Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 15: 36-40
Recordemos que algunas Biblias han dividido los libros
en secciones marcadas con números romanos. Esa división es particular para cada
Biblia, obedece a un deseo de facilitar la lectura y el estudio de dicho libro
por secciones, pero esos números no se mencionan en las citas bíblicas puesto
que no son comunes a todas las traducciones bíblicas.
En este pasaje Lucas nos narra el llamado incidente de
Antioquía, en donde explica cómo fue que Pablo y Bernabé se separaron y
emprendieron la evangelización en lugares distintos.
15, 36 AL CABO DE ALGUNOS DÍAS DIJO PABLO A BERNABÉ:
'VOLVAMOS YA A VER CÓMO LES VA A LOS HERMANOS EN TODAS AQUELLAS CIUDADES EN QUE
ANUNCIAMOS LA PALABRA DEL SEÑOR.'
Aquí se muestra la preocupación de Pablo por sostener
la fe de los hermanos a los que ya habían anunciado la Buena Nueva. No se
conforma con haberles hablado de Jesucristo, quiere regresar a asegurarse que
se han mantenido firmes en la fe; quiere ir a ver cómo están, qué dificultades
han tenido, etc. es un verdadero pastor.
15, 37 BERNABÉ QUERÍA LLEVAR TAMBIÉN CON ELLOS A JUAN,
LLAMADO MARCOS.
Juan, llamado Marcos, ya ha sido antes mencionado. En
su casa se reunían los discípulos a orar, y allí se dirigió Pedro cuando fue
milagrosamente rescatado de la prisión (ver Hch 12, 12). Más adelante lo vemos
acompañar a Bernabé, de quien era primo, cuando aquél salió a la misión con
Pablo (ver Hch 12, 25). Se nos comenta también que ayudaba en la predicación
(ver Hch 13, 5). Después narra Lucas que cuando Pablo y Bernabé se embarcaron
hacia Perge de Panfilia,
Marcos se regresó y decidió no continuar el difícil
viaje que aquellos iban a emprender (ver Hch 13, 13).
15, 38 PABLO, EN CAMBIO, PENSABA QUE NO DEBÍAN LLEVAR
CONSIGO AL QUE SE HABÍA SEPARADO DE ELLOS EN PANFILIA Y NO LES HABÍA ACOMPAÑADO
EN LA OBRA.
Como van a visitar lugares en los que estuvieron
antes, comunidades que conocen bien, Pablo tiene cierta razón al no querer
llevar a quien no había ido antes con ellos (pues no conoce la región, ni a
esas personas, etc). Por su parte Bernabé también tiene razón al querer
llevarlo para que conozca estas comunidades de las que seguramente le ha
platicado.
Por primera vez surge un conflicto entre Pablo y
Bernabé. Cada uno tiene su muy particular punto de vista, completamente opuesto
al del otro, y cada uno considera tener razones válidas para defenderlo.
15, 39 SE PRODUJO ENTONCES UNA TIRANTEZ TAL QUE
ACABARON POR SEPARARSE EL UNO DEL OTRO:
La oposición entre ambos apóstoles fue absoluta y
frontal, y ninguno de los dos quiso ceder en lapostura que había tomado, de
forma que el enfrentamiento llegó a un 'paroxismo', que es el término que usa Lucas,
queriendo significar con ello 'el grado máximo de fiebre al que llega un
enfermo', y en este caso, la alta temperatura emocional del conflicto. Por
tanto, no hubo otro remedio que la separación.
Esta desavenencia entre Pablo y Bernabé parece casi
inconcebible a quien conoce la historia anterior que había unido a estos dos
hombres. Bernabé había sido quien, según Hch 9, 27; había facilitado a Pablo,
fugitivo en Damasco, el acceso a la comunidad recelosa de Jerusalén. Bernabé
había sido quien, según Hch 11, 25s, había buscado a Pablo, casi olvidado en
Tarso, y lo había llevado consigo a Antioquía para colaborar con él. Bernabé
era quien había acompañado a Pablo en misión a Chipre y Asia Menor y había
entonces dejado la palabra a Pablo y, cada vez más, también la dirección.
Este incidente revela una vez más la condición humana
de los apóstoles y cómo la gracia del apostolado y de la predicación operaba en
cada uno de acuerdo con su temperamento y personalidad. Bernabé, más amable y
comprensivo, pensó que era mejor ofrecerle al muchacho una nueva oportunidad de
remediar sus indecisiones anteriores. Pablo, por el contrario, más tajante y
decisivo, pensó que, ante un viaje que se presentaba difícil, no se podía
confiar en Juan Marcos, todavía no avezado a las rudezas de las tareas evangelizadoras.
BERNABÉ TOMÓ CONSIGO A MARCOS Y SE EMBARCÓ RUMBO A
CHIPRE.
Bernabé era de Chipre (ver Hch 4, 36).
De ahí en adelante los Hechos no vuelven a ocuparse de
él. Por 1Cor 9,6 se sabe que años más tarde continuaba aún entregado a la
predicación.
15, 40 POR SU PARTE PABLO ELIGIÓ POR COMPAÑERO A SILAS
Y PARTIÓ, ENCOMENDADO POR LOS HERMANOS A LA GRACIA DE DIOS.
Silas ya había sido mencionado antes. Es uno de los
dirigentes de la comunidad, que junto con Judas llamado Barsabás, Pablo y
Bernabé fue enviado a Antioquía, por Pedro, los apóstoles y presbíteros de Jerusalén
para exponerles a los paganos las conclusiones del llamado Concilio de
Jerusalén (ver Hch 15, 22).
Silas fue un fiel colaborador que recorre con Pablo la
Siria, Cilicia, Licaonia y otras regiones. En Filipos es encarcelado juntamente
con Pablo, y allí se nos informa que, al igual que Pablo, era ciudadano romano.
Después, desde Corinto, su nombre, juntamente con el de Timoteo, aparece citado
al comienzo de las dos cartas de Pablo a los Tesalonicenses. Y tras un
intervalo de silencio, Silas (llamado Silvano) aparece en Roma, al lado de
Pedro, sirviéndole, según parece, de escribano en su primera carta: Os he
escrito brevemente por medio de Silvano, nuestro hermano fiel a quien
estimo" (1Pe 5,12).
encomendado por los hermanos a la gracia de Dios. Qué
bello que Lucas nos deja ver cómo el que viaja a evangelizar va sostenido por
las oraciones de su comunidad.
En la Biblia de Jerusalén ( en Hch 12, 12) aparece
esta interesante nota de pie de página sobre Marcos: "Se hallará junto a
Pablo durante el primer cautiverio romano de éste (ver Col 4, 10; Flm 24;) y Pablo
reclamará todavía sus servicios poco antes de morir, (ver 2Tm 4, 11). Fue
asimismo discípulo e Pedro (ver 1Pe 5, 13), y la tradición reconoce en él al
autor del segundo Evangelio.
¿Qué podemos deducir de ello? Que a pesar de que se
separaron después de gran 'tirantez' y emprendieron caminos distintos, ni Pablo
ni Bernabé permitieron que anidara el rencor en sus corazones.
Podemos suponer que cada uno recordaba al otro con
afecto al recorrer lugares en que habían estado juntos. Y podemos suponer
también que al reencontrarse se dieron un abrazo con genuina alegría, y reemprendieron
su relación fraterna donde la habían dejado. Sin sombra de resentimiento. Esto
es a tal grado evidente que Pablo no sólo no mantuvo resistencia hacia Marco
sino se permitió descubrir las grandes cualidades que había en él, más aún, fue
capaz de reconocerlas públicamente y por carta.
Una vez más, aprendemos de los miembros de la primera
comunidad cristiana a resolver nuestras diferencias cristianamente.
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