Tema 5
El Antiguo Testamento y el arte de la resiliencia.
Miércoles 23 5.30 pm
I. Introducción.
Generalmente asociamos la creatividad con procesos artísticos; peor hay otra dimensión de el que está relacionado con los procesos mentales que activan procesos imaginativos e ideas insólitas. Cuando llegan las crisis a nuestra vida hay que tener creatividad para enfrentarlas. Y es que cuando aparecen obstáculos hay que encontrar nuevos caminos y cambiar nuestra manera de actuar. Las personas resilientes son las que piensan de manera creativa, original y flexible.
Una persona es inteligente cuando puede entender el mundo en que vive y está dispuesto a cambiar aquellas cosas que son necesarias para vivir mejor. Por eso opiniones como “esto es así” o “tenemos que cambiar” cobran mucha importancia en nuestros días. Una persona es creativa cuando elabora nuevas ideas. Una persona es innovadora cuando realiza con éxito las nuevas ideas. Frente a esta opción está la otra, la de repetir los esquemas y actitudes que vimos en nuestros padres o en la sociedad. A esta actitud se le denomina pensamiento reproductivo.
II. Jetro.
Es un personaje del Antiguo Testamento. Lo que se sabe sobre él se encuentra en el libro del Éxodo. Fue sacerdote de Madían, una tierra que se extendía desde el este del Mar Muerto hasta el Sinaí. La Biblia cuenta que su hija Séfora se casó con Moisés cuando éste había huido de Egipto por haber matado un hombre que maltrataba a un esclavo hebreo. Moisés trabajó como pastor durante cuarenta años antes de volver a Egipto para llevar a los hebreos a Canaán, la tierra prometida.
Después de la salida de Egipto Moisés actuó como juez delante del pueblo, pero al ver las largas jornadas y lo poco efectiva que eran estas secciones Jetro se acerca a donde está Moisés y le da el siguiente consejo:
Elige de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres fieles e incorruptibles, y ponlos al frente del pueblo como jefes de mil, jefes de ciento, jefes de cincuenta y jefes de diez.
Ellos juzgarán al pueblo en todo momento; te presentarán a ti los asuntos más graves, pero en los asuntos de menor importancia, juzgarán ellos. Así se aliviará tu carga, pues ellos te ayudarán a llevarla. Éx. 18: 21-22
III. ¿Cómo no buscar soluciones a nuestros problemas?
Sabemos que nuestra manera de buscar soluciones a nuestros problemas es errada cuando una y otra vez se producen los mismos resultados y no los que nosotros esperamos. Cuando somos consientes que nuestra manera de resolver el asunto no es el adecuado estamos en condiciones de asumir que tenemos que realizar cambios en nuestra estrategias. Y a veces esos cambios han de comenzar por nosotros mismos. Las personas que están dispuestas a modificar su manera de actuar para obtener resultados personales o sociales no suelen acumular estados de crisis. Los que por el contrario no suelen aceptar su responsabilidad personal en las circunstancias en que viven o pretenden resolver sus problemas de la misma manera que cuando tenía 10 años suelen presentar cuatros sistemáticos de crisis y su situación suele ser desesperación y desesperanza. Es sorprendente la cantidad de personas que se dicen cristianas; pero que optan por un estado de inmovilismo total a la hora de buscar soluciones.
1º ¿Ante un problema busco soluciones o me quedo hipnotizado?
2º ¿Ante una situación de crisis me limito a lamentarte o prefiero superar este estado?
IV. Convicciones y rituales.
Todas las personas tienen convicciones y practican rituales. Por ejemplo cada uno de nosotros tiene una manera de colocar la mesa, de decorar su casa, de decir lo que piensa sobre la muerte digna, sobre el aborto, etc. Pero cuando estas convicciones o practicas están anquilosadas, o sea, no nos dejan ver otras opciones, entonces no podemos tener acceso a buscar nuevas soluciones a problemas de nuestra vida.
Frases típicas que nos impiden salir de nuestro “destino”.
a) La cabra siempre tira al monte: No siempre es así, podemos cambiar nuestra conducta. Ej. Los hijos no han de pagar los errores de los padres.
b) Con nosotros eso no funciona: No hay salida. No hay futuro. Es un asunto grave. Nosotros no podemos. Ej. Cinco panes y siete peces.
c) Es muy fácil decirlo: Esto se dice en forma de reproche casi siempre. Pero lo que dice en verdad es que hay un bloqueo para que las cosas cambien. Ej. Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto.
d) Eso no es más que una gota en medio del océano: No hay soluciones válidas. No hay soluciones pequeñas. No hay que tomar medidas temporales. No creemos en los remedios parciales.
e) Siempre lo hemos hecho así: Con esta frase lapidamos toda creatividad o cambio. O lo haces así o no hagas nada. Ej. No se podía curar los sábados
Las personas que suelen usar este tipo de frases cuando las conocemos bien descubrimos que no sólo son poco flexibles sino que son indecisas, lamentan las posibilidades que han tenido en la vida después que ya han pasado y confían que muchas de sus situaciones se las han de resolver los demás sin que ellos muevan un dedo.
La otra cara de la manera sería las personas que por roles familiares o sociales están tentados a buscar soluciones constantemente a los problemas de los demás. Y las buscan de manera rápida y para siempre. Esta tensión les hace vivir en una constante zozobra. Se sienten agobiados. Nunca pueden tener una nueva idea de las cosas.
¿Y tú? ¿Cómo resuelves tus problemas?
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