lunes, 31 de mayo de 2010

La ira como escollo.

Las emociones y yo
Tema 11.

I. Introducción

7 Guarda silencio ante el Señor;
espera con paciencia a que él te ayude.
No te irrites a causa del que triunfa en la vida,
del que hace planes malvados.
8 Deja el enojo, abandona el furor;
no te irrites, porque eso empeora las cosas.
Salmo 37

La ira es una emoción que se expresa con rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardiaco, presión sanguínea y niveles de adrenalina y noradrenalina. Algunos ven la ira como parte de la respuesta cerebral de atacar o huir a una amenaza o daño percibidos. La ira se vuelve el sentimiento predominante en el comportamiento, cognitivamente, y fisiológicamente cuando una persona hace la decisión consciente de tomar acción para detener inmediatamente el comportamiento amenazante de otra fuerza externa. La ira puede tener muchas consecuencias físicas y mentales.
El lidiar con la ira ha sido tratado en los escritos de los más tempranos escritores hasta los tiempos modernos. Los psicólogos modernos, en contraste a los más tempranos, han también señalado los posibles efectos dañinos de la supresión de la ira.
II. Tipo de ira.
Ira pasiva:
Comportamiento reservado: Guardas comentarios/criticas que son expresados a las espaldas de la gente, dando la ley del hielo o susurrando, evitando el contacto visual, despreciando a la gente, chismeando, quejándose anónimamente, robando, y estafando.
Manipulación mental: Como provocar la gente a la agresión y, a continuación ser condescendiente con ellos, provocando la agresión, pero quedándose al margen, chantaje emocional, falsa tristeza, fingiendo la enfermedad, el sabotaje de las relaciones, mediante la provocación sexual, utilizando a un tercero para transmitir sentimientos negativos, la retención de dinero o recursos.
Auto-culparse: Como disculpándose muy seguido, siendo demasiado critico, invitando a la crítica.
Auto-sacrificio: Segunda intención, silenciosamente haciendo señas de largo sufrimiento pero negándose a que le ayuden, o mendigando agradecimiento.
Ineficacia: Como el establecimiento de sí mismo y a otros al fracaso, la elección de personas poco confiables a depender, al ser propensos a los accidentes, bajo rendimiento, impotencia sexual, la frustración que expresan por cosas insignificantes, pero haciendo caso omiso de las serias.
Desapasionamiento: tales como dar el hombro frío o sonrisas falsas, mirando impasible, sentado en la valla, mientras que otros ordenan las cosas, humedeciendo sus sentimientos con el abuso de sustancias, comer en exceso, dormir demasiado, no responder a la ira de otro, la frigidez, caer en las prácticas sexuales que deprimen la espontaneidad y haciéndose objetos de participación, dando enormes cantidades de tiempo a las máquinas, objetos o actividades intelectuales, hablando de frustraciones pero sin mostrar sentimientos.
Comportamiento obsesivo, como la necesidad de ser limpio y ordenado, haciendo un hábito de constante control de las cosas, excesivas dietas o comer excesivamente, exigiendo que todos los trabajos sean hechos a la perfección.
Evasividad: Como dar la espalda en una crisis, evitar los conflictos, no responder a las discusiones, llegando a ser fóbico.
III. Dejar la ira.
A veces resulta difícil no enojarse cuando hemos sido lastimados o maltratados. ¿Pero por qué en los Salmos se nos invita a abandonar la ira? ¿Qué tiene de malo sentir ira? La respuesta es simple, pero la olvidamos con frecuencia, la ira nos lleva a males mayores.
Parece que el camino de la autodisciplina pasa por no dar riendas sueltas a nuestras emociones y dejarnos gobernar por ellas, sino guardar silencio, como si estuviéramos delante de Dios y esperar a que sea El quien haga algo. Si es que hay que hacer algo.
No nos toca a nosotros airarnos, no es a nosotros quien nos toca devolver el mal que nos han hecho con más mal. No tenemos porque devolver con la misma moneda con que nos han pagado.
Ser diferente pasa por domesticar los sentimientos. Ser diferente es ser manso. Ser diferente es tener la fe que sólo el amor tendrá la última palabra. La última.

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