jueves, 22 de julio de 2010

¿Qué haces tú en tu vida de fe?

Mateo 6: 1-18

La religión cristiana no ha de ser hipócrita, sino real. Jesús inició el Sermón del Monte hablando sobre el carácter de los cristianos mediante las bienaventuranzas. Después lo continúa hablando sobre la influencia que estos podrían ejercer en el mundo. Al final del capítulo 5 lo vemos desarrollando el tema de la justicia.

Hoy comenzamos el capítulo 6 y Jesús continua hablando sobre la justicia de los cristianos. Pero si antes su énfasis estaba puesto en la bondad, en la pureza y en el amor, ahora trata el tema de la limosna, la oración y el ayuno. Así que dejaremos de hablar de la justicia moral, para hablar de la justicia religiosa.

¿Qué entendemos por justicia religiosa? Quizás es una pregunta que no queremos responder ahora. Quizás porque no tenemos claro si nuestra espiritualidad ha de ser pública o privada. Pero me temo que esta relacionada con ambas.

Los cristianos han de ser diferentes. Y en Mateo 6 Jesús trazará los contrastes. Veamos el v.5 No seas como los hipócritas….refiriéndose a los fariseos; o como en el v.8 No hagáis como ellos….refiriéndose a los paganos. Los cristianos han de ser diferentes a los fariseos y a los paganos, de los religiosos y de los irreligiosos, de la iglesia y del mundo.

Pero volvamos al v.1 Guardós de hacer vuestra justicia…..¿Qué entendemos aquí? ¿Acaso no nos había dicho en el capítulo 5 que dejáramos nuestra luz brillar delante de las gentes? ¿Se contradice Jesús? Me temo que no. La contradicción es verbal no esencial. Y la clave esta en los pecados que se condenan en ambas exhortaciones. Primero condena el miedo ha hacer cosas, por eso nos dice: Que brille vuestra luz…para después alertarnos de la vanidad y el orgullo. Las buenas obras han de ser publicas, las devociones privadas. La idea seria mostrarnos cuando queremos escondernos y escondernos cuando queremos mostrarnos.

¿Por qué debemos esconder nuestra piedad? ¿Por qué no debemos decir las cosas buenas que hacemos? ¿A quién hace mal esto? Podremos responder a estas preguntas más adelante. Pero una cosa hemos de clarificar ahora: nuestro objetivo es glorificar el nombre de Dios, no el nuestro.

¿Quién de vosotros da limosna? ¿Quién ora por los enfermos? ¿Quién práctica el ayuno? Estas prácticas son comunes a la mayoría de las religiones que conocemos: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Este trío de obligaciones nos recuerdan que tenemos obligaciones para con Dios, para con los demás y para con nosotros mismos. Jesús era un judío. O sea, practicaba la oración, las limosnas y el ayuno. Y esperaba que sus seguidores lo hicieran. No encontramos un texto donde recomiende a la iglesia abandonas una de estas practicas. De hecho cuando en los vv. 2, 5, 16 dice: Cuando….refiriéndose a estas prácticas daba por hecho que nosotros las haríamos. No que optáramos por ellas.

¿Qué haces tú?

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