sábado, 14 de agosto de 2010

A solas con Dios: entre las motivaciones y la religiosidad.

Alguien me dijo una vez que cuando quisiera saber qué tipo de cristiano yo debía preguntarme antes cómo era mi oración. Hoy quiero compartir con Uds. algunas reflexiones sobre la oración. Pero también quiero hablar de la diferencia que hay entre la hipocresía y la realidad. Entre lo que le pedimos a Dios y lo que El nos da.

Miremos al texto, Jesús dice algo bueno de los hipócritas: ellos aman la oración. Pero en realidad no es el orar lo que ellos aman, ni a Dios. No ellos se aman a ellos mismos. Y por eso les gusta que la gente les vea.

No se con que frecuencia Uds. oran. Los judíos practicantes oraban tres veces al día como lo hacia Daniel en Babilonia. Y oraban de pie. Orar de pie era lo usual. Pero Jesús denuncia su motivación principal; ser vistos por los demás hombres. O sea, que detrás de la piedad, lo que había escondido era el orgullo. Y lo que deseaban en sus corazones es que la gente los aplaudieras.

Su Uds. creen que el fariseísmo se acabó con la toma de Jerusalén en el año 70 d.C, están equivocados. A los cristianos muchas veces se nos clasifica de fariseos. Y nosotros mismos utilizamos este calificativo cuando queremos criticar a otros cristianos. Quizás hay personas que vienen a la iglesia con la misma intención que los fariseos: buscar su propia recompensa. Quizás hay personas que se visten de cristianos los domingos y el resto de la semana se comportan como los no cristianos o peores que ellos. Cuando la religión y la caridad se visten de exhibición pierden su valor. ¿Cuándo oras que buscas tú? Esta es una pregunta muy personal.

¿Cómo debería entonces orar los cristianos? Dice Jesús: entra en tu aposento y cierra la puerta. ¿Por qué Jesús les recomienda esto a sus discípulos? Quizás para evitar molestias y distracciones. Quizás para eludir los ojos de otros hombres y estar a solas con Dios. Y es que la oración no es otra cosa que conversar con Dios. Aceptar la idea de que dios está cerca. Decirle lo que hay en nuestro corazón. Oramos para buscar a Dios, porque nos sentimos solos.

¿Cuándo oras que dices? La gente dice muchas cosas. Y en esta mañana Uds. han dicho algunas de ellas. Pero en realidad oramos para decirlo a Dios lo que es para nosotros. Nuestro Padre. Nuestro salvador. Nuestra fuerza. Nuestro consolador.

Hace días Rafael nos hizo una pregunta: ¿Deberíamos orar en público o un privado? Quizás lo que Jesús está tratando de explicar a sus seguidores es que huyan de los extremos. No podemos caer en el literalismo de los fariseos. Si para los cristianos no hay oportunidad de orar en público entonces no tendríamos necesidad de venir a la Iglesia, no tendríamos que cogernos de las manos y orar alrededor de la mesa, no serían necesarias nuestras reuniones de oración de los miércoles. Jesús, hoy está hablando de las oraciones privadas. Ya hablaremos otro día de las públicas. Jesús aun no ha llegado a ellas. Y cuando lo haga dirá que oremos en plural: Padre nuestro que estas en los cielos….Y es que cuando estamos solos nos resulta difícil decir: Padre nuestro….

La oración, querida iglesia, no tiene secretos. Cualquiera de nosotros puede orar. Me temo que la intensión de Jesús es que purifiquemos nuestros motivos al orar. Dios no solo demanda fidelidad, sino que demanda una oración genuina. Que cuando cierres tus ojos abras tu corazón.

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