Hace poco escuché de una mujer que asiste a una iglesia evangélica de cierta denominación, como lamentaba haber escuchado los consejos de un pastor poco instruido en las Escrituras que insistiendo que la venida del SEÑOR estaba cerca, debía dedicarse al servicio cristiano a tiempo completo dejando sus estudios y su trabajo inclusive.
La mujer tiene un trabajo muy humilde donde no percibe lo suficiente para suplir algunas necesidades, y siempre recuerda aquellos días de su juventud cuando este líder le instó a dejar todo para servir a Dios, de hecho, ella manifestó que estaba arrepentida.
Constantemente escucho de estas cosas, y no puedo dejar de sentir tristeza por los afectados. Es cierto que el tiempo está cerca (1), pero debemos reconocer que la cercanía de los tiempos no define un tiempo específico, puesto que ya hace casi dos mil años que los cristianos en cada generación esperan la segunda venida del SEÑOR. Y esto está bien, porque cada creyente debe anhelar la consumación del Reino de Dios. (1) Apocalipsis 22:20.-
El asunto es que muchas veces estos discursos apocalípticos y adventistas (*) no corresponden con lo que la Biblia contiene y con aquello que ha sido expuesto por siglos. No voy a escribir sobre escatología, sino sobre las implicaciones de una escatología desviada de los lineamientos bíblicos, y para ello deseo hacer algunas observaciones sobre el tema del advenimiento del SEÑOR empezando por una pregunta, ¿Es la cercanía de la segunda venida de JESÚS nuestro salvador un llamado a dejar los estudios y el trabajo? (*) Cuando digo adventista, me refiero a toda denominación evangélica que hace énfasis en el advenimiento en detrimento de otras doctrinas de la Palabra de Dios.
Ya en el pasado grupos que podrían ser catalogados como anomalías históricas, y herederos de los errores y herejías del pasado, como los Testigos de Jehová (Neo – Arrianos), cayeron en el mismo foso que cavaron con su énfasis adventista. Ellos, al igual que otros grupos se han destacado por llamar a sus seguidores a romper de alguna forma con la sociedad a la que están integrados, de manera irracional y desafiante, rechazando las mismas palabras del SEÑOR cuando afirma que no debemos apartarnos absolutamente de los pecadores de este mundo por causa de la necesidad de alcanzarlos para el Reino.
Es una tristeza que algunas iglesias evangélicas estén haciendo lo mismo que hacen las sectas, por esto quiero animar a quienes estén expuestos a esta clase de enseñanza, a que consideren lo que de seguido les quiero compartir sobre la segunda epístola de Pablo a los tesalonicenses.
La segunda carta a los tesalonicenses es una carta de llena de gracia, animo, sed de justicia y teología. Son las palabras que resaltan en mi mente al leer dicha carta, continuación de la primera. En el primer capítulo podemos notar básicamente como la fe y el amor de esta iglesia local crece en medio de duras tribulaciones y persecuciones que soportan.
Es notable que esta iglesia estuviera padeciendo tribulación (2). No quiero ahondar en los demás detalles del primer capitulo, eso lo puede hacer usted amado lector, solo quiero dar lo que considero la idea principal de cada capítulo, y la idea central de la carta. No solo vemos que la iglesia soporta la tribulación a le vez que crece en fe y amor unos para con otros, ¡Que tremendo ejemplo! Sino que además, según vemos en el capítulo dos, una falsa enseñanza había sido introducida en el seno de esta congregación (3) (2) 2 Tesalonicenses 1:4 – 6, (3) 2 Tesalonicenses 2:2.-
Posiblemente por medio de engaños algunos falsificadores habían introducido una enseñanza que les causaba perturbación (4) referente a la segunda venida de JESÚS, ¿Qué podrían estar enseñando? (4) 2 Tesalonicenses 2:2.-
Se infiere que de la primera carta, los hermanos de Tesalónica no comprendieron seguramente lo que significaba “…el día del SEÑOR está cerca…” Y posiblemente algunos mequetrefes estaban enseñando que la venida ya estaba ocurriendo o estaba por ocurrir de inmediato y demandaba dejar de hacer todo cuanto estuvieran haciendo, y prepararse para recibir al SEÑOR tal y como enseñó en sus inicios la secta de los nuevos arrianos, o “Testigos de Jehová”
Pero, ¿Se refería el apóstol a una venida inmediata? Se sabe que esta carta fue escrita entre los años 50 a 55 DC, y por medio de esta aproximación, podemos hacer un cómputo sencillo, ¿Cuántos años han pasado desde esta exhortación? Aproximadamente 1956 años, si esto es así, y sin sacar de contexto y de los límites de la hermenéutica este pasaje, ¿Se puede decir que era una segunda venida inmediata?
No, solo era un llamado piadoso a entender que la venida estaba cerca, era un llamado a velar y orar, pero esto no implicaba perder la integridad de la vida cristiana. Estamos aún esperando el retorno glorioso de nuestro SEÑOR y entendemos que el día y la hora están reservados a la mente de Dios, pero entendemos que la vida en la tierra continúa su peregrinaje.
En el capítulo tres vemos la siguiente exhortación a trabajar precedida por una solicitud a la iglesia de oración para que la Palabra de Dios corriera y fuera glorificada (5) Es interesante notar varias del orden de estos capítulos, para así poder contestar a la pregunta del título de esta breve entrada. ¿Qué aprendemos de todo esto a rasgos generales? 3 Tesalonicenses 3: 1 – 5.-
1.- Una iglesia local no debe dejar de crecer en fe y amor en medio de la tribulación y persecución física que soporta de los enemigos de la fe cristiana, de esta manera el Nombre de nuestro SEÑOR es glorificado en sus santos. (6) (6)1 Tesalonicenses 1:12.-
2.- La persecución puede ser perfeccionada por los ejércitos de Satanás con falsas enseñanzas(7) 2 Tesalonicenses 2:2.- para socavar la fe de una iglesia que siendo perseguida y atribulada persevera en la gracia. Una buena estrategia de Satanás es tratar de introducir falsas doctrinas que perturben la fe de algunos. (7)
3.- Dios usa a sus siervos los maestros de la Palabra de Dios para confirmar los ánimos de las iglesias, para corregir lo deficiente, y tapar la boca de los mentirosos. Vemos como Pablo anima a la iglesia a retener la doctrina, y a no dejarse mover, sacudir violentamente de su forma de pensar, es decir, aquella forma de doctrina enseñada por el apóstol. (8) (8) 2 Tesalonicenses 2: 1 – 12.-
4.- La persecución y los ataques de Satanás a la iglesia del SEÑOR no son jamás una excusa para no trabajar o seguir con nuestra vida normal de testimonio y piedad. Quiero hacer notar que en nuestro país Venezuela hay libertad de religión y de cultos. No hay persecución en el sentido estricto de la palabra en comparación con lo que vemos en la historia de la iglesia y más específicamente con la iglesia de los tesalonicenses, salvo algunos episodios que no quiero mencionar acá.
5.- Los cristianos deben apartarse de aquellos que dicen ser creyentes, pero andan de manera desordenada, no trabajando en nada y entremetiéndose en lo ajeno. (9) Un cristiano que no trabaja es un mal testimonio al mundo que observa a la iglesia. No me refiero a ministros ordenados del Evangelio, que Pablo era uno, y sin embargo trabajaba (10), sino a los jóvenes, hombres y mujeres, y cualquier otro que en Nombre de Dios dejan de laborar y estudiar usando como una excusa para su pereza pecaminosa, el ministerio. (9) 3 Tesalonicenses 3:6, (10) 3 Tesalonicenses 3: 6 – 9.-
Pablo fue el gran apóstol a los gentiles, y ejemplo nos dio: 7Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, 8ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; 9no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis…” ¿Somos más espirituales o dignos que Pablo?, o ¿Hemos sufrido más que el persecuciones y azotes y necesidad, hambre y sed?
El apóstol se negaba el derecho que tenía de vivir del Evangelio, para dar ejemplo y nunca tuvo una actitud de auto - compasión. ¿Y yo que no soy más que un creyente ordinario en Latinoamérica que vive en un país libre y con ofertas de trabajo de sobra, no voy a trabajar?
Cada cosa tiene su contexto. No estoy negando la necesidad del sostén de los pastores que se dedican de forma exclusiva a orar y enseñar, pero no creo que eso sea bien visto al menos dentro de algunos contextos en nuestra nación, para algunas iglesias nacientes, no es el tiempo, quizá, cuando ya tengan suficiente tamaña o fuerza y sea confirmada la vocación del ministro. No quiero ser mal entendido, ni quiero herir a hermanos que amo y están en la obra a tiempo completo, solo deseo hacer ver algunas cosas que no andan bien.
Usted vaya y haga una encuesta, ¿Qué piensa usted de los pastores evangélicos? Lo primero que dirán muchos será esto: “…son unos flojos y vividores que viajan, se visten y comen con el dinero de las ofrendas de la gente…” Entre otras cosas que no mencionaré en esta entrada. Pablo nos dio ejemplo, solo le pido al amigo lector meditar en ello. Esto me duele, porque amo a los siervos de Dios verdaderos que son afectados por el mal testimonio de los vividores, pero debemos evaluar si es tiempo de hacer algunas modificaciones ministeriales.
No se justifica que jóvenes que tienen cargas familiares, hijos, esposas, o personas bajo su cuidado, pequen contra Dios en nombre de Dios desamparando a estas personas bajo su cuidado, diciendo “Es Corban” (11) Creo con todo mi corazón que aquellos que nos observan glorificarán a Dios no solo al escuchar los sermones, sino al ver nuestra manera de vivir ordenada y esforzada de trabajo y cuidado de los nuestros como buenos administradores. (11) Marcos 7: 6 – 13.-
No escuche a un hombre que usa el púlpito llamándolo a dejar todo por Dios, cuando Dios no le ha pedido tal cosa y muchos menos cuando ese hombre pide a usted lo que nunca en su vida ha hecho. Una correcta visión del Evangelio le enseñará que ya todo cuanto tienes es de Dios y que EL es glorificado en tu vida, no cuando aceptas el desafío manipulador de un “Buscador de talentos evangélico” sino, cuando haces aquello para lo cual has sido llamado por EL, ruego a Dios tengan el discernimiento para entender la diferencia entre el llamado de un hombre, y el llamado de Dios.
Algunos siguen usando la segunda venida, como su discurso favorito para meter a todos los jóvenes que puedan en un seminario o instituto aislándolos del mundo, haciéndolos gente con problemas sociales y problemas de trato con las personas de afuera, haciéndolos aislados, infelices, e hipócritas, creando en sus mentes una sensación de terror sin entender que el SEÑOR jamás quería que los cristianos actuaran de esa forma, antes bien, a pesar de la tribulación, la persecución y su cercana venida, el SEÑOR manda a su Pueblo Escogido a trabajar con esmero y amor, porque lo hace para el mismo Dios dejando correr su fama y gloria para el gozo de los que han de creer.
Se debe rechazar todo discurso de este tipo, que fomente la flojera en nombre de Dios, que fomente la castración de mentes jóvenes y voluntades para hacer lo que un líder sectario único diga que debe hacerse. No todos pueden ser pastores y misioneros, Dios ha llamado a su servicio a hombres y mujeres en diferentes campos que también pertenecen a Su Reino, porque EL es Soberano, así que biólogos, químicos, abogados, profesores, médicos, ingenieros, contadores, administradores, deportistas, siendo hijos, han sido recibidos y llamados a diferentes campos de batalla, etc.
Aquel que diga que no se puede ser cristiano y ser biólogo, o abogado, “…está envanecido, y nada sabe…” de la cosmovisión bíblica de la vida cristiana, e ignora la historia llena de ilustres cristianos que desde su vocación, sea científica, filosófica, o de letras aportaron al mundo destellos de la gloria de Dios y beneficio de la humanidad perdida.
El estudio y el trabajo forman parte de la preparación de cada cristiano. Váyase del lugar donde se enseñe que todos deben ir a un supuesto instituto o un supuesto seminario y dejar de trabajar y estudiar por amor a Dios, porque su venida está cerca, ese lugar está fomentando la ignorancia, porque es la única forma de manipular de manera efectiva a una congregación.
Usted puede decidir seguir en un sitio como ese, o encontrar la verdadera piedad cristiana no basada en doctrinas humanas, sino en la gracia del SEÑOR. Si usted no estudia, no logrará un mejor futuro y sostén para su familia, sino trabaja vivirá el resto de su vida dependiendo de las migajas que le dan del extranjero, o de la misma iglesia en manos del tiranuelo como forma de control, de manera que si despierta a esta verdad, le negarán el sustento y lo volverán a la cárcel mental de donde se, desea salir.
Le animo a obedecer la Palabra de Dios: “…si alguno no quiere trabajar, tampoco coma…” Usted bien puede estar velando y esperando al SEÑOR mientras trabaja y estudia para la gloria de Dios y expansión de su Reino, hasta que tenga la certeza espiritual y bíblica, de cual es su llamado o vocación, ¡así que a sacudir la cabeza y manos a la obra!
Fares Palacios.
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