domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Es Fidel Castro judío?

Podría parecer que si, pero no. Va a ser que no. O al menos, por hoy, no. Fidel Castro no es judío. Pero la noticia decía: En una muy inusual declaración, el ex presidente Fidel Castro criticó públicamente al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad y le pidió que deje de "injuriar" a los judío. Para ser judío y pertenecer a su pueblo se requiere de algo más que solidarizarse con ellos.
La identidad judía no depende en primer lugar de la aceptación de creencias o del seguimiento de un modelo de vida determinado. El asunto no es tan fácil. Existen dos versiones sobre quiénes conforman la religión judía.
En primer lugar, el judaísmo ortodoxo defiende que la Ley establece que aquel que ha nacido de madre judía, o ha realizado un proceso de conversión conducido por un rabino, comunidad judía y finalizado ante un tribunal rabínico ortodoxo, es judío por definición.
En segundo lugar, el judaísmo conservador defiende los mismos puntos, con la particularidad de que los procesos de conversión aceptados son los realizados por la ortodoxia o por los tribunales rabínicos propios del judaísmo conservador.
En tercer lugar, los reformistas creen que son judíos aquellas personas que han 'nacido de madre o padre judíos o se han convertido ante un tribunal ortodoxo, conservador o ante un rabino reformista. A este punto cabe añadir que los rabinos reformistas que habitaban en América establecieron que los hijos de padre judío podían ser considerados como tales si recibían algún tipo de educación judía.
Por lo tanto, ser judío es una cuestión de descendencia física y/o espiritual según la Ley, una persona judía puede ser cristiana o musulmana, sin perder su condición formal de judío pero perdiendo los derechos religiosos y comunitarios.
A pesar de todo lo anterior Fidel Castro no lo tiene todo perdido. Convertirse al judaísmo es posible, pues en el Talmud menciona: Los rabinos dicen: Si alguien llega y quiere ser un converso, ellos le dicen: "¿Por qué quieres ser un converso? ¿Acaso no sabes que los judíos están hostigados, acosados, perseguidos y acorralados, y que numerosos problemas los aquejan?" Si contesta: "Lo sé, y no soy digno", entonces lo reciben sin que sea necesario argumentar nada más.
Pero yo me pregunto a estas alturas de la vida: ¿Querrá Fidel Castro ser hostigado, acosado, perseguido y acorralado?

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