Francis Chan utiliza una analogía para sacudir la
visión que tenemos muchos de nosotros sobre la iglesia. Él nos dice: Imagina
que nos encontramos en una isla desierta y no tenemos ninguna experiencia anterior
con el cristianismo, pero una Biblia ha sido arrojada a la orilla de la playa para
que la podamos leer desde el principio al fin. Si decidimos que queremos
edificar una iglesia, ¿qué criterios seguiríamos para su edificación: la tradición
o lo que sugieren las Escrituras? La respuesta obvia sería que seguiríamos las
indicaciones de las Escrituras, pues no tendríamos otra referencia previa.
Quizás ahora estemos en condiciones de entender porque nuestra manera de hacer
iglesia está más vinculada con tradición histórica que en lo que dice la
Biblia.
La palabra griega traducida como iglesia es ecclesia, y se utiliza para describir
una reunión o una asamblea de personas. La palabra va cobrando mucha más importancia
a medida que el Nuevo Testamento avanzaba. Es Pablo quien tendrá la
responsabilidad de ofrecer una visión mucho más detallada y elevada de la
misma. En Hechos, la palabra se utiliza con varios significados. P. e, para describir
una multitud enojada y confundida, o un partido de paganos que han declarado
lealtad a un falso dios, como describe Hechos 19:32.
Debemos recordar que la Biblia no define la iglesia
como a nosotros nos gustaría. En su lugar utiliza una gran variedad de imágenes: un rebaño, un campo, una familia, un
cuerpo, una brida, una sucursal, una construcción hecha de piedras vivas. Las
definiciones son ante todo unas descripciones objetivas y útiles que pueden
atrapar el corazón y la mente de la gente. Y por tanto son mucho más
memorables. La gente no suele quedarse con simples definiciones técnicas. Las
personas requieren imágenes visibles que
les atrapen y les acompañen. Y personalmente creo, que la imagen de la iglesia
era tan efectiva en esos días que se propagó como una noticia viral de nuestros
días.
Si deseamos describir a la iglesia de hoy como lo
conocemos utilizando imágenes de nuestra realidad cotidiana, me temo que
tendríamos una lista completamente diferente a las descripciones que
encontramos en las Escrituras. De hecho, cuando haces una búsqueda en Google
del término iglesia y haces clic
sobre las imágenes lo que te encuentras es sorprendente: todos son edificios
hechos por hombres. Por tanto no nos extrañemos si la mayoría de los
creyentes cuando hablan de la iglesia lo
que les viene a la mente es un determinado local, con un grupo musical
entusiasta y un orador que motiva. Y si le preguntamos a los no creyentes
entonces las imágenes son más estereotipadas: un edificio, una organización con
reglamentos y estatutos, un lugar donde se dan clases sobre la Biblia y si
insistimos alguno podrá llegar a decir que un lugar para las personas que están
rotas. Ahora comparemos las dos listas. ¿Con cuál estamos más conformes? Cuál
nos molesta?
Nuestra manera real de entender la iglesia porta
elementos de las dos listas. Pero cuando nos acercamos a las imágenes que
ofrece el Nuevo Testamento vemos que están más relacionadas con la liberación
de la vida de los hombres y las mujeres, y no tiene nada que ver con la gestión
y el control de recursos financieros que hacemos en nuestras comunidades
cristianas.
Se nos olvida que las cosas inorgánicas pueden
producirse, pero no reproducirse. Como Christian Schwartz señaló tan
elocuentemente: una máquina de café puede hacer muy buen café, pero no puede
hacer otras cafeteras.
Jesús quiere para su novia y para su cuerpo vida.
Quiere que las ramas sean fértiles y den frutos. El cristianismo se trata de la
vida. Por ello Jesús nunca utiliza imágenes
de una institución para imaginarse a sus seguidores.
Así que tras muchos estudios, con mucha investigación,
con mucha práctica y mucho tiempo invertido en la búsqueda de la sabiduría, hombres
más inteligentes que nosotros, han llegado a comprender lo que es la iglesia de
una manera sencilla y profunda a la vez: la iglesia es la presencia de Jesús
entre su pueblo, llamado a ser una especie de familia espiritual, para dedicarse
a una misión en este planeta.
Mientras que la Biblia utiliza una serie de metáforas
para describir la iglesia, nosotros podemos ver que todas esas imágenes tienen una
cosa muy llamativa. Muy en común. Todos ellas describen la iglesia es una cosa
viva. Quizás aquí y ahora podamos entender porque los cristianos proclamamos
que la iglesia está construida con piedras vivas y es una morada para el Dios
vivo.
La iglesia está viva, y el Espíritu de Jesús es su
vida. ¿Te imaginas un cuerpo sin cabeza? Sería un cadáver. ¿Te imaginas una
novia sin su novio? Sería una viuda prematura. ¿Te imaginas una rama sin frutos?
Sería un leño. ¿Te imaginas una casa sin cimientos? Serían unos escombros. ¿Te
imaginas es un rebaño sin pastor? Sería nada.
Cada imagen del Nuevo Testamento lo que busca es
reforzar la idea de que la iglesia es el lugar donde transcurre la relación de Jesús
con sus seguidores. La presencia de Jesús no es sólo una parte de la definición
necesaria que dice la teología sobre la iglesia; sino que es la más esencial. Estoy convencido que
al mundo que hay fuera de nuestras iglesias le encantaría venir y experimentar
a ese Jesús. Y no experimentar una institución.
Neil Cole
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