sábado, 18 de octubre de 2014

El día que le abrimos las puertas a los paganos.

Apuntes para hablar de Hechos 10: 1-33

En este texto vemos el tercero -y más largo- de los relatos sobre Pedro que nos ha presentado Lucas. Lo peculiar de este relato consiste en que la misión cristiana de Pedro encuentra por primera vez a un no judío y por medio de él se lleva a cabo la primera admisión de un pagano en la Iglesia.

En este relato vemos algo que sucede con frecuencia: ciertos principios de la ley se habían  convertido en algo tan arraigado en la manera de ser de los judíos, que cuando se convertían al cristianismo no lograban superarlos. Dios mismo "tuvo que intervenir para mostrar a la Iglesia la salida de esta obstrucción y para superar con la orden que da a Pedro las rígidas ideas de pureza e impureza.
Lo que se narra en este pasaje es tan trascendental como lo de la conversión de Saulo: son dos acontecimientos que verdaderamente alteran el curso que habrá de seguir la Iglesia en el mundo.

10, 1

Recordamos que fue un centurión el que reconoció que Jesús era Hijo de Dios (ver Mc15,39) y un hombre justo (ver Lc 23, 47); recordamos también que Jesús elogió la fe de un centurión que se conformaba con que Jesús curara a su siervo a distancia (ver Lc 7, 2ss). No sabemos si se trata del mismo hombre -Lucas no lo aclara- pero sí podemos pensar que se trataba de un romano pagano, pues
a continuación se le describe como hombre de fe en Dios.

10,2

piadoso y temeroso de Dios: Como siempre, Lucas echa por delante los títulos que el mundo aprecia (como que este hombre era centurión) y después da la información verdaderamente valiosa a los ojos de la fe: que era un hombre piadoso y temeroso de Dios, es decir, que amaba a Dios y este amor iluminaba su vida. No era un prosélito judío, circuncidado, sino que pertenecía, con toda su familia, a los llamados 'temerosos de Dios' es decir, a los paganos que simpatizaban con la religión judía y su monoteísmo. Éstos no pasaban oficialmente al judaísmo, pero veneraban al Dios único, frecuentaban los actos religiosos judíos, se conformaban a determinados preceptos, observaban los tiempos de oración prescritos a los judíos e iban en calidad de peregrinos a Jerusalén.

daba muchas limosnas: Al igual que Tabitá, se trata de alguien caritativo, que ejerce el amor en forma práctica, haciendo bien a la gente y esto lo hace rico a los ojos de Dios (ver Lc 12,33).

continuamente oraba a Dios: Lucas no deja pasar la oportunidad de recalcar la importancia de la oración. Y en este caso nos hace ver que no sólo los judíos o los cristianos oraban, también este hombre que por ahora no pertenece 'oficialmente' a ninguna de ambas comunidades.

10, 3

hora nona: Para los judíos es la 'hora de la oración'. Se ve que el centurión se acomodaba a este horario. Para los cristianos es la hora en que Jesús murió, la hora de la 'misericordia divina', la hora en que la salvación le fue regalada al mundo entero.

el Ángel de Dios: El Señor le hace llegar a Su mensajero. No tenemos derecho ni posibilidad de interpretar con más precisión este modo empleado por Dios para llamar a un hombre...es una revelación de la divina voluntad y de la divina conducción.

y le decía: 'Cornelio: Mediante un mensajero de Dios, Cornelio se descubre llamado por Dios, por un Dios que nos conoce y nos llama por nuestro nombre...

10, 4

miró fijamente: Lucas nos relata la reacción natural: quedarse mirando y seguramente preguntándose si está viendo visiones o qué pasa.

lleno de espanto: Percibir con toda claridad la presencia, la acción, la intervención de Dios en nuestras vidas siempre produce temor. Nos percatamos de nuestra pequeñez, nos sentimos vulnerables.
Se le hace saber que a Dios no le ha pasado desapercibido nada de lo que ha hecho: ni su oración, ni sus limosnas. Cornelio no es como el fariseo que alardeaba de sus buenas obras (ver Lc 18, 10-12), y precisamente esto ha hecho que brillen todavía más a los ojos de Aquel a quien se conquista con un
corazón humilde.

10, 5-6

El Señor le da indicaciones precisas que nos son conocidas porque las leímos en Hch 9,43;

10, 7

Es curioso el comentario de que llamó a dos criados y a un soldado piadoso: no escogió a cualquiera para contarle lo que había vivido, pues probablemente lo hubieran considerado un loco. En cambio personas de fe como él, sí comprenderían y creerían lo que les contara y no se irían riendo de él sino tomando muy en serio su encomienda.

10, 9

iban de camino: De nuevo la Palabra de Dios está en camino. Éste es un rasgo peculiar de los escritos de Lucas. La Palabra de Dios recorre su camino de una ciudad a otra. Siempre bajo las órdenes y la dirección del Espíritu. Si esto fuera una película, pasaríamos de una escena a otra: por una parte veríamos a los caminantes que se aproximan y por otra a Pedro orando. Y coordinándolo todo, Dios, que en Su infinita sabiduría prepara este encuentro que rendirá abundantes buenos frutos para Su Iglesia.

subió Pedro...para hacer oración: Pedro todavía es judío en sus juicios y en sus acciones. Está ligado a las leyes religiosas del judaísmo con toda la pureza y fidelidad de que es capaz su alma...Sube a la terraza a orar de acuerdo con la costumbre judía...observa estrictamente la ley.

10, 10

Dios siempre aprovecha el mejor momento para hacer llegar Su mensaje. El hambre de Pedro le da el pretexto perfecto para darle una enseñanza importantísima.

Y le sobrevino un éxtasis: No hay que pensar que esto le sucedió por el hambre que tenía. Esto que va a experimentar es algo que le manda Dios.

10, 11

Lucas nos da a entender que en ese lienzo estaban representados muchos animales que los judíos no solían comer jamás por considerarlos 'impuros' (ver Lv 11)

10, 13 Se le ordena que haga algo impensable: que mate y coma esos animales que hasta ahora ha considerado despreciables. Como siempre, Pedro replica lo primero que le pasa por la cabeza: decir que no.

10, 14

Pedro se resiste a obedecer lo que se le pide. Probablemente no lo ha tomado en serio, cree que es una especie de tentación o prueba y se defiende mencionando que él jamás ha caído en lo que se le propone (quizá también hay cierta nota de autocomplacencia: 'jamás he caído en semejante cosa no recuerda Pedro a dónde conduce la arrogancia. Pedro ciertamente ha tenido noticia de la instrucción dada por Jesús acerca de que 'nada hay externo al hombre que pueda contaminarlo' (Mc 7, 15) ha escuchado los severos juicios de Jesús sobre lo exterior del culto (ver Lc 11, 39ss)...y sin embargo le resulta difícil desprenderse clara y libremente de las maneras tradicionales de la ley judía. El mismo Dios tiene que intervenir de nuevo y señalar los caminos que abren a la Iglesia la posibilidad de avanzar por todo el mundo con el mensaje de salvación.

10, 15

La voz le hace ver que Dios no comparte su punto de vista acerca de lo que es puro e impuro. Y esto no sólo se refiere a los animales. Los judíos también consideraban 'impuros' a los paganos, a los no judíos. El Señor está invitando a Pedro a abrir sus horizontes, a sufrir una verdadera conversión.

10, 16

Parece que a Pedro hay que darle todo ¡por triplicado! Desde aquella triple negación y luego aquella triple afirmación que le pidió el Señor Resucitado a la orilla del lago. Recordemos que el tres significa plenitud, totalidad, así que esto se repite tres veces para que a Pedro le quede claro que así lo pide el Señor. De dónde provenía, para que no le quepa duda a Pedro de que aquello se lo había enviado el Señor. Como en aquel primer encuentro con Jesús, cuando le pidió bogar mar adentro y lanzar las redes y Simón lo hizo, aunque no le sonaba lógico pues habían pasado la noche tratando de pescar y había sido en vano (ver Lc 5, 1-11), ahora el Señor le vuelve a mostrar a Pedro que lo que le pide es algo que por ahora no comprende, que entra en el ámbito de lo divino, de lo que está más allá de lo que él puede pretender penetrar con su inteligencia y su lógica.

10, 17-18

Oportunamente como sólo las cosas de Dios pueden darse, llegan los hombres a buscar a Pedro. Se ve que siguieron las indicaciones (preguntar por la casa del curtidor y por Pedro), es decir, que creyeron en lo que el centurión les platicó.

10, 19-20

Lucas nos muestra cómo el hombre que vive en oración, que vive abierto al soplo del Espíritu, verdaderamente recibe de Él luz y guía.

10, 21

Pedro obedece lo que le pide la voz: baja y se presenta ante esos hombres. Pero como la voz no le dio mayor detalle, aprovecha para preguntar por qué han venido.

10, 22

Los enviados de Cornelio cumplen bien su misión: comienzan por referirse a él en los términos más elogiosos para que a Pedro le quede claro que se trata de un hombre de fe que ha hecho tanto bien que hasta el pueblo judío reconoce.

escuchar lo que tú digas: Ante esta frase Pedro se siente llamado a dar a conocer la Palabra: 'lo que Dios ha declarado puro, tú no lo llames profano': estas palabras ahora cruzan por la mente de Pedro.

10, 23

Para no tomar el camino en la noche, Pedro los invita a quedarse, les ofrece su hospitalidad. Fue un paso audaz acoger a los paganos, y una decisión trascendental acudir a los paganos con los mensajeros.

se levantó: Lucas usa un verbo que generalmente se emplea para hablar de resurrección, de levantarse de la muerte. Es interesante que haya dicho que Pedro se levanta, es decir, que Aquel a quien el Resucitado puso al frente de la naciente iglesia, se levanta para ir a anunciar al Resucitado, para ir a llevar a los paganos la buena noticia de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida.

se fue con ellos: Pedro cumple de inmediato lo que se le ha pedido de irse con  esos hombres que han venido a buscarle. Le acompañan algunos hermanos de la comunidad de Joppe, quizá sorprendidos por lo repentino del viaje, quizá temerosos de que estos hombres tengan malas intenciones y quieran hacerle
algún daño a Pedro cuando estén lejos de la ciudad (recordemos que los apóstoles han estado enfrentando oposición y hostilidad por predicar en el nombre de Jesús). Algunos autores comentan que quizá estos acompañantes de Pedro representan a la Iglesia que recorre con Pedro el camino de la apertura hacia los paganos. Son también testigos de lo que habrá de acontecer en casa de Cornelio.

10, 25
Resulta especialmente impresionante el gran deseo que tenía Cornelio de obtener la salvación. Espera la venida de Pedro. Todo el paganismo, podríamos decir, espera en la persona de Cornelio el mensaje y la dádiva de la salvación. Lucas nos muestra a este 'pagano' que desde antes de recibir la predicación de Pedro ya está convertido en alguien que convoca a otros, que invita a otros a participar de lo que él anticipa será un mensaje especial de Dios del que quiere que sus gentes también participen.

10, 25-26

Pedro entraba...salió Cornelio a su encuentro: Momento histórico. Hasta ahora, la naciente iglesia se ha dedicado principalmente a predicar la Buena Nueva en ambientes predominantemente judíos. A partir de este encuentro entre Pedro, a quien el Señor puso al frente de la Iglesia, y Cornelio, a quien el Señor está invitando a formar parte de la Iglesia.

cayó postrado a sus pies: A pesar de que Cornelio cree en Dios, no hay que olvidar que ha sido educado y ha vivido en el paganismo (donde se adora a dioses con apariencia humana), así que no es extraño que se postre ante Pedro como si éste fuera un dios o un ángel. La escena nos recuerda la de Ap 19, 10;

10, 27-28

Como ya se ha comentado, la primera comunidad cristiana, surgida del judaísmo, tiene muy arraigadas las normas y costumbres judías, una de las cuales declaraba que quien entraba a casa de un 'incircunciso' incurría en impureza legal. Los que se habían congregado conocían la reserva de los judíos ante los extranjeros. Ante la posibilidad de que alguno de los presentes se escandalice al ver que Pedro, que es judío, entre en casa de un pagano, éste de inmediato aclara la razón de su visita.

me ha mostrado Dios: Pedro tiene claro que la visión que tuvo se la inspiró Dios mismo, y por lo visto comienza a comprender el sentido que tiene.

no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre: Como se comentó anteriormente, la visión que Pedro tuvo no solamente tenía que ver con considerar 'puros' los alimentos, sino también a quienes acostumbraban comerlos. Los judíos consideraban que si alguien comía un alimento 'impuro' era un 'impuro': Pedro afirma que los alimentos no son impuros y los seres humanos tampoco. Para Pedro ya no existe la distinción judía entre puro e impuro. Ha caído la barrera que impedía dar el paso para acercarse a los paganos.

10, 29
Pedro da a entender la importancia que concede a este encuentro al que Dios lo ha lanzado. Recordemos que a Pedro no se le ha explicado la razón de haber sido invitado por Cornelio.

10, 30-33

Cornelio repite fielmente la historia que ya nos ha contado Lucas en Hch 10, 1-8;

todos nosotros: En ese 'todos' parece Cornelio querer englobar no sólo a sus amigos y parientes ahí presentes, sino a todos los paganos, a todos los que, como él, están ávidos de formar parte de la gran familia del Padre.

en la presencia de Dios: Se nota una alegre disposición...para recibir el mensaje del Evangelio que va al encuentro de Cornelio y de la comunidad que se ha reunido con él. Es una auténtica comunidad, congregada 'en presencia de Dios'. Este dato la eleva por encima del nivel de todas las demás colectividades, por encima de la vida cotidiana y profana. Cornelio deja claramente establecida la importancia de este encuentro, al manifestar que sucede ante la presencia de Dios y que lo que va a oír a continuación ha sido 'ordenado por el Seño

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