Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 17: 16-22
Llega Pablo a la cuna de la civilización
griega. Es ésta una ciudad muy 'cosmopolita' cuyos habitantes se precian de ser
muy abiertos y de aceptar toda clase de filosofías, religiones, ideas, etc.
Lo que aquí sucederá nos recuerda lo que
dijo Jesús en Lc 10, 21 refiriéndose a que el Padre revela Sus secretos a los
sencillos, no a los 'sabios y entendidos'.
17, 16 MIENTRAS PABLO LES ESPERABA EN
ATENAS,
Un vez más los Hechos de los Apóstoles
ponen de manifiesto cómo el odio y la persecución proporcionan nuevas
posibilidades al Evangelio.
Les esperaba.-
En el versículo anterior se nos ha dicho
que pidió que Timoteo y Silas vinieran a acompañarlo lo antes posible (ver Hch
17, 15).
Atenas.- Aun cuando ha desaparecido de
esta ciudad el esplendor de un Pericles y la fama de la escuela de Platón, sin
embargo todavía se le asocia la idea de riqueza cultural y grandeza espiritual.
La ciudad continuaba siendo... 'la antorcha de toda Grecia' (Cicerón). Como
sede que era de las grandes escuelas filosóficas y cuna de la más refinada
cultura griega, descollaba sobre todas las demás ciudades del imperio romano y
ejercía una fuerza de atracción irresistible sobre cuantos aspiraban a adquirir
ciencia y cultura, especialmente sobre la
juventud de la nobleza romana.
ESTABA INTERIORMENTE INDIGNADO AL VER LA
CIUDAD LLENA DE ÍDOLOS.
Dentro de los conceptos paganos, Atenas
era también una ciudad religiosa. No existía, en la época, ninguna otra ciudad
que pudiera exhibir una profusión semejante de templos, altares, estatuas de divinidades
y exvotos.
El escritor romano Petronio había dicho:
'Cuando paseas por Atenas, te es más fácil encontrarte por la calle con un dios
que con un hombre. Pablo tenía muy presente que el Señor prohibió al pueblo
judío elaborar cualquier clase de ídolo (ver Lev 26, 1). Ahora no puede evitar
indignarse al descubrir que por dondequiera que va hay estatuas y pinturas que
representan deidades paganas que son adoradas por los habitantes de Atenas.
17, 17 DISCUTÍA EN LA SINAGOGA CON LOS
JUDÍOS Y CON LOS QUE ADORABAN A DIOS;
No deja Lucas de hacernos ver que lo
primero para Pablo es ir a la sinagoga para tratar de llevar la buena nueva a
los judíos, y a quienes sin pertenecer al pueblo judío compartían su fe en un
solo Dios. Buscaba hacerles comprender cómo en Jesús se cumplía todo lo
anunciado en las Sagradas Escrituras.
Y DIARIAMENTE EN EL ÁGORA CON LOS QUE POR
ALLÍ SE ENCONTRABAN.
Ágora.- Se trataba de una plaza pública
donde cualquiera podía expresar sus ideas.
Pablo no deja pasar un día sin predicar;
su celo apostólico lo mueve a buscar la conversión de los que iban al ágora
pues supuestamente se trataba de personas interesadas en descubrir el camino,
la verdad, la vida, y Pablo quiere que se den cuenta de que todo ello sólo se
halla en Jesucristo. Pablo da un ejemplo de cómo la proclamación de la
salvación no debe circunscribirse a un grupo bien perfilado, formado
religiosamente, sino que debe estar pronta a abrirse a todos los hombres, sea
cual fuera la situación espiritual, cultural y social en que se encuentren.
17, 18 TRABABAN TAMBIÉN CONVERSACIÓN CON
ÉL ALGUNOS FILÓSOFOS EPICÚREOS Y ESTOICOS.
Trabó conversación con representantes de
las escuelas epicúrea y estoica, las dos escuelas filosóficas más célebres de
Atenas.
Epicúreos.- Se trata de "discípulos
de Epicuro, un filósofo que había vivido en los siglos III y IV antes de
Cristo. Para los epicúreos en el mundo no existe Dios como Ser Supremo, sino
que todo es el resultado de fuerzas que se mueven al azar; por otra parte, el
placer es la meta de la conducta humana, aunque ese placer debe estar moderado
por la prudencia.
Estoicos.- Toman su nombre de la Estoa o
Pórtico, un recinto situado en al ágora, donde enseñaba el fundador de esta
escuela, Zenón. Su doctrina admite la existencia de Dios, pero creen en el
determinismo y que el hombre al morir es reabsorbido por el Gran Todo. Su meta
es deslindarse de toda emoción porque consideran que la felicidad está en la
'ataraxia' (apatía o indiferencia) hacia todo.
UNOS DECÍAN: '¿QUÉ QUERRÁ DECIR ESTE
CHARLATÁN?
Los que lo escuchan toman a Pablo por uno
más de los filósofos, locos y merolicos que abundaban en el ágora. La emoción
con que habla, el brillo en sus ojos, quizá algún kilométrico discurso (a
juzgar por sus cartas, en las que elabora párrafos enormes casi sin dar tiempo
a respirar y a hacer pausas, quizá hablaba igual), son características comunes
a muchos de los que acuden ahí a exponer sus ideas.
El vocablo griego correspondiente a
'charlatán' significa en sí 'recogedor de granos' y designa ante todo un
pájaro; aplicado a una persona se dice de quien vive pescando máximas de
maestros célebres para hacerse pasar por uno de ellos, es decir, designa un
vulgar charlatán.
Y OTROS: 'PARECE SER UN PREDICADOR DE
DIVINIDADES EXTRANJERAS.' PORQUE ANUNCIABA A JESÚS Y LA RESURRECCIÓN.
Muchos de los que escuchan a Pablo nunca
han oído hablar de Jesús; de ahí que consideren que está refiriéndose a alguna
divinidad desconocida para ellos, una más de las muchas que eran adoradas por
otros pueblos. Anunciaba a Jesús y la
Resurrección. Ya Lucas nos ha mostrado el contenido básico de la predicación de
los apóstoles: anunciar que Jesús es
Dios, que vino a este mundo, que murió para redimirnos y resucitó para darnos
vida eterna.
Según algunos comentaristas, los que
escuchaban a Pablo lo malinterpretaron. Creyeron que se refería "a una
divinidad masculina, que era Jesús, y a otra femenina, la Resurrección. Este
malentendido quizá se debía a que la palabra griega para esurrección es
'Anástasis', y suena como a nombre femenino.
17, 19 LE TOMARON Y LE LLEVARON AL
AREÓPAGO;
areópago.- "Era un altozano situado
en la Acrópolis hacia el sudoeste, donde según la mitología había comparecido
el dios Marte para ser juzgado por otros dioses. No se trataba de un edificio
cubierto, sino de un lugar al aire libre, rodeado de gradas y asientos.
Sin embargo, el nombre de Areópago
también se dio a un Consejo de personas importantes de Atenas, que gozaron de
múltiples atribuciones judiciales y culturales en la vida de la ciudad. La
palabra designaba en otro tiempo el prestigioso punto de reunión sobre la
colina de Ares, pero con el tiempo se asoció más bien el nombre a las
autoridades investidas de poderes judiciales, que se ocupaban también en la
vigilancia de los discursos públicos. La situación en que se halla Pablo
aparece como una hora memorable. Al mensajero del Evangelio le viene dada la
posibilidad de anunciar su mensaje en un marco oficial de representantes de la
cultura
griega.
Y LE DIJERON: '¿PODEMOS SABER CUÁL ES ESA
NUEVA DOCTRINA QUE TÚ EXPONES? 17, 20 PUES TE OÍMOS DECIR COSAS EXTRAÑAS Y
QUERRÍAMOS SABER QUÉ ES LO QUE SIGNIFICAN.
El detalle sobre la curiosidad y el gusto
de los atenienses por comunicarse novedades no permite deducir una disposición
auténtica con vistas a la salvación. Esto...puede hallarse en todos los
tiempos. Se habla y se escribe sobre religión, se cultiva con afán la
conversación ingeniosa sobre cuestiones teológicas, pero sin una voluntad
auténtica ni interés por una verdad que comprometa ni por la entrega personal.
17, 21 TODOS LOS ATENIENSES Y LOS
FORASTEROS QUE ALLÍ RESIDÍAN EN NINGUNA OTRA COSA PASABAN EL TIEMPO SINO EN
DECIR U OÍR LA ÚLTIMA NOVEDAD.
Los 'rétores' y 'sofistas' todavía caracterizan
la imagen espiritual a Atenas. Discutir ideas nuevas era la diversión, el reto,
el entretenimiento de estas gentes. Están ávidos de novedades, no porque en
ellas puedan encontrar una respuesta a una búsqueda de la verdad, sino porque
la novedad rompe el tedio de una vida sin sentido.
17, 22 PABLO, DE PIE EN MEDIO DEL
AREÓPAGO,
Por primera vez un apóstol, un enviado de
la Verdad va a hablar en medio de este lugar que ha escuchado tantas grandes
mentiras disfrazadas de verdades. Por primera vez se proclamará a Jesucristo en
éste, considerado por muchos el centro cultural del mundo antiguo. El comienzo
de esta catequesis de Pablo es enteramente distinto de lo que Pablo solía hacer
en las
sinagogas. Cuando hablaba entre los
judíos tenía un punto de partida admitido por todos, que era la existencia del
Dios de Israel, e incluso la aceptación de la Sagrada Escritura cuyos profetas
anunciaban la venida de un futuro Mesías. Aquí, por el contrario, en Atenas
tiene que partir de otro punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario