Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 19: 21-40
Comienza la quinta y última parte del
libro de los Hechos, donde se narra el fin de las misiones y el encarcelamiento
de Pablo.
En el pasaje que aquí nos ocupa, Lucas
nos cuenta una de tantas revueltas provocadas por la ambición de algunos y el
temor de que el cristianismo los obligara a cambiar de vida y a perder las
jugosas ganancias que obtenían engañando a otros.
19, 21 DESPUÉS DE ESTOS SUCESOS, PABLO
TOMÓ LA DECISIÓN DE IR A JERUSALÉN PASANDO POR MACEDONIA Y ACAYA. Y DECÍA:
'DESPUÉS DE ESTAR ALLÍ HE DE VISITAR TAMBIÉN ROMA.'
Todavía no ha terminado Pablo su tarea en
Éfeso, y ya se ocupa con nuevos planes. Ante sus ojos se extiende un imponente
arco desde Éfeso, por Macedonia, Grecia y Jerusalén hasta Roma. No era sólo la
solicitud pastoral lo que le movía a emprender el viaje a Macedonia y Grecia,
sino también un asunto muy concreto, a saber, el interés en hacer una colecta
para los hermanos de Jerusalén. En 1Cor 16, 1-4; y sobre todo en 2Cor 8-9 se
habla de ello apremiantemente..
19, 22 ENVIÓ A MACEDONIA A DOS DE SUS
AUXILIARES, TIMOTEO Y ERASTO, MIENTRAS ÉL SE QUEDABA ALGÚN TIEMPO EN ASIA.
Pablo sabe delegar, y cuenta ya con
creyentes bien preparados a los que puede enviar, con toda confianza, a
continuar su tarea evangelizadora.
19, 23 POR ENTONCES SE PRODUJO UN TUMULTO
NO PEQUEÑO CON MOTIVO DEL CAMINO.
Como Jesús lo anunció, los que quieran
ser Sus discípulos e ir por el mundo en Su nombre, enfrentan dificultades y
franca oposición.
19, 24 CIERTO PLATERO, LLAMADO DEMETRIO,
QUE LABRABA EN PLATA TEMPLETES DE ARTEMISA Y PROPORCIONABA NO POCAS GANANCIAS A
LOS ARTÍFICES,
Los testimonios de la literatura y de la
arqueología confirman el extenso culto de la Ártemis de los efesios, su
imponente templo, el Artemision, celebrado como una de las siete maravillas del
mundo, y su célebre efigie. La diosa Artémide de Efesio no era la misma
Artémide griega (Diana para los romanos), con la que sólo tiene en común el
nombre. Se trataba de una diosa oriental de la fecundidad. El ídolo representa
a la diosa con muchos senos y con la cabeza coronada de torres (lo que la da a
conocer como diosa de la ciudad); detrás de la cabeza un disco señala que se
trata de una divinidad lunar. Cabeza, manos y pies estaban talladas en madera
de ébano.
El templo
era una gigantesca y sólida construcción de 133 metros de largo por 69
de ancho; el techo descansaba sobre 128 columnas de 19 metros de altura.
19, 25 REUNIÓ A ÉSTOS Y TAMBIÉN A LOS
OBREROS DE ESTE RAMO Y LES DIJO: 'COMPAÑEROS, VOSOTROS SABÉIS QUE A ESTA INDUSTRIA
DEBEMOS EL BIENESTAR; 19, 26 PERO ESTÁIS VIENDO Y OYENDO DECIR QUE NO SOLAMENTE
EN ÉFESO, SINO EN CASI TODA EL ASIA, ESE
PABLO PERSUADE Y APARTA A MUCHA GENTE, DICIENDO QUE NO SON DIOSES LOS QUE SE
FABRICAN CON LAS MANOS.
En Éfeso se había instalado una industria
de objetos piadosos para ofrecer a los peregrinos la oportunidad de procurarse
recuerdos de la peregrinación con una reproducción reducida del Artemision y de
la efigie de la diosa. Esto se comprende sin necesidad de dar explicaciones.
También es humanamente comprensible que al disminuir la demanda, se reuniera en
una manifestación de protesta el gremio que se sentía perjudicado.
El razonamiento de Demetrio prueba que
sabe muy bien que lo que fabrican sus manos no son dioses, pero se hace el indignado,
el ofendido, la víctima, anticipando la rebelión que provocará con su causa.
19, 27 Y ESTO NO SOLAMENTE TRAE EL
PELIGRO DE QUE NUESTRA PROFESIÓN CAIGA EN DESCRÉDITO, SINO TAMBIÉN DE QUE EL
TEMPLO DE LA GRAN DIOSA ARTEMISA SEA TENIDO EN NADA Y VENGA A SER DESPOJADA DE
SU GRANDEZA AQUELLA A QUIEN ADORA TODA EL ASIA Y TODA LA TIERRA.'
Lo más fácil para hacer que una multitud
se levante y actúe de inmediato es instigar odio en ella. Hallar una causa
común -en este caso la fe en Artemisa- y advertir que alguien quiere acabar con
ella. Eso basta para encender la mecha.
19, 28 AL OÍR ESTO, LLENOS DE FUROR SE
PUSIERON A GRITAR: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Los ahí presentes, la mayoría auténticos
creyentes en Artemisa se sienten furiosos ante la posibilidad de que alguien
atente contra la diosa que adoran.
19, 29 LA CIUDAD SE LLENÓ DE CONFUSIÓN.
TODOS A UNA SE PRECIPITARON EN EL TEATRO ARRASTRANDO CONSIGO A GAYO Y A
ARISTARCO, MACEDONIOS COMPAÑEROS DE VIAJE DE PABLO.
En el teatro "se convocaban las
asambleas populares. Las ruinas de este teatro fueron descubiertas recientemente.
En sus 66 hileras de asientos daba cabida a 24, 500 espectadores.
Una vez más sucede que al no hallar a
Pablo, los enardecidos pobladores apresan a sus allegados.
19, 30 PABLO QUISO ENTRAR Y PRESENTARSE
AL PUEBLO, PERO SE LO IMPIDIERON LOS DISCÍPULOS. 19, 31 INCLUSO ALGUNOS
ASIARCAS, QUE ERAN AMIGOS SUYOS, LE ENVIARON A ROGAR QUE NO SE ARRIESGASE A IR
AL TEATRO.
Como ya se sabe, una masa enardecida es
peligrosísima. En segundos lincha, aplasta, arrasa sin control. Los discípulos
y amigos de Pablo hacen bien en evitar que se ponga en riesgo de que lo mate la
turba.
asiarca. Era el sumo sacerdote de la
provincia de Asia. Le competía presidir la asamblea de la provincia, velar por
el culto del emperador y por los juegos públicos. Su cargo tenía duración de un
año, pero como conservaba el título aun después de cesar en sus funciones, era
factible que hubiera varios 'asiarcas'.
19, 32 UNOS GRITABAN UNA COSA Y OTROS
OTRA. HABÍA GRAN CONFUSIÓN EN LA ASAMBLEA Y LA MAYORÍA NO SABÍA POR QUÉ SE
HABÍAN REUNIDO.
Lucas nos hace ver que en esta revuelta
hay mucha gente que ha sido prácticamente 'acarreada' y que no tiene ni idea de
qué hace ahí.
19, 33 ALGUNOS DE ENTRE LA GENTE ALECCIONARON
A ALEJANDRO A QUIEN LOS JUDÍOS HABÍAN EMPUJADO HACIA DELANTE. ALEJANDRO PIDIÓ
SILENCIO CON LA MANO Y QUERÍA DAR EXPLICACIONES AL PUEBLO. 19, 34 PERO AL
CONOCER QUE ERA JUDÍO, TODOS A UNA VOZ SE PUSIERON A GRITAR DURANTE CASI DOS
HORAS: '¡GRANDE ES LA ARTEMISA DE LOS EFESIOS!'
Tal parece que "el judío Alejandro
intentó hablar en favor de los de su raza y explicar que Pablo no formaba parte
de la comunidad judía; creía necesario hacer esta aclaración, para evitar que
el motín fuese a parar en una persecución abierta contra los judíos. Pero la
multitud exaltada que lo reconoce como judío, le impide hablar.
19, 35 CUANDO EL MAGISTRADO LOGRÓ CALMAR
A LA GENTE, DIJO: 'EFESIOS, ¿QUIÉN HAY QUE NO SEPA QUE LA CIUDAD DE LOS
EFESIOES ES LA GUARDIANA DEL TEMPLO DE LA GRAN ARTEMISA Y DE SU ESTATUA CAÍDA
DEL CIELO? 19, 36 SIENDO, PUES, ESTO INDISCUTIBLE, CONVIENE QUE OS CALMÉIS Y NO
HAGÁIS NADA INCONSIDERADAMENTE.
Astutamente el magistrado comienza
dándoles la razón a los seguidores de Artemisa. Eso calma los ánimos (además de
por sí deben haber estado cansadísimos y roncos tras gritar ¡dos horas
seguidas!).
19, 37 HABÉIS TRAÍDO ACÁ A ESTOS HOMBRES
QUE NO SON SACRÍLEGOS NI BLASFEMAN
CONTRA NUESTRA DIOSA.
Ya con la multitud más serena, les hace
ver que ni Gayo ni Aristarco han hecho nada malo. Puede uno imaginarse la cara
de los ahí presentes, mirándose unos a otros y dándose cuenta de que todo ese alboroto
ha sido por nada pues en efecto ninguno los ha oído blasfemar contra su diosa
Artemisa.
19, 38 SI DEMETRIO Y LOS ARTÍFICES QUE LE
ACOMPAÑAN TIENEN QUEJAS CONTRA ALGUNO, AUDIENCIAS Y PROCÓNSULES HAY; QUE
PRESENTEN SUS RECLAMACIONES, 19, 39 Y SI TENÉIS ALGÚN OTRO ASUNTO, SE RESOLVERÁ
EN LA ASAMBLEA LEGAL. 19, 40 PORQUE, ADEMÁS, CORREMOS PELIGRO DE SER ACUSADOS
DE SEDICIÓN POR LO DE HOY, NO EXISTIENDO MOTIVO ALGUNO QUE NOS PERMITA
JUSTIFICAR ESTE TUMULTO. DICHO ESTO DISOLVIÓ LA ASAMBLEA.
El magistrado propone que las cosas se
resuelvan por la vía legal, pero como no hay caso en realidad, todo queda en
nada. Claro que el susto que pasaron los pobres de Gayo, Aristarco, Alejandro y
el propio Pablo ha de haber sido mayúsculo, pero con la confianza en Dios que
los caracteriza, seguirán adelante.
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