1. La iglesia cristiana siempre ha tenido un número
considerado de miembros que a la pregunta de Pablo a los cristianos de Efeso ¿Habéis recibido al Espíritu Santo? Han
respondido: ni siquiera hemos oído hablar
si hay Espíritu Santo. Este suceso lo encontramos en el relato de Lucas, de
Hechos 19:2.
Pero a lo largo de la historia de nuestro cristianismo
nos encontramos con mucha frecuenta este tipo de respuesta en todas las
denominaciones. La realidad es que el ES es el gran desconocido de la Trinidad cristiana.
Sabemos mucho del Padre Dios, de hecho a él dirigimos nuestras celebraciones
dominicales. Leemos y debatimos a diario de los dichos y actos de Jesús, pero
del ES es el gran desconocido. O el gran domesticado por la iglesia cristiana.
Para muchos de nosotros el ES es el sostenedor y dador
de nuestra vida y de nuestra experiencia de fe. Pero el ES nos sigue
perturbando, por eso tenemos en las Escrituras el más seguro lugar para hablar
del Espíritu Santo.
2. Un drama en tres actos.
Acto primero. Desde el Edén
Desde el comienzo de la historia de nuestro mundo
hasta el cumplimiento de la promesa de la llegada del Mesías. Incluye la
historia de Israel, la Ley
y los profetas. Si algo podemos recordar de esta etapa es la enseñanza: Dios,
el Creador no tiene rivales. Y se va a dar a conocer de maneras particulares.
Acto segundo. Desde Belén
Estamos delante de un Dios del cual no se podía decir
su nombre a un Dios se da a conocer mediante Jesús de Nazaret. Jesús es el
rostro visible del Dios invisible. Es a través de Jesús que podemos leer el
Antiguo Testamento
Acto tercero. Desde Pentecostés
Este acto no ha finalizado aun. Nosotros vivimos en
este tiempo. Jesús está en medio de su iglesia.
3. El ES en el AT
La palabra usada con más frecuencia para designar al
EdD tanto en el hebreo como en el griego es significativa. En hebreo se utiliza
la palabra ruach y en griego es pneuma. Y esto en el castellano que
hablamos en el Valle del Ebro puede significar: viento, recordemos las palabras
de Jesús con Nicodemo, Juan 3:8, aliento y espíritu.
Tenemos un problema con el viento. No lo podemos
controlar y no es una cualidad humana. Los hebreos nunca dividieron al ser
humano en espíritu, mente y cuerpo, como lo hacemos nosotros. Para ellos todo
era una sola cosa.
En [1]AT[WU1] insiste en que el Espíritu pertenece al
Dios Creador y solo a él. Hablemos de alguna de sus características:
a. Espíritu invasor. Una de las cosas que
más nos llama la atención cuando nos adentramos en el AT es el carácter de
fuerza invasiva del EdD. Pasa a través de los cedros, penetra los desiertos.
Se seca la hierba, se marchita la flor,
cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor.
cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor.
Isaías 40:7
El EdD[2] viene sobre los
hombres y mujeres del AT. Hombres y mujeres que aparentemente son personas
normales y los convierte en héroes de la fe. Por ejemplo, Sansón.
Nos hemos
acostumbrado a que el EdD actúe como un susurro apacible y no como un rugido
del viento. Lo hemos buscado en el impulso de nuestros corazones y en las
resoluciones de nuestras asambleas. Y se nos olvida que de quien hablamos es
realmente de Dios. El Dios que nos ha creado, que nos sustenta, que tiene todo
derecho sobre nosotros.
b.
Espíritu de profecía. Si una cosa
encontramos en el AT sobre el EdD es su rol como inspirador de la profecía.
Dios se manifiesta a su pueblo no para aterrarle sino para comunicarse con él.
El viento de Dios es poder, pero es un poder con un valor moral. No podemos
separar esto: el poder de Dios y la moral de Dios.
¿Qué situaciones
podemos recordar ahora? Cuando el EdD llega sobre un hombre comunica un mensaje
de parte de Dios. Este mensaje puede tener formas extrañas y de difícil
comprensión para nosotros, puede llegar a través de los sueños, por ejemplo, en
el caso de José interpretando los sueños del Faraón. Gé. 41:38. También puede
llegar mediante visiones, en el caso de Abraham, Gé. 15:1. Puede llegar, para
sorpresa nuestra mediante la danza, y es el caso del rey Saúl. En este único
caso el EdD no utiliza a Saúl para trasmitir un mensaje sino para cambiar su
corazón. 1 Sa.10. 7-13.
c.
Espíritu de servicio. Esta es quizás la
función menos deseada por los cristianos contemporáneos porque implica
sacrificio, compromiso, y tiempo. Pero hay un principio bíblico en el AT que
ahora podemos compartir.
Este es mi siervo, a quien sostengo,
mi elegido, en quien me complazco.
Lo he dotado de mi espíritu,
para que lleve la justicia a las naciones.
mi elegido, en quien me complazco.
Lo he dotado de mi espíritu,
para que lleve la justicia a las naciones.
Isaías 42:1
Así como no
podemos conocer la voluntad de Dios sin la revelación del EdD, tampoco podemos
servir a Dios si su Espíritu no nos capacita. Es solo a través de su revelación
que le conocemos, es solo a través de su poder
que le podemos servir.
d.
Espíritu y unción real. Dios capacita a
sus reyes para que conduzcan al pueblo y lo hace mediante su Espíritu. Un
ejemplo clásico es Saúl. Samuel le unge como rey, le es prometido el poder del
Espíritu. Sabemos que cuando Saúl desobedece a Dios podemos leer que el EdD le
abandona y viene sobre David. 1 Sa. 16:13. ¿Pero qué pasa en esta narración?
Pues que cuando el EdD abandona a Saúl un mal espíritu atormenta al primer rey
de los hebreos.
Los reyes de
Israel ofrecieron un mal espectáculo y desmoralizador ante el pueblo. La
mayoría de ellos no mostraron la presencia del Señor en sus vidas y en sus
reinos. Pero los profetas se encargaron de mantener viva la creencia de que de
la línea de David vendría un rey justo. Y para el no habría un espíritu que
vendría o lo podría abandonar, sino que el EdD reposaría en él.
No nos extrañemos
si el ministerio público de Jesús, que describe el NT podamos leer que el EdD
desciende y permanece sobre él. Juan 1:32. Jesús será el ideal de gobernante.
e.
Espíritu y los hombres vulgares. Por lo
general el EdD en el AT viene sobre personas extraordinarias. Había que ser un
profeta, o un lider de una tribu, o un rey, o una persona sabia, o un artista,
pero hay la sospecha de que el EdD no era para personas vulgares. ¿Qué
proclaman los profetas durante los últimos reinados? Las palabras de Joel son interesantes:
Y sucederá que después de esto, derramaré mi
Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán,
vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en
esos días.
Joel 2:28-29
Esta profecía ya se cumplió. Y lo hizo el
día de Pentecostés. Quizás más tarde podremos hablar de este hecho con más
detalles. Pro ahora podemos declamar que el don del Espíritu es para todos los
creyentes sin distinción. Pero esto implica la instauración de un nuevo pacto.
Un nuevo pacto que no se va a inscribir sobre tablas de piedra sino sobre
interior del corazón de los hombres y las mujeres.
4. Algunas sorpresas que nos aguardan cuando
reflexionamos en el AT sobre el EdD.
a. ¿El EdD es creador?. En el AT el lenguaje
relativo al Espíritu esta relacionado en exclusión con la relación entre Dios y
los hombres. Por eso decir que el EdD esta relacionado con los procesos
naturales es muy raro. Solamente encontramos cuatro momentos donde esto ocurre.
Gé.1:2,5. el EdD se movía sobre las
aguas, Gé.2:7, el EdD alienta la vida
de las criaturas, Salm.33: 6, la Palabra de Jehová es creativa, Job 33:4, el soplo del Omnipotente me dio vida.
Quizás podamos hacer una interpretación
literalista de estos versículos y decir que el EdD está relacionado con la
creación, pero es una pronunciación endeble en el AT y esta completamente
ausente en el N[3]T. No
podemos levantar un edificio con bases tan poco serias.
b.
¿El EdD es santo? Esta es la segunda
sorpresa que nos aporta el primer canón de las Escrituras. Muy rara vez el AT
menciona al ES. Solamente la encontramos dos veces en todo el AT. Isaías 63:
10-11 y en el Salmo 51:11. Y aquí podemos hacer un contraste entre la santidad
de Dios y la impiedad de los hombres que se describen en el texto.
En el NT este
será el nombre como conoceremos al EdD. Pero no nos debemos extrañar. Se
hablará del carácter de Jesús, como alguien santo. Pero también será el anhelo
de los seguidores de Jesús como escribe Pedro, en la primera epístola, capítulo
1, 15. Es luego de Pentecostés que se comienza a producir santidad en el pueblo
de Dios.
c.
¿Un Espíritu personalizado? Y esta es la
sorpresa final que nos aguarda en el AT. Todo parece indicar que el EdD no es
divino. Más bien es visto como la intervención de Dios en la historia de la
salvación o su personal presencia. Isaías 31:3
Pues los egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son
carne, y no espíritu; el SEÑOR, pues, extenderá su mano, y el que ayuda tropezará,
y el que recibe ayuda caerá; todos ellos a una perecerán.
Con estas palabras Isaías no está contrastando los términos entre carne
y Espíritu en la manera que nosotros podríamos hacerlo. No, lo que está
intentando Isaías hacer es agrupar la carne y a los hombres en un lado y a Dios
y a su Espíritu en otro. El EdD esta en la parte de Dios no en nuestra
realidad.
5. El Espíritu de Jesús
Cada uno de los evangelistas, con sus
propio estilo, dejan bien claro que la nueva era había comenzado con la venida
de Jesús de Nazaret. La era del Mesías había comenzado y se caracterizaba por
el acceso del E[4]dD a
todos los hombres y mujeres. Jesús estará revestido por el propio E. Su
carácter estará marcado por su acción.
¿Queremos tener una doctrina bíblica
sobre el Espíritu? Pues hemos de seguir algunos criterios. Vivimos días de
mucha confusión, de mucho conocimiento de la ciencia, vivimos días donde el
amor se enfría.
En torno al ES[5]
se ha desarrollado un culto que frecuentemente dice muy poco de Jesús. Pero
esto es negligente de nuestra parte. Y es que el ES no llama la atención sobre
si mismo, sino que existe para glorificar a Jesús, para mostrar lo atractivo de
Jesús y no para ocupar el centro de nuestros escenarios eclesiales. Así que si
queremos hacernos una pregunta seria, una pregunta equilibrada, tendremos que
preguntarnos: ¿Glorifica esto a Jesús?
Según el propio Jesús en Juan 15:26 el Paracletos dará testimonio de Jesús. Y
esto entra en constaste con lo que se denuncia en las epístolas del NT sobre el
ES donde lo que se hacia en el nombre del Espíritu se deshonraba a Jesús.
Algunos sectores de nuestro cristianismo,
especialmente el católico, han dado énfasis a Dios. El Padre, casi a costa de
excluir de la vida cristiana tanto al Hijo como al Espíritu. A estos hermanos
hay que recordarles las palabras que se escuchan durante el bautizo de Jesús: ¡este es mi hijo amado….a El oid!
Algunos sectores de nuestro cristianismo,
en especial el evangélico se han centrado excesivamente en el Señor Jesús y esto hace que nuestra
adoración se centre en él y no nos lleve al Padre. A estos hermanos les
recuerdo las palabras de Jesús de que él era el camino al Padre.
Otros sectores, particularmente los de
tradición Pentecostal, cometen el error de concentrarse en la acción del Espíritu
en perjuicio tanto del Padre como de Jesús.
Pero en las Escrituras encontramos un
equilibrio. Ellas nos dicen que el autentico cristianismo se expresa con el
poder del EdD, el mensaje de Jesucristo el Hijo de Dios que nos enfrenta al
Dios Padre. A este equilibrio les invito a participar queridos hermanos.
Quizás a esta hora podamos hacernos otra
pregunta. No es una pregunta tendenciosa. ¿Por
qué nos envió Dios su ES? Quizás podamos responderla de diferentes maneras.
El ES vino sobre un grupo de individuos
para ayudarles a vivir con una dignidad que sin su ayuda les hubiera resultado
imposible. El ES vino sobre la comunidad cristiana para unirla en un
compañerismo y fraternidad como no había ocurrido antes en la historia. Quizás
más adelante pueda dedicar unos minutos a hablar de este ministerio del ES. Asi
que si alguien cree que el ES vino para capacitar a los discípulos en la
misión. Tengo que decirle que tiene toda la razón. Pero tengo que dar una mala
noticia ahora: el ES no vino para que estuviésemos cómodos, sino para
convertirnos en misioneros.
Esto que estoy diciendo, resulta casi lo
contrario de lo que generalmente damos por sentado. Creemos que el ES viene
sobre nosotros para que tengamos paz y sea manifestado en la iglesia.
Volvamos al Evangelio. Es Lucas quien en
sus dos volúmenes, a mi entender, nos ofrece el cuadro más claro entre el
vínculo entre el E[6] y la
evangelización. En el evangelio nos presenta a Jesús como el portador del E.
Nosotros le damos diferentes títulos: le decimos Mesías, el Cristo, pero es más
o menos lo mismo, Jesús es el ungido. Y ha sido ungido para dar buenas
noticias, para liberar a los presos….¿Recuerdan la lectura que hace Jesús en la
sinagoga de Nazaret? El mismo E que capacita a Jesús para su ministerio público
es el que va a capacitar a los discípulos para llevar las buenas nuevas de
Jerusalén a los confines de la tierra.
Quizás podamos hacer mención a seis
trabajos que realiza el E. ahora con nosotros
a. Inicia la misión. No es por iniciativa de
los discípulos que comienza el movimiento cristiano. No es por iniciativa de
los líderes en Jerusalén. Más bien es todo lo contrario, los líderes y los
discípulos están quietos, escondidos, temerosos. Pero esto cambia el día de
Pentecostés. La misional comienza el E. Nosotros podremos ideas planes,
proyectos, buscar el dinero, proponernos llevar las buenas noticias por toda la
ciudad; pero si no es el E quien inicia la labor, estamos perdidos.
b. Universaliza la misión. Quizás podamos
recordar ahora las palabras de Juan el Bautista cuando dijo que el que vendría
detrás de el bautizaría con fuego. En el libro de Joel podemos encontrar una
profecía al respecto de los últimos tiempos. ¿Pero era sólo para los judíos?
Sospechamos que no. El Pentecostés cristiano es la antitesis de la maldición de
Babel, Génesis 11.
c. La utilización del testimonio. La gran
comisión del cristianismo en realidad se inicia a través de misioneros
improvisados y muy pocos. En el NT la palabra testigo es significativa y se utiliza más de treinta veces. Un testigo
es alguien que comparte su propia experiencia. El libro de los Hechos nos
ofrece muchos ejemplos de cristianos que dan testimonio de Jesús. En el NT
testificar no es como ir a nuestras reuniones de domingo, para los que vivieron
y caminaron con Jesús dar testimonio era sencillamente hacer referencia al
Jesús de la historia, a su don del Espíritu, a su presencia, a su poder. Pero
ahora sabemos que esto lo podemos hacer sólo cuando el E está en nosotros.
d. El E vivifica la Palabra. En el libro de Hechos
hay dos términos inseparables: el
Espíritu y la Palabra. Es a través de la Palabra predicada que el E
difunde las buenas noticias de Jesús. Donde quiera que iban los cristianos
llevaban la Palabra.
¿Cómo lo sabemos? Hechos 8.4 nos lo confirma. Pablo es reconfortado por la Palabra.
e. El E convence y atrae. Si alguien está
involucrado en todo proceso de conversión podemos decir en esta día que ese es
el ES. Es el ES quien convence a las personas de su pecado. Es El y solo El
quien hace atractivo a Jesús.
f. El E trae arrepentimiento y fe. Cuando se
trata de fe, no podemos albergar ninguna duda. Es el E. quien produce nuestro
arrepentimiento y el que nos hace confesar: Jesucristo
es el Señor. No nos extrañemos entonces si el primer credo cristiano que
conocemos es precisamente ese: Jesucristo
es el Señor y Salvador.
6. El E. en la iglesia
Hay una pregunta que me he estado
haciendo desde que vine a Zaragoza. Una pregunta que me ha quitado el sueño.
Esa pregunta dice: ¿Cuál es la función
del ES dentro de la iglesia cristiana?
Históricamente hablando hay dos
tendencias dentro de nuestro cristianismo. A veces la iglesia ha tratado de
ejercer el derecho de propiedad sobre el ES recluyéndolo en el simple credo, en
sus tradiciones, en sus confesiones de fe y asignándole un lugar en los dos
sacramentos que practicamos: el bautizo y la santa cena. La otra tendencia a
sido romper con la iglesia institucional y reunirnos con gente que piensa
parecido a nosotros hasta que las tradiciones, las confesiones y declaraciones
de fe han vuelto a esconder la acción del ES.
Veamos algunos de los problemas que se
enfrentó la iglesia del NT con el ES.
a. El E crea unidad. Una de las maneras
primarias que se manifestó el E. fue mediante la creación de la unidad.
¿Recordamos lo que dice Pablo en la
Epístola a los Efesios 4:
3 No ahorréis esfuerzos para
consolidar, con ataduras de paz, la unidad, que es fruto del Espíritu. 4 Uno solo es el cuerpo y uno solo el
Espíritu, como una es la esperanza a la que habéis sido llamados.
Esta unidad no es algo de lo que deberíamos
sorprendernos. Pero nos sigue causando exclamación, porque veinte y un siglos
después seguimos sin estar unidos y añorando la unidad. Recordemos dos ejemplo:
Primero, los líderes de la iglesia en Jerusalén evitaron que se estableciera
una iglesia samaritana independiente,
algo que alimentaría la vieja división en el judaísmo entre judíos y
samaritanos. Después cuando tengan tiempo lean Hechos 8. Y el otro ejemplo, lo
encontramos en el llamado Sínodo de Jerusalén, Hechos 15, la circuncisión no se
convertiría en motivo de división entre los cristianos judíos y los cristianos
gentiles.
La voluntad de Cristo para su iglesia es
que fuera una. Esto lo sabemos, pero es de esos conocimientos de la Palabra que arrinconamos
en un sitio para que no nos moleste mucho. Pero la fragmentación que vive el
actual cristianianismo es dolorosa. No es testimonial. No es evangélica. Y nos
impide la mayoría de las veces ha cumplir la misión.
Pero el problema comenzó muy temprano en
la historia de nuestra iglesia. Y digo nuestra porque considero que nuestro
cristianismo es el heredero del último capítulo de Hechos. Nosotros somos
Hechos 29. Nosotros somos Hechos 30. Cuando leemos los tres primero capítulos
de 1 Co, ¿qué encontramos? Tiempo de alabanza, predicación, ofrendas,
testimonios. No, los tres primeros capítulos de la epístola de Pablo a la
iglesia de Corintio tiene que intentar resolver los problemas de unidad que
había en esa comunidad del Asia Menor.
En la iglesia de Corintios hay separación,
hay división, hay disputas. Es una iglesia sin amor. Y Pablo muestra su enojo y
su preocupación. Pablo sabe que para Jesús la falta de unidad es repulsiva. La
iglesia no puede darse el lujo de estar dividida. ¿Acaso el cuerpo de Cristo está
dividido? ¿Acaso tenemos otro bautizo que no es el de Jesús entre nosotros? La
iglesia es el templo del E. La idea era que la gloria de Dios habitó el Templo
de Jerusalén, después moró en la persona de Jesús y la esperanza del Padre era
que nosotros fuéramos la morada del ES. ¿De donde viene mi certeza? De las
palabras de Pablo a la iglesia de Corintio: el
hombre que arruine el templo de Dios favoreciendo la desunión, será destruido
por Dios. 1 Co.3:17.
b. El E. crea reconciliación: La
reconciliación está estrechamente vinculada a la unidad. Si una cosa separaba a
los judíos y a los gentiles en el mundo antigua esa cosa era la ley. Y un
ejemplo era la advertencia colocada a la entrada del atrio de los judíos en el
Templo de Jerusalén: los impuros no
pueden entrar al templo del Señor. Esta barrera alimentaba la enemistad.
Los judíos menospreciaban a los gentiles. Los consideraban no elegidos, sucios.
Los gentiles les pagaban con la misma moneda del desprecio. Pero con la muerte
de Cristo esta barrera fue rota. Destruida. ¿Lo recordamos? Ahora no hay judío
ni griego, hombre ni mujer, libre ni esclavo. Ahora el E. nos hace uno en
Cristo Jesús.
c. El E. crea comunión. Había una
tercera fórmula vinculada al E en la iglesia primitiva. Sabían que estaba
presente en medio de la iglesia cuando en ella había fraternidad o
compañerismo. Pablo tiene que volver a escribir sobre esto en la segunda
epístola a los Corintios. Y esta es una de las orondas de nuestra fe. Un
movimiento llamado a imitar la vida sencilla de Jesús, a compartir las alegrías
y las penas, a ocuparse de las viudas y los enfermos, de recibir a los
emigrantes como hermanos ha preferido hacer apología de la propiedad y el
consumismo de nuestra sociedad.
d. El E. capacita para la
adoración: esta es la cuarta manera que entiendo que el E. habita en medio de
la iglesia. Los primeros discípulos no solo compartían los bienes y alimentos,
sino que tenían una experiencia comunitaria de adoración a Dios. Eran los
tiempos en que no habían iglesias ni capillas, ni locales dedicados al culto
cristiano, sino que sencillamente se reunían en casa. En ellas cantaban salmos,
escuchaban la Palabra
y compartían el pan. En el libro de Hechos se nos narra que en Filipos era tan
reducido el número de judíos que se tienen que reunir junto al río para orar.
e. El E. habla mediante la
predicación: El E habla cuando la iglesia está congregada. El E. usa a los
hermanos y a las hermanas para instruirnos. La iglesia de Jerusalén predica
cuando el Espíritu le inspira. Y cuando lo hace conmueve, hace reflexionar,
meditar y volver sobre nuestras obras de justicia. Es el E quien abre los
corazones de nuestros familiares y amigos. Creo que la Biblia no es solo la Palabra de Dios, sino que
se convierte en Palabra de Dios cuando el E usa esas palabras para que ella se
encuentre con el corazón humano. Con nuestro corazón.
f. El E. vivifica la misión.
¿Cómo podemos presentar a otras personas a Jesús? ¿Por nuestros talentos
naturales? ¿Por nuestra preparación intelectual? ¿Por nuestro dinero? No, no y
no. Alcanzamos a otras personas cuando el E interviene en nuestro dialogo. Es
el E quien añade a la iglesia los que han de ser salvos. Cuando en una iglesia
hay acogida, hay adoración, hay predicación de la Palabra el E puede
preparar los corazones de aquellos que han de encontrarse con Jesús. ¿Cómo lo
sabemos? Es lo que paso en la iglesia de Antioquia. Hechos 13.
g. El E edifica al cuerpo con
amor. He preferido dejar para el final el tema del Amor y su relación con el
ES. Sospecho que es el gran problema de nuestro cristianismo actual. La iglesia
de Corintio era una comunidad con muchos dones espirituales. Lo sabemos. En
esta iglesia se consideraban que hablar en lenguas era lo mejor de lo mejor. De
hecho a los que no lo hacían eran menospreciados por el resto de cristianos.
Pero Pablo se da cuenta tras recibir noticias y quejas de sus miembros que esta
iglesia tenía un gran problema: el amor entre los cristianos había
desaparecido. No nos asustemos si
encontramos entonces todo un capítulo dedicado al tema del amor en la iglesia,
después precisamente de hablar de los dones espirituales. Estoy haciendo
referencia a primera de Corintios 13. Generalmente es un texto utilizado en
bodas, pero fue escrito para explicar las relaciones en la comunidad cristiana.
¿Alguien quiere compartir una
duda, una pregunta o un desacuerdo?
Domingo 6 Diciembre 2015
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