lunes, 22 de febrero de 2010

Heridas emocionales I

Las emociones y yo.
Tema 3.

I. Introducción.

La sanidad es un proceso. No es algo que ocurra de la noche a la mañana. Exige que se le dedique tiempo y se sigan algunas normas. Algunas veces tenemos la sensación de que no avanzamos en nuestras mejorías y que los problemas se van acumulando. Pero esto no significa que estemos estancados.

Cuando salimos a caminar, no sólo hay que mirar lo que queda por delante, sino lo que hemos dejado atrás. La gratitud es una de las armas de los que caminan.

II. Paso a paso.

¿Qué tenemos aquí? Es una bola de hilo de colores con nudos y entremezclados entre ellos. Cada nudo representa un problema diferente en nuestra vida. Desanudar todo esto y alisar los hilos nos llevará tiempo. No quiera Ud. arreglarlo todo ahora.

Dios no actúa de la misma manera en todos ni con todos. Quizás nosotros queremos iniciar nuestra cura de una manera, pero Dios dispone de otra. Si tú quieres un plan de diez puntos para enfrentar tus heridas emocionales ahora, lamento decirte que no te lo ofreceremos. Lo recomendable es pedirle a Dios que te diga por donde comenzar.

Una de las tendencias de nuestra sociedad es obtener todo de manera rápida. Y por eso muchas veces vamos saltando de una cosa a otra. De un tema a otro. De un sentimiento a otro. De una persona a otra.

a) Los nudos. Las heridas emocionales son como los nudos. Los podemos desatar. Pero también si no tenemos cuidado los podemos empeorar. Es aquí donde comienza el proceso espiritual. Y fíjense que digo espiritual y no lógico.

b) Los problemas. Todos estamos heridos emocionalmente. Todos. Unos más que otros. Miremos algunos ejemplos:

i. Unos se sienten inferiores a los demás, se rechazan, se condenan y se preguntan: ¿Qué anda mal en mí?
ii. Otros se vuelven perfeccionistas. Siempre tratan de decir la última palabra y pretenden que se les quiera en base a su rendimiento y organización. Luchan para hacerlo todo mejor. Y por eso dedican toda su energía para hacerlo todo mejor, inmaculado. Creen que así se les querrá más.
iii. Otros se escudan en la irritabilidad. Parte de la solución no está en identificar a los que lo ofende constantemente o lo hiere emocionalmente, sino que por su naturaleza Ud. es muy sensible.

III. ¿Estás dispuesto a recibir ayuda?

Hay personas que están heridas emocionalmente y lo saben, pero su problema es que no quieren recibir ayuda. O al menos la ayuda que ellos consideran inoportuna.

La verdad es que no importa mucho cuanto queramos estar sanos, jamás recibiremos la curación hasta que estemos dispuestos a escuchar a Dios. Es increíble cuantas veces queremos ser ayudados, pero la ayuda esta condicionada por nuestra manera de ver el mundo.

21 Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dira:“Por aquí es el camino, id por aquí.” Isaías 30

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