Tema 2
Taller El Antiguo Testamento y el arte de la resiliencia.
I. Introducción
Job es, tal vez, el libro más antiguo de la Biblia. Habla de un hombre que vivió después de Noé y antes de Abraham. Job era un ganadero muy rico, con 7 hijos y 3 hijas y numerosos amigos y criados. Vivía en "la tierra de Uz", la cual es una ciudad mencionada como parte del reino de Edom.
Satanás reta a Dios argumentando que el amor perfecto de Job es por causa de sus bendiciones y no por que realmente Job ame a Dios. Dios concede a Satanás el probar la integridad de Job.
Lucifer entonces lo acecha y se ensaña causándole múltiples desgracias como enfermedades, sarna, ataque de caldeos y sabeos a sus criados, muerte de su ganado, pobreza, el repudio de su mujer e incluso la muerte de sus hijos.
Así Dios demuestra a Lucifer que la fe y amor de Job era más fuerte que todas las bendiciones que poseía, porque a pesar de perderlo todo sin causa propia aparente, siguió amando a Dios. Job en medio de las terribles pruebas, yace desnudo y cubierto de ceniza en medio del campo, a pesar de que flaquea maldiciendo el día de su nacimiento (Job 3), lamenta su estado de probación (Job 10) y defiende su integridad y perfección de amor a Dios (Job 13), se queja de la prueba (Job 16), es acusado de maldad por uno de sus amigos, no reniega de Dios y Él le enseña más humildad a Job mostrando sus hechos acerca de su poder y obras (Job 38), donde Job sale aún más fortalecido.
Terminada la prueba, Job sale triunfante (Job 42) y le es restituida su felicidad anterior aún con más del doble de lo que tenía.
II. Optimismo: la visión positiva del mundo.
Cuando tenemos delante de nosotros una tarea difícil, ¿hacía donde dirigimos automáticamente nuestra atención? ¿Te abrumas a ti mismo con pensamientos malos? La diferencia entre el pesimista y el optimista radica en la manera en que se ven las cosas, en la manera que se experimentan, en la manera que se viven. Cuando se desencadena la crisis, los optimistas activan los mecanismos para gestionar y buscar soluciones. Los pesimistas se centran en los aspectos desoladores de la situación y en las dificultades que están por venir.
Decía Marco Aurelio tu vida es lo que tus pensamientos hacen de ella. Las personas que se sobreponen a las crisis y a las pérdidas, las resilientes, ven su entorno, a sus semejantes y a sus circunstancias bajo la luz del optimismo. Para estas personas las situaciones son oportunidades para crecer.
III. El problema del sufrimiento.
¿Cómo asume Job sus pérdidas? ¿Qué actitud desarrolla? ¿Qué visión tiene Job de su mundo? ¿Qué visión tiene Job de sí mismo? ¿Cómo ve el futuro?
Cuando leemos este libro podemos apreciar con claridad que Job se desenvolvió siempre en el ámbito terrenal; él no sabía cuales eran los planes de Dios. El prólogo y el epílogo del libro narran hechos que Job nunca conoció, en tanto que el diálogo intermedio describe su sentir ante lo que le había sucedido. En efecto, el lector termina por saber más de Job que el propio personaje, porque se adentra en el terreno de Dios y se entera de hechos que determinan la suerte de aquel.
El tema es el problema del sufrimiento hace que el ser humano se plantee porque Dios, permite el mal y el sufrimiento y este es el punto de articulación entre religión y moral. Y así, sin saber lo que sucedía en el cielo, Job se resignó a pasar el tiempo sentado en un montón de cenizas rascándose las llagas del cuerpo. Su esposa lo incitó a maldecir a Dios y morir pero “no pecó Job con sus labios”. Luego sus tres amigos: Elifaz, Bildad y Sofar permanecieron en silencio con él durante siete días y siete noches esperando que se desahogara. Sus primeras palabras fueron desgarradoras, una invocación indirecta a Dios: Job maldice el día en que nació y se lamenta de no haber perecido al nacer para luego concluir: “Lo que temo, eso me viene”.
Dios no le reveló a Job la razón y de ahí su desasosiego interior, pero éste no le llega a maldecir y apela a él para ir en contra de sus acusadores, de ahí le nace la confianza y la serenidad. La fe implica confianza. La pregunta que se abre en este Libro ya no es ¿porqué sufro?, sino ¿con qué actitud debo sufrir?
IV. El optimismo y la fe.
Una de las enseñanzas que aporta este libro es la de que Job no tuvo una fe ciega, propia del libreto masoquista, ya que ni eliminó sus preguntas ni se sometió sin comprender nada. Otra, es la de que sólo inquirir sobre la causa le aportó consuelo ante las penalidades, ya que a Job ningún amigo lo tranquilizó. Así que, el lugar de la pregunta abre el lugar del sujeto, ya que el sujeto del deseo de saber es sujeto del deseo y produce un nuevo saber. Ante sus preguntas va más allá del Padre y puede salir de su fantasía alienante. Lo cual nos permite pensar en un cierto pasaje desde el amor entregado a Dios al amor al saber y a la búsqueda de la razón, aunque no todo pase por la razón.
Hemos visto en este libro que es falso ligar el sufrimiento al pecado. El sufrimiento aparece como un medio de enseñanza, y no se sale de una prueba de este estilo tal y como se entró.
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