lunes, 6 de julio de 2015

Las caídas de las ventanas son peligrosas

Apuntes para un estudio bíblico de Hechos 20: 1-12

En estos pasajes se nos narra el momento en que Pablo deja Éfeso, ciudad donde ha pasado mucho tiempo. Como ha venido haciendo, Lucas cuenta un hecho milagroso que muestra cómo Dios avala a Pablo.

20,1 CUANDO HUBO CESADO EL TUMULTO
Evidentemente Lucas se refiere aquí al tumulto que organizó Demetrio el platero, y sus compañeros (ver Hch 19, 23ss).

PABLO MANDÓ LLAMAR A LOS DISCÍPULOS, LOS ANIMÓ, SE DESPIDIÓ DE ELLOS Y SALIÓ CAMINO DE MACEDONIA.
No se refiere a los Doce, sino a los discípulos que había formado durante sus viajes misioneros y que lo acompañaban y apoyaban.
los animó.- Lucas nunca pierde oportunidad de hacer notar cómo Pablo se preocupa por fortalecer el ánimo de los miembros de las comunidades cristianas; sabe que enfrentarán dificultades y los prepara con sus consejos,
cariño y oraciones para enfrentarlas.
Macedonia.- Ya había estado Pablo en esta región, a la cual se dirigió luego de soñar que un macedonio le pedía ayuda. En esta zona hay comunidades muy cercanas al corazón de Pablo.

20,2 RECORRIÓ AQUELLAS REGIONES Y EXHORTÓ A LOS FIELES CON LARGOS DISCURSOS;
Pablo aprovechaba su estancia en cada lugar para dar el mayor número de exhortaciones, guías, palabras de consuelo, enseñanzas, etc.
Durante este tiempo escribió su Segunda Carta a los Corintios.

DESPUÉS MARCHÓ A GRECIA. 20,3 PASÓ ALLÍ TRES MESES.
Vuelve a Grecia de donde salió un tanto abatido por la cerrazón de las gentes. Es fiel a la Palabra del Señor que envía a sembrar (casi nunca a cosechar...), y pone en práctica su propio consejo de insistir en proclamar la Buena Nueva a tiempo y a destiempo (2Tim 4,2).
Es conveniente consultar la Segunda Carta a los Corintios. En ella nos enteramos de que, aparte de otras razones, fue sobre todo la preocupación por la comunidad de Corinto, constantemente inquieta, la que movió al Apóstol a emprender el viaje a Grecia.
Los tres meses que pasó en Grecia fueron los de invierno. Era imposible navegar en esa época, por lo cual había que permanecer en un mismo sitio, en espera de que mejorara el clima.

LOS JUDÍOS TRAMARON UNA CONJURACIÓN CONTRA ÉL CUANDO ESTABA A PUNTO DE EMBARCARSE PARA SIRIA;
Como siempre le sucede, sus compatriotas no aceptan su predicación y se le oponen tenazmente. El hecho de que Lucas se refiera la llame 'conjuración' da la pauta para creer que se trataba de algo más serio que en otras ocasiones, quizá algo que amenazaba la vida de Pablo.

ENTONCES ÉL TOMÓ LA DETERMINACIÓN DE VOLVER POR MACEDONIA.
Pablo no hacía nada sin consultar a Dios. Seguramente el Espíritu le indicó, como en otras ocasiones, por dónde debía continuar su viaje misionero. No era fácil la situación para Pablo, como lo expresa en 2Cor 7,5.

20,4 LE ACOMPAÑABAN SÓPATROS, HIJO DE PIRRO, DE BEREA; ARISTARCO Y SEGUNDO, DE TESALÓNICA; GAYO, DE DOBERES, Y TIMOTEO; TÍQUICO Y TRÓFIMO, DE ASIA. 20,5 ÉSTOS SE ADELANTARON Y NOS ESPERARON EN TRÓADA.
Varios de ellos aparecen mencionados en cartas de Pablo (ver, por ej: Rom 16,21; 2Tm 4,20; Ef 6,21; Col 4,7; 2Tm 4,12; Tit 3,12; "Se supone comúnmente que éstos eran los delegados de las iglesias, encargados de llevar con Pablo a Jerusalén el resultado de las colectas.
nos esperaron.- Vuelve el plural. Lucas de nuevo se incluye en el relato, lo cual muestra que se reencontró con Pablo, lo acompañó en este viaje y fue, por tanto, testigo presencial de lo que narra.
Tróada.- Según Hch 16, 8 fue en Tróada (o Tróade) fue donde Pablo tuvo la visión del macedonio que se mencionaba antes.

20,6 NOSOTROS, DESPUÉS DE LOS DÍAS DE LOS ÁZIMOS, NOS EMBARCAMOS EN FILIPOS Y AL CABO DE CINCO DÍAS NOS UNIMOS A ELLOS EN TRÓADA DONDE PASAMOS SIETE DÍAS.
los días de los ázimos.- Se refiere a las fiestas de la Pascua judía.
Filipos.- Se embarcaron por el puerto de Neápolis.
20,7 EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA, ESTANDO NOSOTROS REUNIDOS PARA LA FRACCIÓN
DEL PAN,
el primer día de la semana.- Se trata del domingo. Recordemos que para el pueblo judío la semana concluía en sábado, que era el séptimo día. El primer día era domingo, y por ser el día en que resucitó el Señor, la comunidad cristiana se reunía en domingo a celebrar al Señor. La asamblea dominical tenía lugar al comienzo de ese día, es decir, en la noche del sábado, según la manera judía de contar el día. He aquí una prueba de que ya desde el principio la comunidad cristiana se reunía el domingo a celebrar la fracción del pan.
fracción del pan.- Así llamaban los primeros cristianos a la Eucaristía: Pan Eucarístico que se parte, como hizo Jesús en la Última Cena, y se comparte.

PABLO, QUE DEBÍA MARCHAR AL DÍA SIGUIENTE, CONVERSABA CON ELLOS Y ALARGÓ LA CHARLA HASTA LA MEDIA NOCHE.
Pablo se olvida de sí mismo cuando se trata de dar a conocer la Buena Nueva. No le importa saber que al día siguiente tiene que levantarse temprano y emprender un viaje. El tiempo se le va volando hablando de las cosas de Dios.

20,8 HABÍA ABUNDANTES LÁMPARAS EN LA ESTANCIA SUPERIOR DONDE ESTÁBAMOS REUNIDOS.
Lucas menciona este detalle para situarnos en la atmósfera del lugar: la luz de las lámparas no sólo daba luz, también daba calor. Podemos imaginarnos que el ambiente comenzó a ponerse bochornoso.

20,9 UN JOVEN, LLAMADO EUTICO, ESTABA SENTADO EN EL BORDE DE LA VENTANA; UN PROFUNDO SUEÑO LE IBA DOMINANDO A MEDIDA QUE PABLO ALARGABA SU DISCURSO.
Un joven que se sentó en la ventana buscando el 'fresquito' no pudo mantenerse despierto. Quizá, como a veces sucede con algunos jóvenes, no tenía interés en lo que hablaban los adultos ahí reunidos. Eso, sumado al calor, al cansancio del día, a lo tarde que era, al ambiente cargado por el aceite ardiendo en las lámparas, provocan en él profunda somnolencia.
VENCIDO POR EL SUEÑO SE CAYÓ DEL PISO TERCERO ABAJO. LO LEVANTARON YA CADÁVER.
Este joven sí que podía haber dicho con toda verdad esta frase: 'me muero de sueño'. Luego de dar unas cuantas cabeceaditas este joven se quedó dormido y se fue de bruces por la ventana. El golpazo de caer de una altura de tres pisos lo mató. Lucas, que es médico y ha visto sin duda una gran cantidad de muertos en su vida, sabe reconocer un cadáver y da fe de que el muchacho había perdido la vida.

20,10 BAJÓ PABLO, SE ECHÓ SOBRE ÉL Y TOMÁNDOLE EN SUS BRAZOS DIJO: 'NO OS INQUIETÉIS, PUES SU ALMA ESTÁ EN ÉL.
Las palabras de Pablo hacen referencia a que cuando uno muere, el alma abandona el cuerpo. Quiere que los presentes crean que el muchacho no había muerto, pero la verdad es que él le ha devuelto la vida.
Como quien no hizo gran cosa, Pablo acaba de hacer un milagro grandísimo. Pero, fiel a su conciencia de que él no es digno de mérito ni de crédito, no se da importancia. Más bien da la impresión de que presiona para que continúe la celebración y no se arme una tragedia en torno a lo que ha sucedido.

20,11 SUBIÓ LUEGO; PARTIÓ EL PAN Y COMIÓ;
Acostumbrado a superar situaciones difíciles, Pablo reanuda de inmediato lo que había ido a hacer: a celebrar el partimiento del pan con esa comunidad.

DESPUÉS PLATICÓ LARGO TIEMPO, HASTA EL AMANECER. ENTONCES SE MARCHÓ.
Alguno podría decir que Pablo ¡no escarmienta!, que a pesar de las consecuencias que tuvo su anterior largo discurso, pronuncia otro más largo todavía. Le amanece platicando y a los otros escuchándole.
Pero es que el tiempo apremiaba y había mucho que deseaba comunicar a los miembros de esta comunidad que pronto dejaría.

20,12 TRAJERON AL MUCHACHO VIVO Y SE CONSOLARON NO POCO.
Ido Pablo, la familia y amigos del que se cayó por la ventana celebran que haya vuelto a la vida.

Como se comentaba antes, seguramente Pablo no quiso que se armara un alboroto y por eso en seguida continuó celebrando la fracción del pan, haciendo que la gente olvidara lo del joven y se concentrara en el pan y la Palabra. Pero ahora que se fue Pablo, los allegados al muchacho se regocijan de tenerlo con vida.

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