miércoles, 27 de febrero de 2013

La iglesia y la secta.

Una vez alguien me preguntó qué diferencia había entre iglesia y secta. Le respondí así: la Iglesia predica a Cristo, la secta a sí misma. La Iglesia proclama la obra redentora, regeneradora y restauradora de Cristo, la secta hace hincapié en juicios y condenaciones. La Iglesia centra su vida y la de sus miembros en lo que Cristo ha hecho por la humanidad, la secta en lo que cada uno tiene que hacer para que todos vean lo bueno que es. La Iglesia recibe con los brazos abiertos a todos, la secta selecciona a las personas y sólo acepta a quienes entran en su molde. La Iglesia estudia las Escrituras para buscar en ellas a Cristo, la secta sólo espera encontrar en la Biblia "nuevas revelaciones" a cual más sensacionalista. La Iglesia vive el presente a partir de lo que Cristo ha hecho en el pasado y con plena confianza en lo que hará en el futuro, la secta se proyecta hacia un futuro horrible y apocalíptico del que sólo ella saldrá viva. La Iglesia enseña principios de vida, la secta normas que ella misma no cumple ni tiene la más mínima intención de cumplir. La Iglesia se ve dirigida por el Espíritu de Dios que señala indefectiblemente a Cristo, la secta busca a toda costa "líderes espirituales", "profetas" y demás. La Iglesia tiene más que suficiente con las Escrituras que le muestran a Cristo, la secta necesita nuevos "escritos revelados e inspirados" en los que basar su doctrina. La Iglesia va a lo esencial (el mensaje de Jesús), la secta se pierde en mil y un detalles "bíblicos" que sólo desvían la atención de donde debiera estar. No sigo por no cansar, pero desgraciadamente esto es verdad.

 Juan Mª Tellería

No hay comentarios:

Publicar un comentario