Tema 7
El Antiguo Testamento y el arte de la resiliencia
I. Introducción
¿Eres una persona responsable hacia ti misma? Cuando vivimos experiencias desagradables en nuestra vida podemos sentirnos víctimas, personas que hemos sido expuestas con impotencia ante algo que nos supera. Las personas que están convencidas que no pueden influir en sus estado de ánimo o modos de conductas, ni tampoco en las circunstancias que le rodean se suelen aferrar con tenacidad al victimismo.
Sin embargo las personas resilientes toman la iniciativa en medio de sus circunstancias personales. Abandonan el papel de víctimas y vuelven a tomar las riendas de su vida. Ellas saben que son las responsables de su vida, nadie más. Saben que son las responsables de su manera de actuar, de pensar y de sentir. Saben distinguir entre lo que está bajo su control y lo que le corresponde a los demás.
II. ¿Fue Adán una víctima?
1 La serpiente que era la más astuta de todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, preguntó a la mujer: ¿Así que Dios os ha dicho que no comáis del fruto de ningún árbol del jardín?
2 La mujer le contestó: –Podemos comer del fruto de cualquier árbol, 3 menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos. 4 Pero la serpiente dijo a la mujer: No es cierto. No moriréis. 5 Dios sabe muy bien que cuando comáis del fruto de ese árbol podréis saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces seréis como Dios. 6 La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que tomó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. 7 En aquel momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas. Gn.3
III. Indicadores de falta de responsabilidad hacia uno mismo.
1º Perseverancia en el papel de víctima: Hay personas que encuentran cómodo el rol de víctimas. Mientras tengan a quién culpar no necesitan tomar responsabilidades ni decisiones. Siempre están lamentándose o quejándose de las circunstancias que les ha tocado vivir. Siempre vuelven sobre los mismos temas de conversación. Les gusta que por ellos sientan lástima. Tener un tutor o un consejero que les escuche y les diga que hacer. Acaban comportándose como personas paralizadas y dependientes.
2º Imputaciones de culpa: Las víctimas son muy hábiles a la hora de buscar culpables, de causar remordimientos sobre todo cuando hay un conflicto familiar o controversias. Son propensos a los reproches. No entienden por qué la gente los trata así, con lo buena persona que son ellos. Así que los malos siempre están fuera, son otros. Ej. La mujer que tú me diste…le reclama Adán a Dios.
3º Una actitud pasiva de evitación: Las personas irresponsables consigo mismo opinan que todas las crisis que han vivido o viven son causadas por fuerzas que no dependen de ellas. Están convencidas que no pueden cambiar su vida debido a sus incapacidades o mala suerte. Esto las hace caer en un círculo vicioso. Dudan de sí mismas y no quieren autoevaluarse. En el fondo estas personas tienen mucho temor a hacer el ridículo o en quedar en evidencias. Así que para no pasar este mal trago no se trazan metas. Y confían que sean otros los que tomen las decisiones por ellos. Les gusta estar posponiendo reiteradamente las cosas y tiran la toalla con mucha facilidad cuando surgen los inconvenientes.
IV. Frases de una persona irresponsable hacia sí misma.
No quiero seguir, no tiene sentido….
Eso es muy difícil de conseguir…
Ya verás que al final me pasará algo malo…
Hoy ha sido un día malo….
Dada la situación no me queda más remedio que irme….
Estas excusas son como una especie de alivio a corto plazo pues los que las dicen pueden eludir el temor a fracasar o a equivocarse; pero a la vez están renunciando a cambiar su vida.
V. ¿Eres una persona responsable? ¿O eres de los que ponen condiciones?
Ser responsable es ante todo asumir la idea de que podemos influir en nuestra vida, que podemos controlarla y configurarla. Pero sin esperar que las condiciones externas sean las que más nos convengan o que las demás personas cambien. ¿Por qué come Adán el fruto que le ofrece la mujer?
¿Necesitas que los demás den su brazo a torcer para tu ceder después? ¿Necesitas que alguien se disculpe antes para después tú saludarlo? ¿Antes de mostrarte comprensivo con tu hijo tiene él que escuchar tus condiciones?
Cuando esperamos que sea el otro quien dé el primer paso lo que estamos propiciando es que sea el otro quien asuma la responsabilidad, no nosotros.
Tema 8: Rut ó qué es lo que nos hace sentirnos unido a una persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario