martes, 24 de noviembre de 2009

Puntos fundamentales.

Queridos amigos:

Gracias por la invitación a la comida. Pero si he de ser sincero lo mejor fue la sobremesa. He regresado a casa pensando en todo lo que hablamos. Y vuestras reflexiones sobre los rasgos distintivos del calvinismo que vivimos me han hecho pensar en lo que creo y enseño.

Como mis palabras a veces salen atropelladas y acentuadas, prefiero poneros por escrito lo que antes os dije de manera conversativa. Los cinco puntos principales del calvinismo desde mi experiencia y lectura que hago de las Escrituras pueden parecernos arduos y difíciles, pero en ellos encontramos los soportes de nuestras creencias. Y digo creencias porque la fe la tenemos en Jesús.

No todo lo que se ha dicho de Calvino es cierto. No todo lo que de él se ha escrito es falso. Por eso nada como leerle e interpretarlo como un hombre de su tiempo. Ya sabemos que nuestras creencias no se las debemos a Calvino en un cien por ciento. Todos los siglos posteriores de teología y experiencias nos han hecho reformar incluso sus tesis.

Este sistema de teología calvinista fue reafirmado por reformadores en el Sínodo de Dort en 1619, y se erigió como la doctrina de salvación contenida en las Santas Escrituras. En esa época el sistema fue formulado en "cinco puntos" en respuesta a cinco puntos no escritúrales, sometidos por seguidores de Jacobus Arminius a la Iglesia de Holanda en 1610.

De acuerdo al calvinismo, la salvación es llevada a cabo por el poder de la Santa Trinidad. El Padre es quien elije, el Hijo muere por ellos, y el Espíritu Santo hace la muerte de Cristo efectiva, al traer a los elegidos a la fe y al arrepentimiento, por lo tanto causando en ellos, el obedecer de buena gana el Evangelio. El proceso entero (elección, redención, regeneración) es la obra de Dios sólo por su gracia. Es a sí que es Dios, y no el hombre, quien determina quienes serán los recipientes del regalo de la salvación.

Puntos esenciales de la formulación calvinista:

1º. Depravación o inhabilidad total: La depravación total es probablemente una de las doctrinas más desentendidas del calvinismo. Cuando los calvinistas hablan de la raza humana como "totalmente depravados", ellos están haciendo una declaración extensiva en lugar de intensiva. El efecto de la caída en el hombre es que el pecado se ha extendido a cada parte de su personalidad, sus pensamientos, emociones y su voluntad. No necesariamente que ellos sean intensamente pecaminosos, sino mas bien que el pecado se ha extendido a todo su ser.
El hombre no regenerado esta muerto en sus pecados (Ro 5:12). Sin el poder del Espíritu Santo, el hombre natural esta ciego y sordo al mensaje del Evangelio (Mc. 4:11ss.). Esta es la razón del porque la depravación total ha sido llamada inhabilitad total. El hombre sin el conocimiento de Dios nunca vendrá a reconocer esta doctrina a no ser que Dios le dé vida a través de Cristo (Ef. 2:1-5).

2º. Elección incondicional: La elección incondicional es la doctrina que declara que Dios escoge, desde antes de la fundación del mundo, (Ef. 1:4-8) a aquellos que de los cuales Dios le place, a fin de traerlos al conocimiento de sí mismo, esto no esta basado en ningún mérito de los elegidos, ni basado en el pre-conocimiento de Dios para descubrir quien va aceptar su oferta del Evangelio.
Dios ha elegido, basado única y solamente por el consejo de su propia voluntad, algunos para vida eterna y otros para condenación (Ro. 9:15,21). Sin embargo esta doctrina no deja de lado la responsabilidad del hombre para creer en la obra redentora de Dios El Hijo (Jn. 3:16-18).
Hay una tensión en las Sagradas Escrituras entre la soberanía de Dios en la salvación y la responsabilidad del hombre para creer, la cual esta doctrina no trata de resolver. Ambas son verdad, el negar la responsabilidad del hombre es afirmar un híper-calvinismo (no bíblico); y el negar la soberanía de Dios es afirmar un arminianismo, el cual tampoco es bíblico.
Los elegidos son salvados para buenas obras (Ef. 2:10), y estas son resultado de la gracia salvadora de Dios, la cual es iniciada en el proceso de salvación, primero la fe proclamada por Pablo y seguida por la fe proclamada por Santiago; es lo que Pedro trata de decir cuando exhorta al cristiano a hacer su "llamado" y "elección" segura, (2 Pedro 1:10); llevar el fruto de las buenas obras es una indicación que Dios ha sembrado las semillas de su gracia en tierra fértil.

3º. Expiación limitada (redención particular). La expiación limitada es una doctrina que responde a la pregunta, ¿por los pecados de quién murió Cristo?, la Biblia enseña que Cristo murió por los pecados de aquellos que Dios le dio a salvar (Jn. 17:9). Cristo murió, en verdad por mucha gente, pero no por todos (Mt. 26:28). Específicamente, Cristo murió por la Iglesia Invisible de todos los tiempos, (pasados, presentes, y futuros); es decir la suma total de todos aquellos quienes han sido elegidos, han nacido de nuevo espiritualmente y llevan con justicia el nombre "cristiano". (Ef. 5:25).
A menudo esta doctrina encuentra algunas objeciones, principalmente de parte de aquellos que piensan que la expiación limitada, obstruye el evangelismo. Cristo no va perder a ninguno que el Padre le dio, (Jn. 6:37).
La muerte de Cristo no fue una muerte de expiación potencial o simbólica; por si acaso, alguien no elegido posiblemente pudiese creer en el futuro... esto en verdad trivializaría la muerte del Señor Jesús en la expiación.
Cristo expió pecados específicos de pecadores específicos; para hacer su iglesia santa. El no expió los pecados de todos los hombres, ya que obviamente no todos los hombres son salvos. Cristo murió por los pecadores, y de seguro él no va ha perder ninguno por los cuales el murió; la expiación de Cristo es suficiente para todas las generaciones, pero eficiente solamente en los elegidos de Dios. La Gran Comisión debe de continuar hasta que El Señor Jesús venga.

4º. La gracia irresistible: El resultado de la gracia irresistible de Dios es la respuesta positiva del elegido al llamado interno del Espíritu Santo, cuando el llamado externo es hecho por medio de las Escrituras.
Cristo enseña que todos los que Dios ha elegido, vendrán al conocimiento de El, (Jn. 6:37). Los hombres vienen a Cristo para salvación cuando el Padre los llama, (Jn. 6:44), y el mismo Espíritu de Dios guía a sus amados al arrepentimiento, (Ro. 8:14).
Que consuelo es saber que el Evangelio de Cristo penetrara nuestros duros y pecaminosos corazones y maravillosamente nos salva a través del llamado interno del Espíritu Santo, (I Pedro 5:10).ç

5º. La perseverancia de los santos: La perseverancia de los santos es una doctrina que enseña que los santos (aquellos que Dios ha salvado) permanecerán en las manos de Dios hasta que ellos sean glorificados y llevados con El al cielo. Ro. 8:28-29, establece que cuando una persona ha sido verdaderamente regenerada por Dios, permanecerá con Dios.
La obra de santificación la cual Dios genera, continuará en el elegido hasta que alcance su consumación en el cielo, (Filipenses 1:6). Cristo asegura que no perderá a ninguno de los elegidos y que serán glorificados en el "día postrero", (Jn. 6:39).
La posición calvinista se nutre con la palabra de Dios, y confía en la promesa de Cristo, que El cumplirá perfectamente la voluntad del Padre al preservar a todos los elegidos. El elegido persevera porque Dios lo preserva.

Confío en qué me invitéis otra vez. En la paz y en la gracia.

Augusto Zaragoza, Noviembre 3, 2009

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