Apuntes para leer Hechos 9: 26-33
Saulo permanece un
tiempo largo en Damasco y luego va a Jerusalén. No ha necesitado ir antes a ver
a los discípulos para aprender de ellos, pues el Señor Jesús le ha concedido un
don muy especial, le ha revelado de manera extraordinaria todo lo que necesita
saber para poder ser Su apóstol y predicar
9, 26 LLEGÓ A JERUSALÉN
E INTENTABA JUNTARSE CON LOS DISCÍPULOS; PERO TODOS LE TENÍAN MIEDO, NO
CREYENDO QUE FUESE DISCÍPULO.
Pobrecito, nos recuerda
a un niño al que todos los demás le hacen el feo en el recreo y no quieren
jugar con él, pero es que hay que tomar en cuenta que Saulo salió de Jerusalén
llevando cartas para arrestar y llevar atados a los cristianos que encontrara
en Damasco, y ahora regresa a la ciudad convertido en cristiano. Es natural que
la comunidad cristiana sospeche de las buenas intenciones de Saulo. La gente
que conoce su celo por combatir a los cristianos no se 'traga' tan fácilmente
eso de que ya se convirtió al cristianismo. Piensan que es el 'viejo truco'
para lograr que la gente confíe en él y le informe acerca de los lugares donde
se reúnen, para poder caerles ahí y llevárselos atados a Jerusalén, como era su
propósito, por todos conocido.
Ahora que se ha
convertido en un apóstol del cristianismo, busca estar en comunión con aquel que
es la cabeza de la Iglesia.
El cristiano está
llamado a proceder siempre en armonía con la comunidad. A pesar de las
fricciones o malentendidos que puedan suscitarse, a pesar de cualquier
dificultad, no hay que olvidar que todos somos hermanos, hijos de un mismo
Padre, y que Jesús oró para que todos fuéramos uno.
9, 27 ENTONCES BERNABÉ
LE TOMÓ Y LE PRESENTÓ A LOS APÓSTOLES Y LES CONTÓ CÓMO HABÍA VISTO AL SEÑOR EN
EL CAMINO Y QUE LE HABÍA HABLADO Y CÓMO HABÍA PREDICADO CON VALENTÍA EN DAMASCO
EN EL NOMBRE DE JESÚS.
Bernabé.-
Ya San Lucas nos ha
hablado antes de Bernabé: ver Hch 4, 36-37; se trata de un cristiano originario
de Chipre, obviamente conocido y respetado dentro de la comunidad. Su aval de
Saulo da el resultado esperado. Logra presentárselo a los apóstoles y él mismo
se encarga de contarles la extraordinaria conversión de Saulo.
9,28 ANDABA CON ELLOS
POR JERUSALÉN, PREDICANDO VALIENTEMENTE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
Las entrevistas con
Pedro fueron sin duda una fuente informativa precisa y abundante sobre la vida
de Jesús, con el que tan familiarmente había tratado aquél. Sin duda que Pablo,
acompañado de Pedro, recorrió los parajes de Jerusalén donde el Maestro había
predicado, y seguramente también donde realizó la Última Cena; donde fue crucificado,
donde murió y resucitó).Fue sin duda la conversación de los dos apóstoles un
Evangelio a la vez denso y detallado, una transmisión de la doctrina del Señor
Jesús y una comprobación, a través del mejor testigo, de aquellas realidades
del banquete eucarístico, de la Pasión y Resurrección del Maestro. Fue, en una
palabra, la entrega de una tradición de la que Pablo después se mostraba
enteramente seguro (ver 1 Cor 11,23)
andaba con ellos por
Jerusalén.-
Saulo da pruebas de la
autenticidad de su conversión. Él, que hasta ahora ha sido un fariseo muy
celoso de su religión y muy conocido y respetado en Jerusalén, se atreve a
presentarse ahí en público acompañado nada menos que de los apóstoles, sabiendo
bien lo que piensan de ello los miembros del Sanedrín y otros judíos que hasta
ahora habían sido sus amigos o cuando menos sus aliados en su persecución de
cristianos.
predicando
valientemente.-
Saulo conoce los
castigos y amenazas de que han sido objeto los apóstoles por predicar a
Jesucristo. Atreverse a predicar con ellos requiere gran valor y él lo tiene:
el Señor lo ha fortalecido para esta misión.
9, 29 HABLABA TAMBIÉN Y
DISCUTÍA CON LOS HELENISTAS; PERO ÉSTOS
INTENTABAN MATARLE.
Los 'helenistas' eran
judíos que no vivían en Palestina, sino en regiones con influencia griega. Este
versículo se refiere a los que no se han convertido al cristianismo y que son
'los que reaccionan con mayor violencia contra la propaganda cristiana. Son los
mismos que se opusieron a Esteban y lo hicieron lapidar (ver Hch 6, 9).
No hay que confundirlos
con los otros 'helenistas' que se han mencionado antes, que son cristianos
venidos de regiones con influencia griega, de entre los cuales se eligió a los
siete diáconos para el servicio de las comunidades (ver Hch 6, 1-6).
De nuevo Saulo se ve en
peligro de muerte por su defensa -seguramente apasionada- del cristianismo.
9, 30 LOS HERMANOS, AL
SABERLO, LE LLEVARON A CESAREA Y LE HICIERON MARCHAR A TARSO.
Pasando por el puerto
marítimo de Cesárea, se encamina a Tarso, su ciudad natal. Por segunda ocasión
experimenta Saulo la ayuda de esa comunidad que verdaderamente lo ha acogido
como un hermano. Le salvan la vida. Lo hacen huir a donde estará a salvo.
9, 31 LAS IGLESIAS POR
ENTONCES GOZABAN DE PAZ EN TODA JUDEA, GALILEA Y SAMARIA;
Es la primera vez que
Lucas menciona a la Iglesia como una unidad que está esparcida por Judea y
Samaria, y también la primera mención de Galilea como espacio de difusión de la
nueva doctrina. Encontramos perfectamente lógico que en la comarca y tierras
donde Jesús había permanecido más tiempo y que habían sido objeto de Su
apostolado personal, se encontrasen muchos fieles que añadiesen a los recuerdos
de Jesús la fe en el Mesías resucitado que predicaban los apóstoles.
Con la conversión de
Saulo, alma de la persecución, y con su partida de Palestina, alborea para la
Iglesia un período de paz, que durará hasta cuando suba al trono el rey Herodes
Agripa I (en el año 39 o 41).
En el interior de las
iglesias hay paz y armonía. Ya nos lo ha dicho San Lucas en repetidas
ocasiones: sus miembros se esfuerzan por vivir cristianamente, por compartirlo
todo, por mantenerse unidos.
SE EDIFICABAN Y
PROGRESABAN EN EL TEMOR DEL SEÑOR
temor del Señor.-
Recordemos que 'temor
del Señor' no significa 'miedo'. Es un don del Espíritu Santo que hace que el
creyente sienta temor de apartarse del Señor, temor de defraudarlo, de
corresponder mal al infinito amor que Él le ha dado. Es un don que ayuda a
mantenerse lejos del pecado, porque la sola idea de traicionar, lastimar o
decepcionar al Señor da temor, duele demasiado.
Y ESTABAN LLENAS DE LA
CONSOLACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.
Como lluvia que
refresca se derraman los dones y frutos del Espíritu Santo sobre los miembros
de esas iglesias que viven realmente dispuestos a caminar a la luz del Señor.
Jesús prometió enviar al 'Consolador' y aquí San Lucas hace patente que
efectivamente lo que reciben estas comunidades de parte del Espíritu Santo es
un gran consuelo, que les permite seguir adelante a pesar de cualquier cosa que
puedan enfrentar.
En todos los esfuerzos
humanos de que nos informan los Hechos de los Apóstoles, siempre es el Espíritu
Santo el que llena y dirige a la Iglesia.
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