Apuntes no cánonicos para un estudio bíblico de Hechos 21:1-14
En este pasaje Lucas narra con gran exactitud el
recorrido que emprende junto con Pablo, luego de dejar a los discípulos de
Éfeso que fueron a ver a Pablo a Mileto. Y también cómo Pablo se esfuerza por
cumplir la voluntad de Dios.
21,1 DESPIDIÉNDONOS DE ELLOS NO HICIMOS A LA MAR Y NAVEGAMO
S DERECHAMENTE HASTA LLEGAR A COS; AL DÍA SIGUIENTE,
HASTA RODAS, Y DE ALLÍ HASTA PÁTARA. ENCONTRAMOS UNA NAVE QUE PARTÍA PARA
FENICIA; NOS EMBARCAMOS Y PARTIMOS. 21,3 AVISTAMOS CHIPRE Y, DEJÁNDOLA A LA IZQUIERDA, ÍBAMOS
NAVEGANDO RUMBO A SIRIA; ARRIBAMOS A TIRO, PUES ALLÍ LA NAVE DEBÍA DEJAR SU
CARGAMENTO.
Como se ve en el mapa, el dificultoso recorrido que
siguen Pablo y sus acompañantes los lleva de Mileto a Tiro. Van costeando hasta
Rodas y Pátara, y de ahí ya se lanzan prácticamente en línea recta hacia
Fenicia. En el camino habrán avistado Chipre como una silueta en la distancia,
a su izquierda, tal como lo describe Lucas. Y por fin llegan a Tiro, del cual
ya habíamos oído hablar en Lc 6,17; 10, 13-14; Hch 12,20;
21, 4 HABIENDO ENCONTRADO A LOS DISCÍPULOS NOS
QUEDAMOS ALLÍ SIETE DÍAS.
No tenemos noticias sobre el origen de ésta. Sin
embargo, se puede suponer que se inició cuando los judeocristianos helenistas
tuvieron que huir de Jerusalén. Ver Hch 11, 19;
"Y Pablo y Bernabé, yendo de Antioquía al Concilio de Jerusalén, pasaron
también por Fenicia. Así no era Pablo un desconocido cuando saludó en Tiro a
los 'discípulos' y permaneció con ellos siete días. Ver Hch 15, 3;
ELLOS, ILUMINADOS POR EL ESPÍRITU, DECÍAN A PABLO QUE
NO SUBIESE A JERUSALÉN.
iluminados por el Espíritu: Como siempre en las obras
de Lucas se destaca la acción del Espíritu Santo. Que es Él el que guía, el que
indica el camino. Ver Hch 1, 8; que no subiese a Jerusalén: El Espíritu les ha
revelado la amenaza por la que está pasando Pablo. Ver Hch 20, 23.
Cuando uno ve en el mapa que Jerusalén está más al sur
de Tiro, lo de 'subir a Jerusalén' puede sonarle raro, pero es que se refiere a
que había que abandonar la costa,a nivel del mar, para entrar tierra adentro y
subir hacia Jerusalén, pues esta ci
udad estaba situada a mayor altura que la costa.
21, 5 CUANDO SE NOS PASARON AQUELLOS DÍAS, SALIMOS Y
NOS PUSIMOS EN CAMINO. TODOS NOS ACOMPAÑARON CON SUS MUJERES E HIJOS, HASTA LAS
AFUERAS DE LA CIUDAD.
Nuevamente se da una difícil despedida. La comunidad
entera sale a despedir a Pablo y a sus acompañantes. Se muestra también de manera conmovedora, el prestigio
y veneración de aquel que se cuida de sus 'hijitos' como un padre y como una
madre que constantemente sufre por ellos 'dolores de parto' hasta que Cristo
'sea formado' en ellos (ver Gál 4,19).
EN LA
PLAYA NOS PUSIMOS DE RODILLAS Y ORAMOS;
Como en la otra despedida todos se arrodillan para
orar. Siempre en toda circunstancia la oración es la fuente de donde se obtiene
la luz y la fortaleza para toda misión, para reemprender el camino.
21, 6 NOS DESPEDIMOS UNOS DE OTROS Y SUBIMOS A LA NAVE; ELLOS SE VOLVIERON A
SUS CASAS.
Queda claro que San Lucas acompaña a Pablo en esta
travesía.
21, 7 NOSOTROS, TERMINANDO LA TRAVESÍA, FUIMOS DE TIRO
A TOLEMAIDA; SALUDAMOS A LOS HERMANOS Y NOS QUEDAMOS UN DÍA CON ELLOS.
Navegan costeando más hacia el sur. En Tolemaida hay
otra comunidad de cristianos.
21, 8 AL SIGUIENTE PARTIMOS Y LLEGAMOS A CESAREA;
ENTRAMOS EN CASA DE FELIPE, EL EVANGELISTA, QUE ERA UNO DE LOS SIETE, Y NOS
HOSPEDAMOS EN SU CASA.
Cesarea. Gran puerto artificial, ciudad casi enteramente
construida por Herodes, que pasó a ser capital de la Judea romana, y por tanto,
impura para muchos judíos (y reclamada como 'ciudad siria' por sus antiguos
habitantes). Por otra parte, en la misma intención de Herodes, era punto de
llegada de los peregrinos de ultramar que subían a Jerusalén. Bajan todavía más
al sur y ahí desembarcan. Se encuentran cada vez más cerca de Jerusalén.
Felipe-Se trata de uno de los siete diáconos de los
que nos habló Lucas en Hch 6, 1-6; 8, 4-8. 26-40; del cual lo último que
sabemos es que llegó a Cesarea.
Evangelista: Para distinguirlo de su homónimo, el
apóstol Felipe, se hace notar que era uno de los siete diáconos encargados de
los pobres en Jerusalén. El nombre de 'evangelista' designa por esta época al
que va de una parte a otra predicando el Evangelio (ver Ef 4,11; 2Tm 4,5). Sólo
más tarde (hacia el año 200) se empleará para indicar al autor de un Evangelio.
Pablo y Felipe ¿Se encuentran por primera vez desde
los días de Esteban? Entonces era Saulo un 'joven' que entre los más
encarnizados enemigos de los 'siete' desempeñó un papel especial en la
lapidación de Esteban (ver Hch 7,58; 8,1ss). Por razón de aquella persecución
debieron de huir de Jerusalén los judeocristianos helenistas. Para la Iglesia fue esto un estímulo
para una nueva misión. Para Saulo fue el camino en el que el Señor lo derribó
al suelo para hacer que se levantase como 'llamado'. Todo esto pudo pasarles
por la mente y llegarles al alma a los dos hombres cuando Pablo pisó el umbral
de la casa de Felipe. Ahora eran ya los dos hermanos en Cristo, mensajeros y evangelistas.
21, 9 TENÍA ÉSTE CUATRO HIJAS VÍRGENES QUE
PROFETIZABAN.
Es decir, que "poseían el don carismático de
profecía. Es de creer que estaban consagradas a Dios. Se cumple lo anunciado en
Hch 2,17;
Es posible que Lucas nos conserve estos datos para
indicarnos cuán pronto comenzó a florecer en la Iglesia primitiva la
virginidad voluntaria, unida a un servicio a la comunidad.
21, 10 NOS DETUVIMOS ALLÍ BASTANTES DÍAS; BAJÓ ENTRE
TAN TO DE JUDEA UN PROFETA LLAMADO ÁGABO; 21, 11 SE ACERCÓ A NOSOTROS, TOMÓ EL
CINTURÓN DE PABLO, SE ATÓ SUS PIES Y SUS MANOS Y DIJO: ESTO DICE EL ESPÍRITU
SANTO: ASÍ ATARÁN LOS JUDÍOS EN JERUSALÉN AL HOMBRE DE QUIEN ES ESTE CINTURÓN.
Y LE ENTREGARÁN EN MANO S DE LOS GENTILES.
La casa de Felipe parece ser un punto de reunión para
carismáticos.
Ágabo: Ya se había hablado antes de Ágabo, en Hch 11,
27-28; se ató sus pies y sus manos: Se trata de gestos proféticos, como
aquellos que narra el Antiguo Testamento. Anuncia que la persecución contra
Pablo vendrá de manos de los judíos, como ha venido sucediéndole en las
ciudades que ha recorrido en su misión evangelizadora.
21, 12 AL ÓÍR ESTO NOSOTROS Y LOS DE AQUEL LUGAR LE
ROGAMOS
QUE NO SUBIERA A JERUSALÉN.
Nuevamente su comunidad le ruega a Pablo que no vaya a
Jerusalén. Naturalmente se asustan ante la perspectiva de que algo pueda
sucederle a su querido apóstol, no toman en consideración otra cosa que su
profundo amor hacia él.
21, 13 ENTONCES PABLO CONTESTÓ: '¿POR QUÉ HABÉIS DE
LLORAR Y DESTROZARME EL CORAZÓN? PUES YO ESTOY DISPUESTO NO SÓLO A SER ATADO,
SINO A MORIR TAMBIÉN EN JERUSALÉN POR EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUS.'
Pablo les hace saber cómo le duele su tristeza, y les
hace ver que no intenten detenerlo porque él sabe que es la voluntad de Dios
que vaya a Jerusalén. Lucas, que según podemos suponer, se hallaba presente en
esta hora, muestra de manera impresionante la imagen de aquel al que se habían
referido las palabras del Señor glorificado: Yo le
mostraré cuántas cosas habrá de padecer por mi nombre.
Hch 9, 16
Esto recuerda esa escena en la que Pedro trata de
disuadir a Jesús luego de que anuncia que iba a ser rechazado y a morir y Él lo
reprende duramente por ver las cosas con la mentalidad del mundo y no con la de
Dios (ver Lc 16,21
21, 14 COMO NO SE DEJABA CONVENCER, DEJAMOS DE
INSISTIR Y DIJIMOS: 'HÁGASE LA
VOLUNTAD DEL SEÑOR.'
Pablo no se deja convencer. Siente un gran amor por
sus discípulos, pero un amor mayor por Dios. Todo discípulo de Cristo debe
estar dispuesto a aprender de Él a abandonarse a la voluntad del Padre, como
hizo Él (ver Lc 22, 42)
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