Barack Hussein Obama II es el presidente de los EE.UU. Tengo algunos conocidos en Miami que a la pregunta anterior responden con un rotundo "si". Pero yo albergo dudas. Y es que la incrédulidad me asalta cuando se trata de ver las cosas desde lejos y emitir un juicio.
Así que le pregunto a Kamel, un amigo libanés, que de vez en cuando me corta el pelo. Su respuesta es tajante: No lo es. Mientrás tomamos té con pasas, en La Cachimba Siria, me habla despacio, como si me contara una historia.
Musulmán es la persona cuyo credo religioso es el islam. La palabra árabe muslim significa 'que se somete', e implica la completa sumisión a la voluntad de Dios.
Las creencias básicas de los musulmanes son: creencia en un solo Dios, sus ángeles, sus libros revelados, sus mensajeros y el Día del Juicio, y afirmación del destino, y del Decreto Divino, para lo bueno y lo malo. La vida de un musulmán descansa sobre cinco pilares:
1) El testimonio de que no hay quien merezca culto salvo Ala y que Mahoma es su mensajero.
2) Realización de cinco oraciones diarias dirigidas hacia La Meca.
3) El pago del azaque, que es generalmente el 2,5% de los ahorros anuales para un hombre rico que trabaje en el comercio o la industria y el 10% o el 20% de la producción para los agricultores. Este dinero o productos son distribuido entre los pobres.
4) Abstención de comer, desde el amanecer al anochecer, en el mes de Ramadán.
5) La peregrinación a la La Meca durante el mes de dhu l-hiyya, que es obligatoria una vez en la vida para quien tenga la capacidad de hacerla.
Kamel bebe de su vaso y yo aprovecho para confirmar: ¿ Entonces el Presidente de los EE.UU no es musulmán? Su respuesta es sencilla: No lo es.
Regreso a mi casa tranquilo y con paz. Ahora sé que no puedo decir que la higuera tenga frutos hasta que no llegue a su lado y lo compruebe. Que no debo dejarme llevar por las apariencias. Y es que las apariencias engañan.
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