Josue: 1
Se me hace un poco extraño no ocupar hoy mi habitual asiento en el banco de la iglesia. Aunque tengo que reconocer que tampoco me resulta incomodo estar aquí, al otro lado, de pie, viendo tan claramente todos estos rostros conocidos y atentos (será porque estoy en familia).
El tema que he elegido para compartir lo he echo por dos motivos: El 1º porque lo conozco (crecí engordando en inseguridad y miedos a falta de palabras de ánimo y afecto durante mi niñez) y el 2º porque creo es un tema de interés para todos, que nos afecta a todos. A lo largo de esta semana he preguntado a varias personas acerca de sus miedos y ésta lista es el resultado de las respuestas:
- A la Soledad
- A No ser aceptados
- Al Rechazo
- Al Abandono
- A la Burla
- A Perder a un ser querido
- A Quedarnos sin trabajo
- Al Maltrato
- A la Violencia
- A Hacer el ridículo
- A la Enfermedad
- A Que nos hagan daño
- A la Muerte
- A la Hostilidad
- A Cambiar costumbres o maneras de pensar
- A la Oscuridad
- A Coger responsabilidades
- A Lo desconocido
- A Relacionarnos con los demás
- A Que descubran nuestros secretos
- A Que no nos quieran
- A Defraudar
- A la Depresión
- A las Dependencias…
Echemos un vistazo al primer capitulo de Josue: Al leerlo podemos apreciar, como a pesar de que la historia no nos cuenta que él manifestara miedo, tanto por el contexto en el que se desarrollan lo hechos, como por las palabras que Dios le dedica, que el momento era de temor… Moisés (todos sabemos lo que representaba para el pueblo) había muerto y Josue hereda la misión de conducir al pueblo de Dios cruzando el Jordan hasta llegar a la tierra prometida… y Dios le dice, vers, 6: “Solo te pido que te esfuerces y seas valiente” ¿Valiente?
¿Qué es ser valiente? En mi opinión valiente no es aquel que no tiene miedo, eso solo es lo que nos cuentan en las películas, si no el que teniendo miedo, no le impide buscar una solución tantas veces como sea necesario… si ésta no sirve, otra y otra y otra… El miedo no controla su vida, no le rinde.
Lo cierto es que el miedo en sí no es un problema, al fin y al cabo, nos mantiene atentos ante posibles peligros y poder así evitarlos… El problema comienza con nuestras reacciones ante él, me refiero por ejemplo: A la queja (que cansina y dañina es), o la costumbre de echar la culpa a los demás (Yo recuerdo haberlo hecho con mis padres, y bueno, todo tiene su tiempo y tarde o temprano tienes que ser tú quien decida que hacer con lo que hay en tu vida. Otra es la parálisis, el miedo nos paraliza y nos deja fuera de juego ¿cuantas cosas habremos dejado de hacer…? Pero retomemos
¿Qué me esfuerce? Si retrocedemos al vers. 2 leemos: Mi siervo Moisés ha muerto, ahora pues, “levántate”. Si Josue creía que le iban a dar las instrucciones pertinentes sentadas y tomando notas, estaba muy equivocado. Hay que ponerse en marcha para que Dios pueda guiarnos. Recuerdo que no mucho tiempo después de haber tomado la decisión de seguir estos caminos, vi como dolorosamente se me caía uno de esos mitos heredados. Dios no nos va ha sacar las castañas del fuego, podría, pero no lo va ha hacer, no va a cogernos las castañas para que no nos quememos.
¿Cómo puede Dios permitir que nos quememos? ¿Qué suframos? Sé que no le gusta que suframos, ni que tengamos miedo, ni dolor… La primera vez que aparece en la biblia el miedo son palabras que pronuncia Adán “Te oí y tuve miedo”
En el principio no existía nada de esto que tanto nos molesta, y en el futuro según sus promesas tampoco existirá. Así que si lo permite tiene que haber una buena razón. Yo como madre entiendo perfectamente que el exceso de protección hace que ni madures ni aprendas muchas de las cosas necesarias para andar en el día a día y, como creyente entiendo que él ve más allá de nuestro reducido circulo de visión y nos prepara para algo que nosotros no logramos apreciar.
No nos saca las castañas del fuego, pero… si seguimos leyendo… “Así como estuve con Moises estaré contigo, no te dejaré ni te abandonaré…medita en todo lo escrito porque entonces harás prosperar tu camino…No temas ni te acobardes porque el Señor tu Dios estará contigo donde quiera que vayas… solamente sé fuerte y valiente.
No nos saca las castañas pero…
-Nos fortalece
-Nos da paz
-Nos acompaña
-Nos guía
-Nos da sabiduría
-Nos da amor
-Nos da calor
_Nos da esperanza
_Y algo por lo que a mi me encanta ser Cristiana, para lo que otros dioses parecen no estar capacitados. Nos da consuelo.
“La paz os dejo, mi paz os doy, no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14: 17
Me gusta pensar que realmente Dios cuenta con un pueblo fuerte y valiente… Si ves a alguien solo acompáñale, si es maltratado hagamos algo por favor, si se burlan no riamos la gracia…Y el miedo se debilitará.
Lola Sabroso
Domingo 24.01.10
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