sábado, 31 de octubre de 2015

A solas con el enemigo

Apuntes no canónicos para una lectura de Hechos 22:30-23:11



Continúa el relato en el que Pablo enfrenta a la multitud enfurecida en la fortaleza Antonia.
Ahora que el tribuno se ha dado cuenta de que Pablo es ciudadano romano y no puede interrogarlo empleando tortura, decide hacerlo comparecer ante el Sanedrín. A Pablo, conforme a lo que prometió el Señor respecto a que quien tuviera que dar testimonio de Él recibiría inspiración para saber qué decir en el momento justo (ver Lc 21, 14-15), se le ocurre usar una efectiva estrategia: divide y vencerás.
Plantea una cuestión que provoca gran división entre el Sanedrín y sale ileso de este encuentro.

22,30 AL DÍA SIGUIENTE, QUERIENDO AVERIGUAR CON CERTEZA DE QUÉ LE ACUSABAN LOS JUDÍOS, LE SACÓ DE LA CÁRCEL Y MANDÓ QUE SE REUNIERAN LOS SUMOS SACERDOTES Y TODO EL SANEDRÍN; HIZO BAJAR A PABLO Y LE PUSO ANTE ELLOS.
El tribuno renuncia a torturar a Pablo pero no renuncia a interrogarlo, sin embargo, decide no hacerlo él sino encomendar esta tarea al Sanedrín: el órgano superior de administración de justicia del pueblo judío, conformado por los setenta ancianos más notables de Israel: el Sumo Sacerdote y miembros de la secta de los fariseos, así como escribas o doctores de la ley y miembros de la secta de los saduceos. Se cumple lo anunciado por Jesús en Lc 21,12;

23,1 PABLO MIRÓ FIJAMENTE AL SANEDRÍN Y DIJO: 'HERMANOS, YO ME HE PORTADO CON ENTERA BUENA CONCIENCIA ANTE DIOS, HASTA ESTE DÍA.'
Pablo no baja la vista, no inclina la cabeza, no tiene nada de qué avergonzarse. Los mira a los ojos y declara que ha actuado conforme a la voluntad de Dios.
Esta declaración debe haberlos sorprendido. Recordemos que los que formaban el Sanedrín conocían muy bien a Pablo, sabían que era un hombre recto, íntegro. Sin embargo no admiten la posibilidad de que esté diciendo la verdad, de que él tenga razón y el los no.

23, 2 PERO EL SUMO SACERDOTE ANANÍAS MANDÓ A LOS QUE LE ASISTÍAN QUE LE GOLPEASEN EN LA BOCA.
a. Ananías. Fue Sumo Sacerdote hacia el año 47. En el 51 o 52 fue detenido, enviado a Roma y probablemente destituido. Murió asesinado en el 66. (BdJ p. 1586)
b. que le golpeasen en la boca: Se golpeaba en la boca al que cometía una blasfemia o decía algo. Nuevamente nos muestra Lucas una similitud entre la Pasión de Jesús y lo que algunos estudiosos de Hch llaman la pasión de Pablo. También a Pablo, como
a Jesús, le dan una bofetada (ver Jn 18,22).

23, 3 ENTONCES PABLO LE DIJO: '¡DIOS TE GOLPEARÁ A TI, PARED BLANQUEADA! ¿TÚ TE SIENTAS PARA JUZGARME CONFORME LA LEY Y MANDAS, VIOLANDO LA LEY, QUE ME GOLPEEN?'
En el antiguo derecho judío se lee esta frase: 'Si alguno dice: 'Dios te hiera', pronuncia la
maldición que está escrita en la ley' (ver Dt 28, 22). Pablo emplea una imagen semejante a la que alguna vez usó Jesús para describir a los escribas y fariseos hipócritas. Jesús lo
s llamó 'sepulcros blanqueados' (ver Mt, 23,27); Pablo los llama 'pared blanqueada'. El sentido es el mismo: un exterior impecable que esconde un interior lleno de podredumbre, o también, como en Ez 13, 10 ss, una pared que ha de ser derrumbada.

23, 4 PERO LOS QUE ESTABAN A SU LADO LE DIJERON: '¿INSULTAS AL SUMO
SACERDOTE DE DIOS?'
Según la ley estaba prohibido insultar al Sumo Sacerdote (ver Ex 22,27). Le hacen ver a Pablo que él que se dice cumplidor de la ley, está faltando a la ley. Una vez más se hace presente la similitud entre el proceso que sufrió Jesús y el de Pablo. También a Jesús se le cuestionó por su respuesta al Sumo Sacerdote (ver Jn 18,22).

23, 5 PABLO CONTESTÓ: 'NO SABÍA, HERMANOS, QUE FUERA EL SUMO SACERDOTE; PUES ESTÁ ESCRITO: 'NO INJURIARÁS AL JEFE DE TU PUEBLO.'
Pablo les hace ver que obró así por ignorancia y cita el texto del libro del Éxodo (que se
mencionó arriba) para mostrar que conoce la ley y que no haría nada para transgredirla
voluntariamente.

23, 6 PABLO, DÁNDOSE CUENTA DE QUE UNA PARTE ERAN SADUCEOS Y LA OTRA FARISEOS, GRITÓ EN MEDIO DEL SANEDRÍN: 'HERMANOS, YO SOY FARISEO, HIJO DE FARISEOS; POR ESPERAR LA RESURECCIÓN DE LOS MUERTOS SE ME JUZGA.' 23, 7 AL DECIR ÉL ESTO, SE PRODUJO UN ALTERCADO ENTRE FARISEOS Y SADUCEOS Y LA ASAMBLEA SE DIVIDIÓ. 23,8 PORQUE LOS SADUCEOS DICEN QUE NO HAY RESURRECCIÓN, NI ÁNGEL, NI ESPÍRITU; MIENTRAS QUE LOS FARISEOS PROFESAN TODO ESO.
El Espíritu Santo inspira a Pablo una estrategia genial: sembrar división entre sus enemigos y hacer que se peleen entre ellos. Saca a relucir una vieja controversia que era punto de discusión y de enojo entre los miembros del Sanedrín: la creencia en la resurrección de los muertos. Recordemos Lc 20, 27-39;
Al declarar Pablo que está siendo juzgado por creer en la resurrección, de inmediato gana la simpatía y el apoyo de cuantos comparten con él esa creencia. Pero al mismo tiempo despierta el enojo y la animadversión de quienes no cree n que los muertos resucitan. Se arma un alboroto tremendo:

23, 9 SE LEVANTÓ, PUES, UN GRAN GRITERÍO.
En un instante cambian las cosas. Ya no está Pablo solo contra todo el Sanedrín. Ahora hay muchos miembros del Sanedrín que se ponen de su lado y lo defienden. Los gritos suben de intensidad, el enojo de los que discuten también.

SE PUSIERON EN PIE ALGUNOS ESCRIBAS DEL PARTIDO DE LOS FARISEOS Y SE OPONÍAN DICIENDO: 'NOSOTROS NO HALLAMOS NADA MALO EN ESTE HOMBRE. ¿Y SI ACASO LE HABLÓ ALGÚN ESPÍRITU O UN ÁNGEL?'
Sorprendentemente, los que hace un momento lo atacaban ahora lo declaran inocente. Y deciden no sólo hacer público su apoyo sino aprovechar para hacer una declaración que despierta todavía más ira entre los saduceos, pues ellos tampoco creían en la existencia de espíritus o ángeles. Juzgan posible que (en Damasco) le haba hablado algún ángel o espíritu a Pablo. No aceptan desde luego que Jesús se le haya aparecido como Mesías glorificado, pero sí que pudo haber tenido una visión sobrenatural.

23, 10 COMO EL ALTERCADO IBA CRECIENDO, TEMIÓ EL TRIBUNO QUE PABLO FUESE DESPEDAZADO POR ELLOS Y MANDO A LA TROPA QUE BAJASE, QUE LE ARRANCASE DE ENTRE ELLOS Y LE LLEVASE AL CUARTEL.
Lucas emplea un término muy gráfico: 'que le arrancase de entre ellos'. Se deduce que lo tenían en medio y lo jaloneaban de un lado y de otro, conforme aumentaba el calor de la discusión. No por compasión sino para evitar ser castigado si permite que un ciudadano romano sea vejado de esa forma, el tribuno rescata a Pablo y lo pone a salvo en el cuartel.

23, 12 A LA NOCHE SIGUIENTE SE LE APARECIÓ EL SEÑOR Y LE DIJO: '¡ÁNIMO, PUES COMO HAS DADO TESTIMONIO DE MÍ EN JERUSALÉN, ASÍ DEBES DARLO TAMBIÉN EN ROMA.'
Como en otra ocasión (ver Hch 18, 9-10) el Señor se le aparece a Pablo para darle ánimo, para hacerle sentir Su amor por él y animarlo a continuar la difícil situación que le espera más adelante.


Próximo Hechos 23: 12-35

viernes, 30 de octubre de 2015

El sacerdocio de todos los creyentes

No se requiere ser un conocedor profundo de la historia eclesiástica para saber que, desde el punto de vista teológico, la Reforma Protestante del siglo XVI tuvo como objetivo principal el retorno de la Iglesia a las Sagradas Escrituras como la base para su fe y su vida práctica. El episodio más representativo de este énfasis fue la Dieta de Worms (mayo de 1521) convocada por el emperador Carlos V con el propósito de juzgar a Martín Lutero, quien había sido excomulgado previamente como hereje por el Papa León por afirmar la autoridad de la Biblia por encima de la autoridad de los papas y los concilios. Invitado a retractarse, el reformador alemán respondió con la siguiente declaración de la sola scriptura, tota scriptura, una afirmación que sintetiza la  convicción teológica evangélica básica respecto a la centralidad de las Escrituras: “Mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. Si no se me demuestra por las Escrituras y por razones claras (no acepto la autoridad de papas y concilios, pues se contradicen), no puedo ni quiero retractarme de nada, porque ir contra la conciencia es tan peligroso como errado. Que Dios me ayude, Amén.”
Sobre esa base bíblica los reformadores construyeron el edificio teológico constituido por los énfasis evangélicos que se resumen en las siguientes afirmaciones: solo Cristo (solus Christus), solo la gracia  (sola gratia), solo la fe (sola fide), solo la gloria de Dios (soli deo gloria), la iglesia reformada siempre reformándose (ecclesia reformata semper reformanda). Sin embargo, ya en 1520, antes de la Dieta de Worms Lutero escribió tres tratados en que exponía su posición teológica en controversia con la sostenida oficialmente por la Iglesia Católica Romana: La libertad cristiana, A la nobleza alemana acerca del mejoramiento del Estado cristiano, y La cautividad babilónica.
De importancia especial en relación con nuestro tema es el segundo de los  tratados que hemos mencionado. Aunque sin negar la necesidad de un ministerio “ordenado” por razones funcionales, en su tratado dirigido a “la nobleza alemana” Lutero rechaza la marcada división tradicional entre clérigos y laicos, y afirma el sacerdocio de todos los creyentes (también denominado sacerdocio común) en los siguientes términos:
Todos los cristianos son en verdad de estado eclesiástico y entre ellos no hay distingo, sino sólo a causa del ministerio, como Pablo dice que todos somos un cuerpo, pero que cada miembro tiene su función propia con la cual sirve a los restantes. Esto resulta del hecho de que tenemos un solo bautismo, un Evangelio, una fe y somos cristianos iguales, puesto que el bautismo, el Evangelio y la fe de por si solos hacen eclesiástico al pueblo cristiano.
La base bíblica de esta posición es sólida. De acuerdo con la enseñanza del Nuevo Testamento, el único sacerdocio válido hasta el fin de la era presente es el sacerdocio de Jesucristo, quien se ofreció a sí mismo en sacrificio por los pecados y “con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando” (Heb 10:14). Todos los que confían en él  tienen acceso directo a la presencia de Dios (10:19-22). Nadie puede ofrecer más sacrificios por el pecado: la obra de redención ha sido consumada; Jesucristo hombre es el único mediador entre Dios y los hombres (1Tim 2:5). En virtud de su relación con él, todos los creyentes participan de su sacerdocio: son el sacerdocio del Rey (1P 2:9); son “reyes y sacerdotes” (Ap 1:5; 5:10). Y como tales están llamados a ofrecerse a sí mismos, “en adoración espiritual . . . como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (Ro 12:1).
Bíblicamente, todo cristiano es sacerdote por el solo hecho de ser cristiano. La Iglesia es un pueblo sacerdotal. Consecuentemente, todos sus miembros han sido consagrados al servicio de Dios, y para realizarlo han recibido “diversos dones”, “diversas maneras de servir”,  “diversas funciones” que el Espíritu reparte “para el bien de los demás” (1Co 12). Sobre esta base bíblica, la Reforma Protestante del siglo XVI desbrozó el camino para que cada iglesia local sea una iglesia-comunidad que supere la dicotomía entre clérigos y laicos y todos los miembros del cuerpo de Cristo, sin excepción, participen en servicios que manifiesten el amor a Dios y al prójimo de manera práctica. La pregunta que  tenemos que hacernos hoy es hasta qué punto nuestras congregaciones están comprometidas con el sacerdocio de todos los creyentes, tomando muy en cuenta que “todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo” y, en consecuencia, “ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer” (Ga 3:27-28).

Rene Padilla

jueves, 29 de octubre de 2015

¿Cómo sé que mi nombre está escrito en El Libro de la Vida?

Existe una gran variedad de libros. Novelas de misterio que nos mantienen en suspenso. Historias que nos instruyen sobre los acontecimientos del pasado. Romances que exploran los laberintos del corazón humano. Pero de existir una biblioteca en el cielo, y se nos permitiera andar por sus pasillos, mis ojos no buscaría ninguno de los anteriores. Me gustaría buscar un sólo de esos volúmenes, El Libro de la Vida. Y me apresuraría hojear sus páginas hasta que llegué a la sección B. Y, tomando una respiración profunda, me gustaría ver si el nombre de Chad Bird está allí.Pero yo no lo encontraría. Mi vida ha sido una serie de errores en la que yo elegí mis propios caminos. Caminos torcidos que no eran los caminos de Dios. Pero esa no es la razón verdadera por la que no encontraría mi nombre en dicho libro. En realidad he luchado toda mi vida con la duda de si realmente soy cristiano. Pero si soy sincero esta tampoco sería una razón para no estar dentro del libro No, yo no iba a encontrar mi nombre allí por una razón muy simple: yo he estado buscando en el lugar equivocado.El Libro de la Vida no es un volumen de cuero cubierto con pan de oro a modo de ornamentación en la que los nombres de los elegidos de Dios están escritos con esa caligrafía angelical tan propia de los libros valiosos. Ese tipo de libro no se encuentra en ninguna biblioteca. Ni celestial ni mundana. De hecho, El Libro de la Vida no es ni siquiera un libro. Es una persona.El libro de la vida es Jesucristo. Cuando Dios quiso revelarse al mundo, cuando pretendió que conocierámos su voluntad para con nosotros, él editó un libro como ningún como no se había hecho antes. Al principio, era un volumen en miniatura, un libro como para niños, si se quiere, pero lo suficientemente grande como para estár dentro de un pesebre. En este libro fueron escritas las palabras: Este es el Emmanuel, Dios con nosotros.Con el tiempo, como el libro fue creciendo y en sus páginas comenzarón  a escribirse más acontecimientos y encuentros. Comenzarón a leerse exhortaciones tales como: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Y es que Dios nos llama a confesar nuestros pecados, como vía de abandonar los malos caminos. Pero también fueron escritas en sus páginas palabras de bienvenida: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
En este libro las palabras están escritas en diferentes colores. El viernes, por ejemplo, la tinta es roja como la sangre para que tú y yo podamos leeer las palabras: ¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, y, ¡Consumado e!" Son palabras que resuenan a través de la tierra y del cielo. Las palabras del sábado son palabras silenciosas, palabras como para irse a dormir. Son palabras como de despedida después de una ardua jornada de trabajo. Pero no nos quedemos con ellas, y es que después llega el domingo, las palabras de ese libro estallan delante de nosotros el primer día de la semana, ¿Por qué estáis turbados, y por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; tocarme y verme, porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Para este libro no es un volumen polvoriento, enterrado y olvidado, sino un testimonio de carne y hueso que habla a nuestra vidas.¿Cómo saber que tu nombre está escrito en el Libro de la Vida? Esta es una respuesta que no puedo responder. Y es que sstamos incapacitados para explorar la mente del Todopoderoso. Nos están vetados sus pensamientos. Nosotros no estamos preparaos, ni es nuestra costumbre mirar el corazón de los hombres y mujeres. Nosotros miramos lo que tenemos delante. Por eso una y otra vez se nos recomienda mirar hacia El Libro de la Vida.  Dios, el Padre ha escrito y no con palabras sino con heridas. Las manos atravesadas por los clavos, la frente con las marcas de las espinas, la huella de la lanza en el costado.
Antes de que hicierámos algo bueno o malo en esta vida, antes de que abrierámos los ojos al mundo, incluso antes de la fundación de la tierra que conocemos, Dios, el Padre había tatuado su nombre en el cuerpo de su Hijo. Este es el origen del Libro de la Vida. Un libro que habla de nuestro orgullo y temores, pero que también habla de su gracia y perdón.No te preocupes ahora mismo con vanas especulaciones sobre tu destino. No hemos sido llamados a entrar en este juego de debates sobre la acción de Dios. Tú has sido llamado a fijar los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, aquel en quien Dios se ha revelado en toda su magnitud. Si, el Libro de la Vida también es conocido como el Cordero sacrificado, el que quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. ¿Quieres leer el Libro de la Vida? Entonces lee a Jesucristo.  Pregúntale si las aguas han mojado tu cuerpo y si en tu mesa hay pan y vino para todos.
Cristo Jesús es el Libro de la Vida. Y en él y sólo a él nuestros nombres están escritos.

Chad Bird

martes, 27 de octubre de 2015

¿Protestantes? Si, protestantes.

En la sección Vivir el Evangelio Hoy, del número 20 de Cristianismo Protestante, se hace una reflexión muy acertada, bajo mi punto de vista, sobre la conveniencia de preferir el término protestante al de evangélico y, al leerla, recordé el origen de los dos términos y se me ocurrió pensar que podía ser interesante para algún lector el conocer el porqué de esa disparidad de criterios.

En los doce años que transcurrieron desde 1517, año que se considera inicio de la Reforma Protestante, hasta la celebración de la segunda Dieta de Spira en 1529 hubo una serie de acontecimientos que más tenían que ver con el reparto de poder político y económico entre el Estado Pontificio, el Emperador Carlos V y los príncipes alemanes que con la reforma circunscrita al ámbito teológico, que es lo que quiso impulsar Lutero.

Esta reforma originariamente religiosa fue utilizada por los príncipes alemanes para ganar independencia y autonomía respecto de Roma y del Emperador, y así, en 1529 Carlos V intentó obligar a los príncipes que habían abrazado el luteranismo a volver a la situación de sumisión hacia él y el papado anterior a la aparición en escena de Lutero y su “nueva” forma de religión. La respuesta de los príncipes fue la siguiente: “Protestamos ante Dios, el único creador, redentor y juez último de todos, que no podemos aceptar lo decretado porque hacerlo sería contrario a Dios, a su palabra sagrada, a nuestra conciencia, a la salvación de las almas y al último edicto de Spira” (Hay que aclarar que en la primera Dieta de Spira celebrada tres años antes los príncipes alemanes habían conseguido alcanzar cotas altas de independencia en lo referente a libertad de actuación y de conciencia para poder elegir otra forma de vivir la fe, distinta del catolicismo romano). Pues bien, este “Protestamos” utilizado en la fórmula para rechazar un decreto que pretendía anular esta autonomía y libertad de conciencia obtenidas, desmarcándose de Roma y el Emperador, apoyándose en la teología luterana, es lo que dio lugar a que, desde entonces, los que rechazaban la autoridad de Roma fuesen llamados protestantes.

No hace falta recordar a nadie que, por su parte, Lutero lo que buscaba era una vuelta a los orígenes evangélicos de la fe cristiana, por lo que él mismo para referirse a lo que tenía que ver con su “reforma” de la Iglesia utilizaba el término evangélico; y éste fue adoptado por iglesias tanto luteranas como reformadas europeas para autodenominarse. (No lo sé a ciencia cierta, pero quizá la E de Evangélica de la I.E.E. se pudiera adscribir aquí) De ahí que, en algunos contextos, los términos evangélico y protestante sean sinónimos.

El problema surge cuando, con el tiempo, a esta acepción de evangélico en el sentido de protestante se le une una nueva acepción por coincidir en forma con el término que es el resultado de la traducción de la palabra inglesa evangelical, que en castellano da evangélico. En el ámbito anglosajón, evangelical es un grupo concreto dentro del protestantismo, con unas tendencias propias y una orientación teológica muy definida, que podríamos resumir a grandes rasgos como literalista en la interpretación de los textos bíblicos, a los que considera infalibles (fundamentalismo); pietista, enfatizando la necesidad de la conversión y profesión de fe del individuo; carismática, haciendo mucho hincapié en la acción del Espíritu y sus dones y muy conservadora en lo tocante a ética sexual y otras normas de comportamiento social.

Estos evangelicals son muy dinámicos y para ellos la participación en la expansión de su doctrina es un componente muy importante a la hora de vivir su fe, de ahí el auge de este “movimiento evangélico” no ya en países de la órbita anglosajona, sino en general por todo el mundo y, por supuesto, en España. Ya en 1968, el pastor de la I.E.E. Daniel Vidal, en su libro Nosotros, los Protestantes Españoles se refiere a ellos y se pregunta, a mi juicio con razón, hasta qué punto podían constituir una amenaza para el protestantismo español, enraizado en el protestantismo histórico europeo, el que surge de las Reformas del siglo XVI, y no en este otro movimiento, más reciente, nacido allende los mares.

Una vez analizada la cuestión de los términos, cada uno sabrá si prefiere uno u otro para referirse a sí mismo, dependiendo de la doctrina que le sea más afín y su forma de vivirla: la I.E.E. es lo suficientemente amplia como para abarcar a la vez comunidades que se alinean en el campo del protestantismo histórico, mientras que otras simpatizan más con las corrientes “evangélicas” según la acepción traducida del inglés.

Volviendo al tema que ha dado lugar a toda esta reflexión, la preferencia de protestante sobre evangélico: estoy completamente de acuerdo con su uso y con los razonamientos que se ofrece para preferir un término sobre otro, y por eso no voy a ahondar en el tema. Sin embargo, hay algo que me preocupa y que quiero exponer en este foro, y es lo siguiente: si bien los que componen las familias protestante y evangélica pueden tener más o menos claro decidir usar un término u otro, dependiendo de la manera de cada cual para ver las cosas, ¿qué pasa con la sociedad española en su conjunto? ¿Se aclaran los españoles en general con este vocabulario, o su desconocimiento de la realidad protestante y evangélica va mucho más allá de esta sutileza terminológica?

Posiblemente sea debido a tantos años de catolicismo romano como religión oficial del Estado, pero lo cierto es que, incluso hablando con personas de un nivel cultural muy aceptable, se detecta una falta de información grande en este sentido: los hay que sólo saben de Calvino que mandó quemar a Miguel Servet y de Lutero que fue un hereje contumaz que rompió con Roma cuando, a la luz de lo sucedido, más bien fue Roma la que rompió con Lutero. Con Zwinglio mejor ni intentarlo. Y luego están los que, sin entrar en consideraciones históricas, piensan que los protestantes son los mormones y los testigos de Jehová.

En cualquier caso, la idea predominante es negativa, y de ahí el recelo, la desconfianza, que surgen inevitablemente del desconocimiento de una realidad histórica, cultural y religiosa distinta, por supuesto, de la realidad histórica, cultural y religiosa imperante y oficial durante mucho tiempo en este país. Mi pregunta ahora es si se puede pensar en algún medio a nivel de Iglesia Evangélica Española, con presencia real en España desde 1869, como figura en su logotipo, para remediar esta situación injusta y, cuando digo injusta, no me refiero sólo a los protestantes: también lo es para los que no lo son, pues se les ha estado privando durante muchos años del conocimiento (y posible disfrute) de esta herencia que, aunque no haya sido la oficial, como españoles, también les pertenece y a la cual tienen derecho.


Araceli Buj

lunes, 26 de octubre de 2015

Libertad para creer



Pensando en voz alta teniendo delante a Romanos 6: 17-18

Querida iglesia:

Cuentan que en medio de la noche el castillo de Loarre se ve como un pueyo negro y oscuro.

Vengo a Uds. con varias sospechas. La primera es que el apóstol Pablo, a pesar de lo que nos cuenta Lucas, debe haber tenido algún ascendiente aragonés,  pues no me explico su persistencia y su fundamentalismo. En cualquier caso, fue un pensador profundo. Por lo tanto, no es fácil de entenderlo inmediatamente. Así que no se crea lo que lea sin meditarlo. Pablo no se conformaba con una actitud donde se dejaban ver unos cuantos favores al prójimo. Nunca nos va a decir: que si somos buenos  ciudadanos entonces ya somos buenos cristianos, como a menudo se oye en los círculos más académicos de esta ciudad. Pablo nos lo pone difícil, yo diría, que muy difícil: o somos esclavos del pecado o esclavos de Dios.

De cualquier manera, somos siervos, lo queramos aceptar o no. Pablo no podía dejarse llevar por ninguna ideología. Para él los cristianos estamos obligados, y la única pregunta acertada es: ¿a quién me debo? ¿Con quién es mi compromiso real? Atado estamos sin duda en nuestro cuerpo, a nuestra mente, de nuestro pasado, a nuestro medio ambiente, a nuestra cultura, a nuestras tradiciones. Estamos atados a nuestros deseos e impulsos, a nuestro ego, a nuestros criterios, a nuestras creencias. Somos esclavos. Pero no se si decir esto me asegurará muchos Me Gusta en Factbook. La personalidad libre, de la psicología de los sueños o de la pedagogía y la poesía, no existe. Es una utopía.

Pero el apóstol habla también del pecado. Esto podría ser muy fácilmente malinterpretado. Nosotros cuando se habla de pecado pensamos en la inmoralidad y la indecencia. Ahora les cuento mi segunda sospecha. Cuando en las Escrituras aparece esta palabra está más interrelacionada con el abandono de Dios, con la duda, con el miedo, con la falta de perdón y con la muerte.

El texto de esta mañana es tratado por Lutero cuando escribe el Comentario a la epístola de los romanos, y usa el término esclavo del pecado como la dramatización de una vida triste y de desesperanza. ¿Como la nuestra? Pero espero que nadie se de por aludido. Ya Jesús nos la había profetizado: en el mundo tendréis aflicción.  Esta esclavitud se entiende ahora por esa autocomplacencia nuestra, por esa autoseguridad que llevamos como un vestido de domingo, por la autoseguridad en que pretendemos vivir. Pero ser esclavo del pecado es también ceder a la tentación de llevar una vida ligera donde se presta más atención a lo secundario y a las trivialidades que a lo realmente importante y necesario.

Así que, en cualquier caso Pablo describe nuestra vida humana y sólo el que se reconoce a sí mismo delante de este espejo, podrá comprender sin sentir vergüenza o temor la otra declaración que nos perturba a nosotros ciudadanos del s.XXI: Pero ahora son esclavos de Dios.

Por años he intentado reinterpretar este planteamiento. La palabra esclavo es tan desagradable que nada  optimista parece decirme. Y les aseguro que necesito palabras alegres para levantarme cada día. Pero debemos entenderlo como si fuera un juego de palabras. Y más adelante nos dirá: estamos vinculados a Dios, nuestras vidas tienen ahora  una dirección, otra calidad. Usted y yo servimos ahora a la justicia y a la santidad.

Me gusta esta perspectiva reformada de la vida. Antes éramos una cosa. Ahora somos otra. Ahora somos gente creativa. Y esto me gusta. Esto me quita los dolores del alma y del cuerpo. Ahora podemos ir por la vida sabiendo que cosas buenas saldrán de nosotros. Nuestra vida ya no es inútil. No es perjudicial para nadie. Es una vida digna.

Antes estábamos lejos de la justicia y de la santidad. Pero ahora ellas moran en nosotros. ¿Cómo lo puedo saber? Pues hable con el vecino que vive solo, intente hacer  un favor a alguien sin esperar gratitud, sea paciente con los niños, ya crecerán, como Ud. lo ha hecho, sea generoso con los que no piensen como tú, ten compasión de los que viven en un mundo sin misericordia, date permiso para no hacer ningún comentario lleno de amargura. Quizás no puedas cambiar nuestro mundo, pero estás siendo creativo. Estás haciendo el bien cuando mucha gente esperaba que pagaras con el mal. Quizás esta es la definición de ser esclavo de Dios. Somos creativos. Tenemos la libertad para creer.

Así que si en este primer día de la semana querías escuchar un sermón serio y portador de una aterradora seriedad creo no haberte defraudado. Te recuerdo que antes eramos esclavos del pecado. Pero también he querido hacerte llegar una buena noticia: ahora eres un colaborador del Sr. Dios aquí en la tierra.

Querida iglesia: La muerte es la paga del pecado, mas el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Cuentan que en medio de la noche el castillo de Loarre se ve como un pueyo negro y oscuro. Pero cuando salen los primeros rayos de sol. La oscuridad desaparece y el castillo se muestra tal cual es.
 
Amén.

sábado, 24 de octubre de 2015

La cuestión de ser ciudadano en una tierra de espinos



Apuntes no sacros para un acercamiento a Hechos 22: 21-29

En este pasaje Lucas narra el resultado que tuvo el discurso que Pablo dirigió a los judíos que habían querido matarlo. En éste les había compartido su experiencia de conversión, esperando no tanto hacer su defensa sino ayudar también a la conversión de ellos. Sin embargo un gran número de los ahí presentes no se dejaron tocar el corazón, no se permitieron abrirse a lo evidente: que lo que Pablo decía era verdad, que él, como ellos, había sido un judío celoso de la ley de Moisés y perseguidor de cristianos, pero se había
convertido luego de que el propio Jesús se le había aparecido y lo había enviado como testigo Suyo a anunciar la Buena Nueva a todos, incluidos los paganos. A los oyentes de Pablo les parece intolerable lo que plantea y buscan su muerte. Él tribuno pretende torturarlo para que confiese qué ha hecho, pero Pablo apela a un ingenioso recurso y logra salvarse de éste inmerecido tratamiento.

22, 22 LE ESTUVIERON ESCUCHANDO HASTA ESTAS PALABRAS
Lucas nos había dicho que se hizo un gran silencio cuando la gente oyó a Pablo hablarles en su lengua y comenzar llamándoles: 'hermanos y padres'(Hch 22,1), es decir, dirigirse a ellos no sólo identificándose con ellos, como miembro del mismo pueblo, sino sin asomo alguno de rencor luego de que habían estado golpeándolo para matarlo. Sin embargo indudablemente hubo elementos en el discurso de Pablo que no les gustó escuchar (que Aquel a quien crucificaron resucitó; que se le apareció a Pablo no sólo en el camino a Damasco, sino ¡en el Templo!, y algo que les parece abominable: que lo envió a predicar a
los paganos, no para que se convirtieran al judaísmo sino para que se volvieran seguidores de Jesús.

Y ENTONCES ALZARON SUS VOCES DICIENDO: '¡QUITA A ÉSE DE LA TIERRA!; ¡NO ES JUSTO QUE VIVA!'
Nuevamente (ver Hch 21, 36) se alzan entre la multitud voces que piden la muerte de Pablo. Algunos estudiosos de la Biblia consideran que Lucas quiso hacer ver que, como Cristo, Pablo también vivió su 'Pasión', y que esta escena se asemeja a aquella que narran los Evangelios en los que la muchedumbre pide que muera Jesús (ver Lc 23, 21).

22, 23 VOCIFERABAN, AGITABAN SUS VESTIDOS Y ARROJABAN POLVO AL AIRE.
Lucas nos deja ver que se armó verdadero revuelo: la gente grita, emplea sus vestidos
(probablemente sus mantos) como banderas que agitan al aire, crean una polvareda, una gran confusión, en suma, se dedican a caldear el ambiente y a enardecer los ánimos.

22, 24 EL TRIBUNO MANDÓ LLEVARLO DENTRO DEL CUARTEL Y DIJO QUE LO SOMETIERAN A LOS AZOTES PARA AVERIGUAR POR QUÉ MOTIVO GRITABAN ASÍ C0NTRA  ÉL.
El tribuno decide meter a Pablo al cuartel quizá buscando librarlo de la muchedumbre que amenaza con apoderarse de él para lincharlo. Pero en lugar de interrogarlo tranquilamente como merece cualquier persona a la que la autoridad debe considerar inocente hasta que se pruebe lo contrario, lo manda torturar para que confiese qué es lo que ha hecho que ha despertado la cólera de la multitud. ¡Vaya manera de proceder!, no de acuerdo a lo que mandaban las propias leyes romanas. Le sucede como a Pilato, que se deja llevar por la gritería, por la presión de la gente. Pilato también mandó azotar a Jesús, a pesar de que se
dio cuenta de que era inocente (ver Lc 23, 14-15.22; Jn 19,1.4).

22, 25 CUANDO LE TENÍAN ESTIRADO CON LAS CORREAS, DIJO PABLO AL CENTURIÓN QUE ESTABA ALLÍ: '¿OS ES LÍCITO AZOTAR A UN CIUDADANO ROMANO SIN HABERLE JUZGADO?'
a.estirado con las correas: Se disponen, pues, a tender a Pablo sobre un banco o a atarlo a la columna para azotarlo...con lo que se alude al 'flagellum' o azote de correas con el cual se ejecutaba la tortura. Cicerón dice que la pena de flagelo es más dolorosa que la de vara.
b. ciudadano romano: Pablo había dicho que él nació en Tarso de Cilicia, por lo cual el tribuno ya sabía que probablemente era de nacionalidad romana, pero por lo visto pasó esto por alto y no lo trató conforme mandaba la ley: lo mandó torturar para que confesara, un modo de 'interrogatorio' que "estaba prescrito entre los romanos sólo para los esclavos y los extranjeros...pues....un ciudadano romano no podía ser sometido a interrogatorio acompañado de tortura; más aún, la ley lo protegía contra la flagelación como recurso policíaco que se infligía sin investigación ni sentencia.
Pablo aprovecha para reclamar esta trasgresión a la ley y poner nerviosos a estos romanos que pueden ser castigados y destituidos por lo que han hecho con él. Esto ya había sucedido antes: en una ocasión en que Pablo fue arrestado y a los pretores les entró miedo al saber que habían mandado azotar y encarcelar a un ciudadano romano (ver Hch 16, 36-39).

22, 26 AL OÍR ESTO EL CENTURIÓN FUE DONDE EL TRIBUNO Y LE DIJO: '¿QUÉ VAS A HACER? ESTE HOMBRE ES CIUDADANO ROMANO.'
La pregunta de Pablo da resultado. El centurión se preocupa por lo que han hecho y va a plantearle al tribuno la situación: ellos, que se supone que están ahí para defender las leyes del imperio romano, han transgredido esas propias leyes, nada menos que ¡contra uno de los suyos ! Han cometido un delito grave.

22, 27 ACUDIÓ EL TRIBUNO Y LE PREGUNTÓ: 'DIME, ¿ERES CIUDADANO ROMANO?'
El tribuno es verdaderamente inoportuno en sus preguntas. Primero le ha preguntado a Pablo si no es el terrorista egipcio del que han oído hablar (uno esperaría que la autoridad estuviera mejor informada...), ahora le pregunta si es ciudadano romano.
-
'SÍ', RESPONDIÓ.
Pablo no le deja lugar a dudas.

22, 28 'YO, DIJO EL TRIBUNO, CONSEGUÍ ESTA CIUDADANÍA POR UNA FUERTE SUMA.'
El tribuno confiesa cómo adquirió la nacionalidad romana. La primera vez que se otorgó el obtener el derecho de ciudadanía a cambio de una suma considerable fue por obra de Mesalina, esposa del emperador Claudio...Dado que el tribuno se llama y que los nuevos ciudadanos tomaban el nombre de familia del emperador reinante, se puede suponer que lo obtuvo en el reinado de Claudio (años 41 a 54). Al traer a cuento la fuerte suma que le costó quiere indicar que sabe lo que ese derecho vale. El escritor romano Casio asegura que se traficaba con el derecho de ciudadanía, vendiéndolo
por fuertes sumas de dinero.

'PUES YO, CONTESTÓ PABLO, LA TENGO POR NACIMIENTO.'
Pablo le 'gana' al tribuno en cuanto a la autenticidad de su ciudadanía. No pagó por ella, la recibió al nacer.

22, 29 AL MOMENTO SE RETIRARON LOS QUE IBAN A DARLE TORMENTO. Ante la afirmación de Pablo no cabe más que dar marcha atrás. Cabe suponer que el tribuno pide
que se retiren los verdugos que habían llegado dispuestos a torturar a Pablo.

EL TRIBUNO TEMIÓ AL DARSE CUENTA QUE LE HABÍA ENCADENADO SIENDO CIUDADANO ROMANO.
Al tribuno no le preocupa la injusticia que cometió (haciendo que Pablo fuera encadenado con dos gruesas cadenas, como si fuera un criminal: ver Hch 21,33), ni el mal rato tremendo que le hizo pasar a un inocente; se preocupa sólo por sí mismo, por lo que le puedan hacer por haber encadenado a un ciudadano romano. Ahora procurará encontrar alguna razón que justifique, ante las autoridades a las que tiene que  rendirles cuentas, su proceder.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cuando las tradiciones no son para siempre



Apuntes no canónicos para un estudio bíblico de Hechos 22: 1-21

En este pasaje Pablo se dirige a la multitud y le cuenta la historia de su conversión. Ya la conocemos, por el relato que ha hecho Lucas en Hch 9, 1-19; pero es interesante escucharla de boca de Pablo, saber su versión, y es conmovedor ver cómo está dispuesto a revelar algo muy íntimo y significativo de su vida, pensando que con ello puede lograr todavía algunas conversiones, además de aprovechar para defenderse de
lo que se le acusa.
Su defensa desarrolla estos pensamientos: por familia y por educación es un judío fiel a la ley, y su celo lo llevó, años atrás, a perseguir sin compasión a la secta de los nazarenos, pero una intervención del cielo lo convirtió a la fe en Jesús, en quien reconoció al Mesías enviado de Dios, y por mandato de Él marchó a otras regiones.

22, 1 'HERMANOS Y PADRES, ESCUCHAD LA DEFENSA QUE AHORA HAGO ANTE VOSOTROS.'

Han estado a punto de matar a Pablo, ha recibido golpes y empujones, y sin embargo no empieza su discurso con insultos hacia quienes lo han tratado injustamente mal, sino llamándolos hermanos y reconociéndose hijo del mismo padre, Abraham.

22, 2 AL OÍR QUE LES HABLABA EN LENGUA HEBREA GUARDARON MÁS PROFUNDO SILENCIO.

Cuando la gente lo oyó hablar en griego, quizá pensaron que era un extranjero, un pagano incircunciso. Ahora que los llama hermanos y habla en hebreo (aclara un autor que esto se refiere realmente a 'arameo', la lengua coloquial que hablaban los judíos) capta su atención. Se hace el silencio. Gran contraste entre la terrible algarabía que había unos segundos antes.

Y DIJO: 22, 3
'YO SOY JUDÍO, NACIDO EN TARSO DE CILICIA, PERO EDUCADO EN ESTA
CIUDAD, INSTRUIDO A LOS PIES DE GAMALIEL EN LA EXACTA OBSERVANCIA DE LA LEY DE NUESTROS PADRES;

a. yo soy judío: De entrada les hace saber que es uno de los suyos y que no reniega de ello. Con eso deshace los chismes de que andaba hablando mal de la ley de Moisés, enseñando que no había que cumplirla, etc.
Muchas veces usará ese argumento (ver 2 Cor 11,22).
b. nacido en Tarso de Cilicia: Ciudad que estaba bajo el imperio romano.
c. instruido a los pies de Gamaliel: Uno de los maestros más respetados y reconocidos del Sanedrín, al que, por cierto ya conocíamos pues en Hch 5, 34 lo vimos dar un argumento muy lógico en relación a Cristo y Sus seguidores.

ESTABA LLENO DE CELO POR DIOS, COMO LO ESTÁIS TODOS VOSOTROS EL DÍA DE HOY.

Otro argumento más con el que se identifica con los que están frente a él. Reconoce Su amor por Dios y su disposición a servirlo con todo su ser. Es algo que mencionará con frecuencia. Ver Flp 3, 5

22, 4 YO PERSEGUÍ A MUERTE A ESTE CAMINO, ENCADENANDO Y ARROJANDO A LA CÁRCEL A HOMBRES Y MUJERES, 22, 5 COMO PUEDE ATESTIGUÁRMELO EL SUMO SACERDOTE Y TODO EL CONSEJO DE ANCIANOS.
a. yo perseguí a muerte: Recuerda un episodio que le es muy doloroso, pero lo hace para bien de ellos, para que comprendan a fondo hasta qué grado era celoso de su deber como fariseo cumplidor de la Ley y perseguidor de cristianos.
b. a este Camino: Como en anteriores ocasiones, se llama 'Camino' al seguimiento de Aquel que dijo, de Sí mismo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6).
c. como puede atestiguármelo: Pablo conoce bien al Sumo Sacerdote y a todo el Consejo de ancianos. Habló con ellos muchas veces, pactó con ellos cosas terribles en contra de los cristianos muchas veces. Ahora públicamente da a conocer cómo ellos apoyaban su persecución de cristianos. Los aludidos se han de ver sentido incómodo de verse mencionados así.

DE ELLOS RECIBÍ TAMBIÉN CARTAS PARA LOS HERMANOS DE DAMASCO Y ME PUSE EN CAMINO CON INTENCIÓN DE TRAER TAMBIÉN ENCADENADOS A JERUSALÉN TODOS LOS QUE ALLÍ HABÍA, PARA QUE FUERAN CASTIGADOS.

Añade los detalles truculentos: tenía intención de traer encadenados a los cristianos y mandarlos castigar. Sin tapujos se revela ante la multitud como un hombre que no se tocaba el corazón para hacer lo que consideraba justo.

22, 6 PERO YENDO DE CAMINO, ESTANDO YA CERCA DE DAMASCO, HACIA EL MEDIODÍA, ME ENVOLVIÓ DE REPENTE UNA GRAN LUZ VENIDA DEL CIELO;

a. hacia el mediodía: Zacarías había dicho: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto, a fin de iluminar a los que viven en tinieblas y sombras de muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz." (Lc 1, 78-79) y ¡vaya que se cumple esa predicción! Pablo vivía en tinieblas y caminaba en sombras de muerte, lleno de malas intenciones hacia los cristianos de Damasco. Y entonces, por pura misericordia de Dios, sin que lo mereciese en lo más mínimo, fue visitado, cuando el sol estaba en lo más alto, por el verdadero sol, iluminado por la luz que está por encima de toda luz

22, 7 CAÍ AL SUELO Y OÍ UNA VOZ QUE ME DECÍA: 'SAÚL, SAÚL, ¿POR QUÉ ME PERSIGUES?'

a. Caí al suelo: Pablo no tiene reparo en recordar que fue derribado a tierra. El fariseo autosuficiente y prepotente que era hubiera omitido esa vergonzosa parte de la historia, no Pablo. Él tiene muy asimilada la humildad, la certeza de que cuando es débil entonces es fuerte.
Ob. í una voz. Pablo revela cómo se dirigió a él el Señor, asumiendo como hecha a Él
la persecución que había venido haciendo contra los cristianos. Jesús había dicho:
'cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me los hicisteis.(Mt 25, 40)

22, 8 YO RESPONDÍ: '¿QUIÉN ERES, SEÑOR?' Y ÉL A MÍ: 'YO SOY JESÚS NAZaREO, A QUIEN TÚ PERSIGUES

Esta parte debe haber estremecido a los oyentes. Descubrir que aquel a quien habían crucificado no sólo estaba vivo, sino era capaz de aparecerse así, en medio de una luz venida del cielo y hablar con Pablo.
Sin duda muchos en ese instante han de haber sentido en ellos una semilla de conversión, porque comprenden que Pablo no está inventando nada, basta ver no sólo su dignidad y lucidez, sino el fuego de su mirada para saberlo. Sin embargo muchos al
escuchar este punto endurecieron más su corazón, y se negaron a dejarse mover.

22, 9 LOS QUE ESTABAN CONMIGO VIERON LA LUZ, PERO NO OYERON LA VOZ DEL QUE ME HABLABA.
Aquí una vez más cita a los testigos de ese hecho, para que se vea que no miente. Aunque ellos no oyeran nada, ya es suficientemente impresionante que admitan que vieron aquella luz brillante inexplicable.

22, 10 YO DIJE: '¿QUÉ HE DE HACER, SEÑOR? Y EL SEÑOR ME RESPONDIÓ: 'LEVÁNTATE Y VETE A DAMASCO; ALLÍ SE TE DIRÁ TODO LO QUE ESTÁ ESTABLECIDO QUE HAGAS.

a.¿Qué he de hacer, Señor? Pablo da a entender implícitamente que cuando se tiene celo por Dios, no se mantiene uno empecinadamente en sus posiciones, sino está dispuesto a ir por donde Dios le mande, no importa si esto parece ir en contradicción con todo lo que uno venía sabiendo o haciendo antes.
b. Levántate y vete a Damasco: El Señor lo invita a no quedarse derribado en tierra. No lo ha hecho caer para dejarlo tirado, sino para bajarlo de su soberbia. Ahora es necesario levantarse y ponerse en camino, al mismo lugar al que iba, pero ahora con otro sentido, con otra intención

22, 11 COMO YO NO VEÍA, A CAUSA DEL RESPLANDOR DE AQUELLA LUZ, CONDUCIDO DE LA MANO POR MIS COMPAÑEROS LLEGUÉ A DAMASCO.
Revela otra escena que ha de haber impactado a los que lo escuchaban: ¡que el altivo fariseo entre de la mano de otro, llevado como un niño a Damasco!

22, 12 UN TAL ANANÍAS, HOMBRE PIADOSO SEGÚN LA LEY, BIEN ACRED
ITADO POR TODOS LOS JUDÍOS QUE HABITABAN ALLÍ, 22, 13 VINO A VERME, Y PRESENTÁNDOSE ANTE MÍ ME DIJO: 'SAÚL, HERMANO, RECOBRA LA VISTA.' Y EN AQUEL MOMENTO LE PUDE VER.
Ahora Pablo cuenta cómo fue su milagrosa curación, y hace ver que Ananías era un ju
dío piadoso, ahora evidentemente convertido en cristiano. Y cuenta lo que le dijo:

22, 14 ÉL ME DIJO: 'EL DIOS DE NUESTROS PADRES TE HA DESTINADO PARA QUE CONOZCAS SU VOLUNTAD, VEAS AL JUSTO Y ESCUCHES LA VOZ DE SUS LABIOS, 22, 15 PUES LE HAS DE SER TESTIGO ANTE TODOS LOS HOMBRES DE LO QUE HAS VISTO Y OÍDO.
Al referir las palabras de Ananías, Pablo quiere dejar claro que Dios mismo, el Dios de sus padres, es quien avala a Jesús, que el cristianismo no es una secta pagana a la que haya que combatir, sino que es la culminación de todo lo que esperaban los judíos: la venida del Justo, de Aquel anunciado por los profetas. Y él, Pablo se presenta como su testigo (ver Gal 1, 1).

22, 16 Y AHORA, ¿QUÉ ESPERAS? LEVÁNTATE, RECIBE EL BAUTISMO Y LAVA LOS PECADOS INVOCANDO SU NOMBRE.
Pablo les hace ver que hay un Bautismo que en verdad perdona los pecados, y es el que se hace invocando el nombre de Aquel que se le apareció en el camino, Aquel que le devolvió la vista, Aquel a quien envió el Dios de sus padres: el nombre de Jesús.
Esto nuevamente debe haber sacudido a sus oyentes: que en el nombre de Jesús se perdonan los pecados. Ello significa que es Jesús es Dios mismo, pues, como los propios fariseos afirmaban: "¿quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios? (Mc 2, 7).

22, 17 HABIENDO VUELTO A JERUSALÉN Y ESTANDO EN ORACIÓN EN EL TEMPLO, CAÍ EN ÉXTASIS; 22, 18 Y LE VI A ÉL QUE ME DECÍA: 'DATE PRISA Y MARCHA INMEDIATAMENTE DE JERUSALÉN, PUES NO RECIBIRÁN TU TESTIMONIO ACERCA DE MÍ.
Esto que cuenta ahora Pablo no lo había mencionado Lucas en su relato. Pablo lo menciona para que sus oyentes se den cuenta de que a pesar de que Jesús se le había aparecido en el camino, él seguía yendo al Templo a orar, seguía considerándolo un lugar sagrado de encuentro con Dios. Y, en efecto, Jesús, verdadero
Dios y verdadero hombre, le había hablado ahí.

22, 19 YO RESPONDÍ: 'SEÑOR, ELLOS SABEN QUE YO ANDABA POR LAS SINAGOGAS, ENCARCELANDO Y AZOTANDO A LOS QUE CREÍAN EN TI;
Como en todo relato de vocación, el elegido no se siente digno. Se resiste, cree que no servirá para esa misión.

22, 20 Y CUANDO SE DERRAMÓ LA SANGRE DE TU TESTIGO, ESTEBAN, YO TAMBIÉN ME HALLABA PRESENTE, Y ESTABA DE ACUERDO CON LOS QUE LE MATABAN Y GUARDABA SUS VESTIDOS.
Alude a lo narrado en Hch 7, 58; 8,1;

22, 21 Y ME DIJO: 'MARCHA, PORQUE YO TE ENVIARÉ A LOS GENTILES'...
Sin duda alguna a los que escuchan a Pablo esta parte les hace dudar de la veracidad de todo el resto. No conciben que si en verdad Dios se el apareció a Pablo, lo envíe a los paganos, a quienes ellos despreciaban y consideraban 'perros incircuncisos' que no pertenecían al pueblo escogido.
Con todo el cuidado que ha tenido Pablo en incomodar lo menos posible a sus oyentes, no puede evitar que la verdad los escandalice. Recordemos que lo mismo sucedió cuando Jesús contó aquella parábola en la que el viñador se ve forzado a arrendar su viña a nuevos viñadores porque los primeros fallaron terriblemente. Ver Lc 20, 9- 19

martes, 13 de octubre de 2015

Todo tiene su tiempo, incluso el tiempo de cerrar puertas



Apuntes no canónicos para un estudio bíblico de Hechos 21: 27-40

En este pasaje vemos cómo se cumple lo que profetizó Ágabo. Los judíos que han estado persiguiendo a Pablo dondequiera que va, no sólo crean un alboroto en Jerusalén, sino
tienen intenciones de asesinarlo.

21, 27 CUANDO ESTABAN YA PARA CUMPLIRSE LOS SIETE DÍAS,
Se refiere a que estaba por vencerse el plazo del voto de nazareato que Santiago le había pedido que hiciera junto con algunos hombres de la comunidad cristiana de Jerusalén (ver Hch 21, 23-24.26).

LOS JUDÍOS VENIDOS DE ASIA LE VIERON EN EL TEMPLO, REVOLVIERON
A TODO EL PUEBLO, LE ECHARON MANO 21, 28 Y SE PUSIERON A GRITAR: '¡AUXILIO, HOMBRES DE ISRAEL! ÉSTE ES EL HOMBRE QUE VA ENSEÑANDO A TODOS POR TODAS PARTES CONTRA EL PUEBLO, CONTRA LA LEY Y CONTRA ESTE LUGAR;
A Pablo lo vienen persiguiendo unos empecinados enemigos suyos, judíos de Asia, desde tiempo atrás. Ahora llegan a Jerusalén y alarman a la gente acusando a Pablo de conductas que en el pueblo judío eran tenidas por graves y castigadas duramente. Curiosamente ahora lo acusan a él de lo que él y otros acusaban a Esteban hace años (ver Hch 6, 12ss).
a. le echaron mano: Pablo se hallaba en ese momento en el templo, dispuesto a cumplir con lo del voto de nazireato.
b. enseñando a todos por todas partes: Es una frase que describe bien la labor que ha venido realizando Pablo; en verdad que ha procurado enseñar a todos por todas partes, la diferencia es que no ha enseñado eso de lo que lo acusan.
c. contra el pueblo: Echan por delante, astutamente, una acusación que involucra directamente a la gente. Que alguien enseñe 'contra el pueblo' los hace sentir directamente afectados.
d. contra la ley: Como ya habíamos visto antes, esta acusación no deja de tener algo de verdad, no en el planteamiento (Pablo no atacaba a la ley como si él hubiera sido su enemigo), sino en el fondo, porque con Jesús quedó superado el cumplimiento de la ley de Moisés.
e. contra este lugar: Se refiere al Templo de Jerusalén, en el cual se encuentran en esos momentos. Nuevamente la acusación es falsa. ¿Cómo iba Pablo a predicar contra el Templo si él mismo estaba ahí para cumplir con un ritual marcado por la ley?

Y HASTA HA LLEGADO A INTRODUCIR A UNOS GRIEGOS EN EL TEMPLO, PROFANANDO ESTE LUGAR SANTO.' 21, 29 PUES HABÍAN VISTO ANTERIORMENTE CON ÉL EN LA CIUDAD A TROFIMO, DE ÉFESO, A QUIEN CREÍAN QUE PABLO HABÍA INTRODUCIDO EN EL TEMPLO.
Sólo porque vieron a Pablo con Trofimo, lo acusan de algo que no les consta porque no es cierto. Ahora resulta que el sacrificio que hizo no sólo fue en vano, sino ¡contraproducente! pues lo malinterpretaron. No cabe duda de que para los enemigos de Pablo todo lo que éste hace es digno de sospecha.
21, 29 TODA LA CIUDAD SE ALBOROTÓ Y LA GENTE CONCURRIÓ DE TODAS PARTES. SE APODERARON DE PABLO Y LO ARRASTRARON FUERA DEL TEMPLO; INMEDIATAMENTE CERRARON LAS PUERTAS.
a. toda la ciudad se alborotó: Acusarlo de 'profanador del templo' era "entregarlo a la pasión religiosa y a la excitabilidad ortodoxa. Sabemos con qué severidad impedían los judíos el acceso al templo a los no judíos. Había en el templo unos carteles de avisos escritos en griego y en latín que indicaban la separación del recinto interior del templo y del atrio de los gentiles, en los que se leía: Que ningún extranjero traspase los
límites de la terraza que rodea al templo. Quien fuere sorprendido, cúlpese a sí mismo de la muerte que le siga.
b. lo arrastraron fuera: A Jesús lo llevaron fuera de la ciudad para crucificarle; a Pablo lo arrastran fuera del Templo y cierran las puertas.
cerraron las puertas: Quizá querían evitar que Pablo corriera a buscar refugio al interior del Templo, pero es más probable que quieran hacerle sentir que para él las puertas del Templo están cerradas.

21, 30 INTENTABAN DARLE MUERTE, CUANDO SUBIERON A DECIR AL TRIBUNO DE LA COHORTE: 'TODA JERUSALÉN ESTÁ REVUELTA.'
a. intentaban darle muerte: Aquí, a diferencia de lo que sucedió con Jesús, ni siquiera se toman la molestia de aparentar un juicio. Pablo no tienen tantos discípulos y seguidores como Jesús, es más fácil deshacerse de él sin mayor trámite ni averiguación.
b. subieron a decir al tribuno: Alguno de los empleados al servicio de la autoridad da el aviso de  lo que está sucediendo. Esto se está convirtiendo en algo incontrolable. En el ángulo de la explanada del templo se levantaba, sobre una elevación rocosa de 25 metros, un castillo protegido por cuatro macizas torres, que Herodes el Grande había hecho transformar en sólida fortaleza, dándole el nombre de 'Antonia', en homenaje al triunviro Marco Antonio. Servía de cuartel a una cohorte de tropas auxiliares (cohors: destacamento de 760 soldados de infantería y 240 de caballería) mandado por un quiliarca (comandante de 1000 hombres); su misión era la de controlar la explanada del templo, lo que se hacía imprescindible sobre todo en las grandes fiestas.

21, 31 INMEDIATAMENTE TOMÓ CONSIGO SOLDADOS Y CENTURIONES Y BAJÓ CORRIENDO HACIA ELLOS; Y ELLOS AL VER AL TRIBUNO Y A LOS SOLDADOS, DEJARON DE GOLPEAR A PABLO.
El tribuno no pierde tiempo y de inmediato baja bien respaldado por soldados y centuriones, a poner orden. La gente comprende que no conviene enfrentar a la autoridad y cesa en su cobarde acción de golpear a Pablo, que a esas alturas debe haber estado bastante maltrecho.

21, 33 ENTONCES EL TRIBUNO SE ACERCÓ, LE PRENDIÓ Y MANDÓ QUE LE ATASEN CON DOS CADENAS;
He aquí que se cumple lo que anunció el profeta Ágabo (ver Hc
h 21, 10-11).

Y EMPEZÓ A PREGUNTAR QUIÉN ERA Y QUÉ HABÍA HECHO.
Según la ley romana, había que dar oportunidad al acusado de defenderse.
Si no hubiese intervenido la guarnición romana que ocupaba la torre Antonia, junto al templo, y que en las fiestas judías se hallaba en estado permanente de alerta, habrían dado muerte a Pablo.
El tribuno romano creía haber capturar al jefe de una sedición. En efecto el movimiento activo de liberación que actuaba en la sombra desencadenaba continuamente tentativas de rebelión contra el poder ocupante.

21, 34 PERO ENTRE LA GENTE UNOS GRITABA UNA COSA Y OTROS OTRA. COMO NO PUDIESE SACAR NADA EN CLARO A CAUSA DEL ALBOROTO, MANDÓ QUE LE LLEVASEN AL CUARTEL.
Lucas da a entender que la gente se contradice, que no hay una acusación consistente en contra de Pablo. En el alboroto que desataron los judíos, todos quieren opinar, todos tienen su idea de quién es Pablo y la expresan a gritos. El ruido hace que el tribuno decida llevar a Pablo al cuartel.

21, 35 CUANDO LLEGÓ A LAS ESCALERAS, TUVO QUE SER LLEVADO A HOMBROS POR LOS SOLDADOS A CAUSA DE LA VIOLENCIA DE LA GENTE; 21, 36 PUES TODA LA MULTITUD LE IBA SIGUIENDO Y GRITANDO: '¡MÁTALE!'
El tribuno es puesto en alto, a buen resguardo de la turba; Pablo seguramente se llevó todavía bastantes golpes y empujones.
a. ¡mátale!: Este grito nos recuerda aquel otro que gritaba otra multitud, azuzada por los líderes judíos, contra Jesús: "¡Crucifícale!  (Lc 23, 21).

21, 37 CUANDO IBAN YA A METER LE EN EL CUARTEL, PABLO DIJO AL TRIBUNO: '¿ME PERMITES DECIRTE UNA PALABRA?
A diferencia de Jesús, que elige guardar silencio porque todo lo ha dicho ya con Sus obras y su predicación, Pablo desea hablar.

ÉL LE CONTESTÓ: 'PERO, ¿SABES GRIEGO? 21, 38 ¿NO ERES TÚ ENTONCES EL EGIPCIO QUE ESTOS ÚLTIMOS DÍAS HA AMOTINADO Y LLEVADO AL DESIERTO A LOS CUATRO MIL TERRORISTAS?
A buena hora se da cuenta el tribuno de que ¡tiene al preso equivocado! Cuenta el historiador Flavio Josefo que en este tiempo un falso profeta egipcio había logrado concentrar en el desierto un gran número de adeptos y les hizo la promesa de que a mandato suyo los muros de Jerusalén se desplomarían. El procurador Félix les salió al encuentro con un nutrido ejército y los sometió. El egipcio mismo escapó. Los adeptos de éste eran sicarios (hombres del puñal, del latín 'sica': puñal), asesinos a traición que llevaban escondidos bajo la ropa, puñales cortos y curvos con los cuales se deshacían de los adversarios en medio de la muchedumbre. Constituían un partido de reciente fundación, heredero y continuador del antiguo partido de los zelotas, con la diferencia de que no incitaban a una franca rebelión contra los romanos, como lo hacían aquéllos, sino que preferían mezclarse entre la muchedumbre y, aprovechando el tumulto, apuñalaban a los amigos de los romanos.

21, 39 PABLO DIJO: 'YO SOY UN JUDÍO, DE TARSO, CIUDADANO DE UNA CIUDAD NO OSCURA DE CILICIA.
De entrada Pablo hace ver al tribuno que nació en Tarso, que fue capital de la provincia romana de Cilicia.

TE RUEGO QUE ME PERMITAS HABLAR AL PUEBLO.
Seguramente la intención de Pablo no es defenderse, sino aprovechar la ocasión para
evangelizar a esta multitud, para comunicarles su testimonio y anunciarles la buena noticia.

21, 40 SE LO PERMITIÓ. PABLO, DE PIE SOBRE LAS ESCALERAS, PIDIÓ CON LA MANO SILENCIO AL PUEBLO. Y HACIÉNDOSE UN GRAN SILENCIO, LES DIRIGIÓ LA PALABRA EN LENGUA HEBREA.
En un dramático cambio de ambiente, del escándalo se pasa al silencio, conforme la gente advierte que Pablo quiere hablar y siente curiosidad de ver que ocurriría.