sólo la solicitud pastoral lo que le movía a emprender el viaje a Macedonia y Grecia, sino también un asunto muy concreto, a saber, el interés en hacer una colecta para los hermanos de Jerusalén. En 1Cor 16, 1-4; y sobre todo en 2Cor 8-9 se habla de ello apremiantemente..

19, 22 ENVIÓ A MACEDONIA A DOS DE SUS AUXILIARES, TIMOTEO Y ERASTO, MIENTRAS ÉL SE QUEDABA ALGÚN TIEMPO EN ASIA.
Pablo sabe delegar, y cuenta ya con creyentes bien preparados a los que puede enviar, con toda confianza, a continuar su tarea evangelizadora.

19, 23 POR ENTONCES SE PRODUJO UN TUMULTO NO PEQUEÑO CON MOTIVO DEL CAMINO.
Como Jesús lo anunció, los que quieran ser Sus discípulos e ir por el mundo en Su nombre, enfrentan dificultades y franca oposición.

19, 24 CIERTO PLATERO, LLAMADO DEMETRIO, QUE LABRABA EN PLATA TEMPLETES DE ARTEMISA Y PROPORCIONABA NO POCAS GANANCIAS A LOS ARTÍFICES,
Los testimonios de la literatura y de la arqueología confirman el extenso culto de la Ártemis de los efesios, su imponente templo, el Artemision, celebrado como una de las siete maravillas del mundo, y su célebre efigie. La diosa Artémide de Efesio no era la misma Artémide griega (Diana para los romanos), con la que sólo tiene en común el nombre. Se trataba de una diosa oriental de la fecundidad. El ídolo representa a la diosa con muchos senos y con la cabeza coronada de torres (lo que la da a conocer como diosa de la ciudad); detrás de la cabeza un disco señala que se trata de una divinidad lunar. Cabeza, manos y pies estaban talladas en madera de ébano.
El templo  era una gigantesca y sólida construcción de 133 metros de largo por 69 de ancho; el techo descansaba sobre 128 columnas de 19 metros de altura.

19, 25 REUNIÓ A ÉSTOS Y TAMBIÉN A LOS OBREROS DE ESTE RAMO Y LES DIJO: 'COMPAÑEROS, VOSOTROS SABÉIS QUE A ESTA INDUSTRIA DEBEMOS EL BIENESTAR; 19, 26 PERO ESTÁIS VIENDO Y OYENDO DECIR QUE NO SOLAMENTE EN ÉFESO, SINO EN CASI  TODA EL ASIA, ESE PABLO PERSUADE Y APARTA A MUCHA GENTE, DICIENDO QUE NO SON DIOSES LOS QUE SE FABRICAN CON LAS MANOS.
En Éfeso se había instalado una industria de objetos piadosos para ofrecer a los peregrinos la oportunidad de procurarse recuerdos de la peregrinación con una reproducción reducida del Artemision y de la efigie de la diosa. Esto se comprende sin necesidad de dar explicaciones. También es humanamente comprensible que al disminuir la demanda, se reuniera en una manifestación de protesta el gremio que se sentía perjudicado.
El razonamiento de Demetrio prueba que sabe muy bien que lo que fabrican sus manos no son dioses, pero se hace el indignado, el ofendido, la víctima, anticipando la rebelión que provocará con su causa.

19, 27 Y ESTO NO SOLAMENTE TRAE EL PELIGRO DE QUE NUESTRA PROFESIÓN CAIGA EN DESCRÉDITO, SINO TAMBIÉN DE QUE EL TEMPLO DE LA GRAN DIOSA ARTEMISA SEA TENIDO EN NADA Y VENGA A SER DESPOJADA DE SU GRANDEZA AQUELLA A QUIEN ADORA TODA EL ASIA Y TODA LA TIERRA.'
Lo más fácil para hacer que una multitud se levante y actúe de inmediato es instigar odio en ella. Hallar una causa común -en este caso la fe en Artemisa- y advertir que alguien quiere acabar con ella. Eso basta para encender la mecha.

19, 28 AL OÍR ESTO, LLENOS DE FUROR SE PUSIERON A GRITAR: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Los ahí presentes, la mayoría auténticos creyentes en Artemisa se sienten furiosos ante la posibilidad de que alguien atente contra la diosa que adoran.

19, 29 LA CIUDAD SE LLENÓ DE CONFUSIÓN. TODOS A UNA SE PRECIPITARON EN EL TEATRO ARRASTRANDO CONSIGO A GAYO Y A ARISTARCO, MACEDONIOS COMPAÑEROS DE VIAJE DE PABLO.
En el teatro "se convocaban las asambleas populares. Las ruinas de este teatro fueron descubiertas recientemente. En sus 66 hileras de asientos daba cabida a 24, 500 espectadores.
Una vez más sucede que al no hallar a Pablo, los enardecidos pobladores apresan a sus allegados.
19, 30 PABLO QUISO ENTRAR Y PRESENTARSE AL PUEBLO, PERO SE LO IMPIDIERON LOS DISCÍPULOS. 19, 31 INCLUSO ALGUNOS ASIARCAS, QUE ERAN AMIGOS SUYOS, LE ENVIARON A ROGAR QUE NO SE ARRIESGASE A IR AL TEATRO.
Como ya se sabe, una masa enardecida es peligrosísima. En segundos lincha, aplasta, arrasa sin control. Los discípulos y amigos de Pablo hacen bien en evitar que se ponga en riesgo de que lo mate la turba.
asiarca. Era el sumo sacerdote de la provincia de Asia. Le competía presidir la asamblea de la provincia, velar por el culto del emperador y por los juegos públicos. Su cargo tenía duración de un año, pero como conservaba el título aun después de cesar en sus funciones, era factible que hubiera varios 'asiarcas'.

19, 32 UNOS GRITABAN UNA COSA Y OTROS OTRA. HABÍA GRAN CONFUSIÓN EN LA ASAMBLEA Y LA MAYORÍA NO SABÍA POR QUÉ SE HABÍAN REUNIDO.
Lucas nos hace ver que en esta revuelta hay mucha gente que ha sido prácticamente 'acarreada' y que no tiene ni idea de qué hace ahí.

19, 33 ALGUNOS DE ENTRE LA GENTE ALECCIONARON A ALEJANDRO A QUIEN LOS JUDÍOS HABÍAN EMPUJADO HACIA DELANTE. ALEJANDRO PIDIÓ SILENCIO CON LA MANO Y QUERÍA DAR EXPLICACIONES AL PUEBLO. 19, 34 PERO AL CONOCER QUE ERA JUDÍO, TODOS A UNA VOZ SE PUSIERON A GRITAR DURANTE CASI DOS HORAS: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Tal parece que "el judío Alejandro intentó hablar en favor de los de su raza y explicar que Pablo no formaba parte de la comunidad judía; creía necesario hacer esta aclaración, para evitar que el motín fuese a parar en una persecución abierta contra los judíos. Pero la multitud exaltada que lo reconoce como judío, le impide hablar.

19, 35 CUANDO EL MAGISTRADO LOGRÓ CALMAR A LA GENTE, DIJO: 'EFESIOS, ¿QUIÉN HAY QUE NO SEPA QUE LA CIUDAD DE LOS EFESIOES ES LA GUARDIANA DEL TEMPLO DE LA GRAN ARTEMISA Y DE SU ESTATUA CAÍDA DEL CIELO? 19, 36 SIENDO, PUES, ESTO INDISCUTIBLE, CONVIENE QUE OS CALMÉIS Y NO HAGÁIS NADA INCONSIDERADAMENTE.
Astutamente el magistrado comienza dándoles la razón a los seguidores de Artemisa. Eso calma los ánimos (además de por sí deben haber estado cansadísimos y roncos tras gritar ¡dos horas seguidas!).

19, 37 HABÉIS TRAÍDO ACÁ A ESTOS HOMBRES QUE NO SON SACRÍLEGOS NI BLASFEMAN
CONTRA NUESTRA DIOSA.
Ya con la multitud más serena, les hace ver que ni Gayo ni Aristarco han hecho nada malo. Puede uno imaginarse la cara de los ahí presentes, mirándose unos a otros y dándose cuenta de que todo ese alboroto ha sido por nada pues en efecto ninguno los ha oído blasfemar contra su diosa Artemisa.

19, 38 SI DEMETRIO Y LOS ARTÍFICES QUE LE ACOMPAÑAN TIENEN QUEJAS CONTRA ALGUNO, AUDIENCIAS Y PROCÓNSULES HAY; QUE PRESENTEN SUS RECLAMACIONES, 19, 39 Y SI TENÉIS ALGÚN OTRO ASUNTO, SE RESOLVERÁ EN LA ASAMBLEA LEGAL. 19, 40 PORQUE, ADEMÁS, CORREMOS PELIGRO DE SER ACUSADOS DE SEDICIÓN POR LO DE HOY, NO EXISTIENDO MOTIVO ALGUNO QUE NOS PERMITA JUSTIFICAR ESTE TUMULTO. DICHO ESTO DISOLVIÓ LA ASAMBLEA.

El magistrado propone que las cosas se resuelvan por la vía legal, pero como no hay caso en realidad, todo queda en nada. Claro que el susto que pasaron los pobres de Gayo, Aristarco, Alejandro y el propio Pablo ha de haber sido mayúsculo, pero con la confianza en Dios que los caracteriza, seguirán adelante.

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